Andrew McCabe -ex número dos del FBI- enfrenta investigación criminal por mentir y por filtrar información
Una inspección interna del Departamento de Justicia estadounidense ha exigido un proceso criminal...
Una inspección interna del Departamento de Justicia estadounidense ha exigido un proceso criminal contra el recientemente eyectado funcionario del FBI, acusado de filtrar información y de mentir a investigadores -de acuerdo al informe publicado por numerosos medios de comunicación. Michael Horowitz, inspector general en el Departamento de Justicia -designado en su oportunidad por el presidente Barack Obama- envió una notificación criminal sobre Andrew McCabe, para que fiscales en la Oficina del Fiscal de los EE.UU. para el Distrito de Columbia, en conformidad con informes de noticias de este próximo-pasado jueves.
El 16 de marzo pasado, el Fiscal General Jeff Sessions, actuando bajo la recomendación de la Oficina de Responsabilidad Profesional -la cual citó los hallazgos del inspector general- despidió a McCabe apenas horas antes de producirse su retiro formal, lo cual lo hubiese habilitado para que su pensión fuera del ciento por ciento. Un informe preparado previamente por el inspector general sobre McCabe consolidó un 'caso convincente' de que el funcionario había mentido reiteradas veces a investigadores oficiales, dijo un ex asistente del director de la Oficina Federal de Investigaciones a The Daily Signal. Sin embargo, afirmó Hosko, tales casos rara vez llegan a producir un proceso criminal. Mentir bajo juramento es un delito menor pero, en general, suelen 'llegar a la justicia echándose mano de un criterio selectivo', afirmó.
'La filtración [a periodistas], en sí misma, no tuvo relación con información clasificada', afirmó Hosko a The Daily Signal. 'Tiene mucho de extraordinario. Pero no me sorprende, considerando la malicia política que apunta hoy a Andrew McCabe'. Funcionarios del Departamento de Justicia -consultados hacia fines del jueves- rehusaron comentar a The Daily Signal sobre el particular. McCabe, de 50 años de edad, se unió al FBI en 1996. Sirvió como director adjunto desde el 20 de enero de 2016. En medio de la controversia, sucedió que, o bien renunció, o bien fue removido de su puesto, el pasado 29 de enero.
La organización independiente de filiación política conservadora Judicial Watch, dedicada a revisar actuaciones del gobierno federal, expuso por vez primera, en 2016, los eventuales conflictos de interés que surgían del caso McCabe, tras publicar documentación obtenida merced al Acta de Libertad de Información. 'Las ruedas de la justicia finalmente llegaron hasta McCabe, por mentir en reiteradas oportunidades a los investigadores', afirmó Tom Fitton -presidente de Judicial Watch- en un comunicado oficial. 'Era hora de que, en los Estados Unidos, alguien se hiciera cargo por sus errores de conducta'. De igual manera, el legislador republicano por Ohio, Jim Jordan, se posicionó entre los miembros del Congreso que respaldaron la nota enviada a fiscales federales para que se investigue a McCabe.
El abogado de McCabe dijo a la agencia Associated Press que tenía confianza en que su cliente no sería acusado formalmente, a menos que la Administración Trump ejercitare 'presiones inapropiadas'. McCabe fue el segundo funcionario en importancia detrás del Director James Comey, despedido en mayo pasado por el presidente Trump. Christopher Wray ingresó en el mes de agosto.
En oportunidad de una entrevista para promocionar su libro -en un programa televisivo emitido el domingo pasado por la cadena ABC-, Comey respaldó los hallazgos citados por el inspector general sobre McCabe que fueran liberados al público, y se arrogó el crédito por haber dado inicio a aquel informe de la inspección. 'No estuvo bien. El caso McCabe explicita cómo una organización se compromete con la verdad', dijo Comey. 'Yo ordené se iniciara esa investigación'.
Con rudeza, McCabe replicó que Comey conocía y autorizó las filtraciones de datos realizadas por él. A comienzos del mes en curso, McCabe ya había recaudado más de US$550 mil en una campaña online de crowdfunding, para ayudar a pagar sus gastos de representación legal. La investigación del inspector general revisó la identidad de quienes filtraron al matutino The Wall Street Journal en octubre de 2016, que el FBI estaba investigando a la Fundación Clinton.
Esa filtración tuvo lugar tras conocerse informes de que el confidente de Clinton (y a posteriori, gobernador de Virginia) Terry McAuliffe había organizado un rally político y que, desde allí, se donaron fondos para la campaña a senadora de la esposa del director adjunto del FBI, Jill McCabe. La mujer, a su vez -como McAuliffe y Clinton- pertenece al Partido Demócrata. Este facto empujó a los críticos a sugerir que todo se trató de una filtración cuyo fin era ayudar al núcleo político Demócrata para mostrar ante la opinión pública que McCabe no fue tolerante con Hillary Clinton al iniciarse la investigación del FBI contra ella, en el caso de su uso de correos electrónicos privados mientras oficiaba de Secretario de Estado. En julio de 2016 -cuatro meses antes de la fecha de las elecciones presidenciales-, Comey anunció que el FBI había decidido que Clinton no debía ser acusada formalmente.
Los más recientes desarrollos explicitan un problema aún mayor con el Departamento de Justicia, afirmó Fitton (Judicial Watch):
La actuación eventualmente judiciable de McCabe, bajo el comando de James Comey, constituyen prueba potencial de que tanto las investigaciones sobre el servidor de correo electrónico de Hillary Clinton y la que versa sobre Trump y Rusia se muestran irremediablemente amañadas. La investigación sobre los correos de Hillary Rodham Clinton fue vergonzosa, y la que vincula a Trump con Rusia constituye un abuso. Infortunadamente, el encubrimiento continúa; el Departamento de Justicia y el FBI están jugando a pasarse la pelota, y se rehúsan a entregar los mensajes de texto de McCabe, a pesar de que Judicial Watch presentó un requerimiento en forma de litigio, resguardado por el Acta de Libertad de Información.
En lo que consignó un desarrollo vinculado al tema en particular, el ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, anunció este jueves que se unirá al equipo legal de Donald Trump, a efectos de asistir en la investigación de intromisión rusa en la campaña electoral, conducida por el consejero especial Robert Mueller. Giuliani, acaso mejor conocido por ser el alcalde de Nueva York al producirse los ataques del 11 de septiembre, sirvió como fiscal federal previo a presentarse a elecciones por primera vez. Renunciaría luego a la carrera presidencial por los Republicanos, en 2008. El próximo-pasado miércoles, once legisladores Republicanos de la Cámara de Representantes solicitaron al Departamento de Justicia que se investigue a Comey, a McCabe y a Hillary Rodham Clinton, por eventual comisión de delito.
Artículo original, en inglés, en éste link
Lucas se desempeña como corresponsal en la Casa Blanca, para el sitio web estadounidense The Daily Signal (Washington, D.C.). Es autor del libro 'Tainted by Suspicion' (Contaminados por la Sospecha).