México: López Obrador y los intelectuales
Hace veinte años, Robert Nozick publicó un breve texto intitulado '¿Por qué los intelectuales se oponen al capitalismo?'...
26 de Abril de 2018
Hace veinte años, Robert Nozick publicó un breve texto intitulado '¿Por qué los intelectuales se oponen al capitalismo?' en la revista del think tank estadounidense The Cato Institute. Tanto esa institución como el filósofo mencionado constituyen claros ejemplos de lo que se conoce como libertarismo, un movimiento ideológico que considera a la libertad como valor casi único, que no debe limitarse ni siquiera por cuestiones de solidaridad (forzada, al menos).

Este comentario viene a criterio de que, si acaso alguien ha mostrado una gran capacidad para cortejar intelectuales en México, pues esa persona es Andrés Manuel López Obrador. Fácilmente, les hace pensar que son reconocidos y escuchados, y su postura a favor de un Estado fuerte, que interviene en la economía y promueve ciertos comportamientos sociales, coincide con lo que los intelectuales están buscando. Por lo mismo, no debería ser extraño que una proporción significativa de esos intelectuales, 'trabajadores de palabras' como los llama Nozick, respalden al líder político. Esa proporción debería ser mayor a la media nacional, y su efecto sobre los jóvenes que estudian con ellos también debería notarse. Ambas cosas ocurren, según las encuestas. Sin embargo, debe resultar difícil defender al conjunto de las posturas del candidato, si los intelectuales mantienen algo de su vocación original: buscar la verdad. Para evitar la disonancia, algunos han optado por declarar a AMLO como el único preocupado por los pobres de México, sin prueba alguna. Deben haber olvidado que el primer político reciente que impulsó en serio los programas sociales, fomentando con ellos la organización comunitaria, fue un tal Carlos Salinas de Gortari, a través de Solidaridad. Y también seguramente minimizarán el primer programa social realmente exitoso de México, Progresa, copiado internacionalmente, creado en el sexenio de Ernesto Zedillo. También debería resultar un problema congeniar el conservadurismo del candidato y su proclividad religiosa con el supuesto liberalismo laico de la izquierda mexicana. No se nota.
A la arrogancia académica que Nozick registra en los intelectuales, habría que sumar la autoridad moral a toda prueba que les ofrece el manto de la izquierda. El político que sabe fingir rendición frente a ello, los seduce de inmediato. No sólo les brinda la certeza de su valor intrínseco, sino la oportunidad de traducir su conocimiento en políticas públicas que, finalmente, se convertirán en reconocimiento, prestigio y fortuna. Es un honor…
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@MacarioMX

Sobre Macario Schettino
Se desempeña como Profesor de la División de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, en Ciudad de México. Es colaborador editorial y financiero del matutino El Universal. Publica periódicamente en el sitio web del think tank estadounidense The Cato Institute, en español.