Institutos Confucianos: propaganda política de Pekín
Las actuales tensiones entre los Estados Unidos de América y la República Popular China...
Las actuales tensiones entre los Estados Unidos de América y la República Popular China han aterrizado también en dos campus universitarios en Texas.
El próximo-pasado 9 de abril, el sistema de la Universidad de Texas A&M anunció su intención de clausurar dos institutos confucianos localizados en sus campos College Station y Prairie View respectivamente. Los institutos -financiados por el gobierno de Pekín- ofrecen programas culturales y de idiomas para estudiantes, pero una reciente misiva enviada por los legisladores Henry Cuella (Demócrata, Texas) y Michael McCaul (Republicano, por el mismo estado) señalaron a esos institutos por constituír 'una amenaza contra la seguridad nacional de los EE.UU.', en su rol de plataforma para la recolección de inteligencia de China y obedeciendo a su agenda política'.
En respuesta, el rector de la casa de estudios, John Sharp, decidió clausurar ambos institutos confucianos. A tal efecto, dio a conocer un comunicado, expresando:
Tenemos un gran respeto por los congresistas McCaul y Cuellar. No cuestiono su juicio, ni su patriotismo. Adicionalmente, ellos cuentan con acceso a información clasificada, a la que nosotros no llegamos. Conforme lo han sugerido, estamos procediendo a poner fin al contrato.
Esta acción se completa con decisiones similares por parte de la Universidad de Chicago y la Universidad Estatal de Pennsylvania, con el objetivo de cercenar vínculos con China. La preocupación al respecto de los institutos confucianos, que funcionan en universidades de todo el mundo, se han multiplicado en años recientes, y han quedado bajo el escrutinio de los miembros del congreso estadounidense, de los medios y de organizaciones académicas en EE.UU. como la Asociación Americana de Profesores Universitarios.
Situados generalmente en Estados Unidos y en otras naciones del orbe occidental, y declarando ofrecer entrenamiento en idioma chino y aprendizaje sobre programas culturales, la cifra de institutos financiados y controlados por el Ministerio Chino de Educación han proliferado de manera notoria.
De acuerdo a un estudio de 2017, desarrollado por la Association Nacional de Académicos, desde su llegada en 2004, la cifra de institutos confucianos que hallaron modo de afincarse en universidades y casas de estudios han llegado a superar los 1.000 en todo el mundo, y existen 103 en los Estados Unidos. Amén de ello, más de 500 claustros sobre Confucio se sitúan en escuelas secundarias de los Estados Unidos.
En una audiencia llevada a cabo ante el comité de inteligencia del Senado, el 15 de febrero pasado, el Senador Marco Rubio (Republicano por Florida), consultó al Director del FBI Chris Wray, a efectos de conocer la opinión de la comunidad de inteligencia sobre esta suerte de presencia china en los campus estadounidenses. Wray confirmó que el FBI se hallaba monitoreando a los institutos confucianos en todo el territorio estadounidense, y que la Oficina mantenía investigaciones en curso sobre algunos de ellos. Afirmó Wray:
Entiendo que el nivel de ingenuidad de parte de los espectros académicos al respecto de este tema puntual, ofrece margen para otras consideraciones. [Los institutos] explotan cada oportunidad existente en nuestro muy abierto ambiente de investigación y desarrollo, el cual todos ponderamos, pero se están aprovechando de eso (...) [Los institutos] son cómplices en los esfuerzos destinados a influenciar, de manera subrepticia, a la opinión pública, enseñando medias verdades, y esto sirve para presentar a la historia china, a su gobierno y a sus políticas oficiales, de la manera más favorable posible.
Un problema fundamental con estos institutos es que el contrato de cinco años firmado con las casas de estudios anfitrionas le otorga al gobierno chino un control total sobre la contratación de personal y el CV que cada persona deberá exhibir. De acuerdo a un informe elaborado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), los profesores reciben su salario de parte del gobierno chino, conforme son los directores de tales institutos.
Los decanos de las universidades estadounidenses no tienen participación alguna en la toma de decisiones de los institutos confucianos -ni en el diseño de los cursos-, y quizás ni siquiera saben si un instituto confuciano aterriza en sus campus. Pero, habida cuenta de que China se encuentra ofreciendo subsidios de entre US$ 100 mil y US$ 150 mil, a efectos de cubrir gastos anuales (y con todas las erogaciones pagas), las universidades de Estados Unidos aceptan alegremente la oferta. No obstante, al hacerlo, terminan sacrificando su integridad académica y su independencia. Tras lo cual crean senderos que juegan a favor de la agenda de Pekín para, 'subrepticiamente, influenciar a la opinión pública y para enseñar medias verdades' -conforme se citara previamente.
Artículo original, en inglés, en éste link
Es Analista Senior en estudios de Diplomacia Pública, para la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Desarrolla trabajos relacionados con instituciones y programas del gobierno estadounidense que hacen a la relación con terceros países y diplomacia tradicional, y elementos críticos en la guerra de ideas contra el extremismo violento. Previamente, se desempeñó como Editora en el periódico The Washington Times.