Trump abandona el acuerdo nuclear con Irán

El presidente estadounidense Donald Trump desconectó el cable del acuerdo nuclear con Irán este martes, dejándolo en terapia intensiva, luego de meses de advertir que fallido convenio que se firmara en 2015 precisaba ser liquidado o renegociado.

Cuando estaba ya claro que Francia, Alemania y el Reino Unido -tres de los cuatro signatarios del acuerdo 5+1- no hacían méritos para convenir con Washington los modos de corregir el acuerdo, el mandatario estadounidense anunció que Estados Unidos se retiraría del mismo, reimponiendo un esquema de sanciones económicas:

Habremos de instituír el más alto nivel de sanciones económicas. Cualquier país que ayude a Irán en su búsqueda de armamento nuclear, asimismo, podrá ser pasible de fuertes sanciones por parte de los Estados Unidos de América. EE.UU. no tolerará el ser tomado como rehén del chantaje nuclear.

En su discurso, el presidente estadounidense apuntó que, en el corazón del convenio nuclear, reposaba 'la gigantesca ficción de que un régimen homicida que sólo deseaba contar con un programa pacífico de energía nuclear'.

Al respecto, señaló Donald Trump:

El acuerdo con Irán es defectuoso, desde su esencia. Si nada hacemos, sabemos exactamente lo que sucederá. En apenas un escaso lapso de tiempo, el Estado que mayor patrocinio del terrorismo ejercita en todo el mundo se encontrará a la vera de adquirir las armas más peligrosas del globo.

De igual manera, Trump advirtió: 'Si el régimen continúa con sus aspiraciones nucleares, tendrá mayores problemas de los que jamás ha tenido anteriormente'. Aunque el mandatario fue cauteloso a la hora de distinguir entre el régimen y el 'pueblo iraní, que viene padeciendo desde hace mucho tiempo'. Sobre los ciudadanos iraníes, Trump afirmó: 'El pueblo de los Estados Unidos de América está con ustedes'.

Este llamado implícito para un cambio de régimen fue equilibrado con una dosis de predisposición para negociar un nuevo convenio con Irán, Reconoció Trump que el liderato político iraní había descartado nuevas negociaciones nucleares, pero el presidente remató con un apunte esperanzador: 'Ellos querrán firmar un nuevo acuerdo, que sea duradero; uno que beneficie a Irán y a su pueblo. Cuando se lo propongan, estaré listo, predispuesto, y en capacidad de asistir'. 

Se trató, en rigor, del mensaje correcto. El balón diplomático se halla ahora en el sistema judicial iraní.

Los regentes del poder en Irán pueden todavía empeorar el escenario, amenazando con acelerar su programa nuclear. O bien perseguir una solución diplomática que ayude a morigerar los profundos problemas económicos en su país.

Artículo original, en inglés, en éste link