Lionel Messi, el talismán de Guardiola en la Champions

Ganar es lo más difícil que hay. Y volver a ganar, lo es aún más. Por no hablar de cuando hay que volver a ganar en el fútbol europeo, el más exigente del planeta, donde el ritmo y la competitividad son muy elevados y no hay espacio para la indulgencia, ni para las especulaciones. Lo sabe bien Pep Guardiola, para muchos el mejor técnico del mundo, quien ha querido experimentar en su carrera de entrenador de éxito en los diez años de actividad. Tras ganar la Premier League en su segunda temporada al mando del Manchester City, el entrenador catalán ha marcado un récord en los títulos ganados en una década: 23. Se trata de un número impresionante de logros que hay que contextualizar recordando que en esta época Guardiola tuvo incluso un año sabático cuando se alejó de la tensión mediática en Nueva York.

En este sinfín de éxitos, sin embargo, hay una competición que se le resiste al técnico de Santpedor desde el año 2010-11, es decir la Champions League. Capaz de ganarla dos veces en tres temporadas con el Barça, Guardiola non ha sido capaz de volver a levantar al cielo la Orejona con un equipo que no fuera el blaugrana. Sus tres temporadas en el Bayern de Munich lo han visto estancarse siempre en las semifinales, mientras que las dos temporadas en el banquillo del City lo han visto eliminado respectivamente en octavos y en cuartos. 

En esta tónica el elemento principal parece ser uno: Guardiola ha perdido a Lionel Messi, su criatura y su mejor jugador jamás entrenado, para el que sacrificó a cracks como Ronaldinho y Deco en pos de faciitar su crecimiento. Con el argentino en el equipo, el Barça ha ganado tres Champions de 2009 a 2015, la última de las cuales con Luis Enrique en el banquillo, cuando en las semifinales Messi le endosó al Bayern de Pep un doblete decisivo para el pase al último partido.

Analizando entonces estos datos, notamos que Messi se antoja como el auténtico talismán de Guardiola en la Champions League, co. Para muchos el mejor jugador del mundo, el argentino ha sido capaz de desempeñarse tanto como enganche como en calidad de extremo derecho o de falso nueve, dando demostración de su absoluta clase y concreción de cara al arco rival. Sin embargo, está claro que el juego predicado por Guardiola sacaba lo mejor de él en varias circunstancias, aunque Messi no ha dejado nunca de evolucionar en su fútbol. Tanto Guardiola como Messi se aprovecharon el uno del otro para crecer y mejorarse, pero ahora parece que es el entrenador el que más necesite al jugador para ganar, como bien demuestran los resultados del de Santpedor en la Champions.

Tras haber renovado hace poco con el Barça, Messi nunca volverá a jugar para Pep. Y esa relación de amor y odio que tantos éxitos regaló a los blaugranas no volverá a manifestarse. Pero no cabe duda de que Pep hará de todo para volver a ganar la Orejona. Aunque sea sin Messi.