Repunte de los índices de libertad económica en Egipto

La economía egipcia ha comenzado un proceso de rebote, tras años de estrés económico y turbulencias políticas. Conforme lo apuntara Christine Lagarde, directora administrativa en el Fondo Monetario Internacional (FMI), a comienzos de este año, Egipto se encuentra en un punto de quiebre en su estructura económica, y está ofreciendo interesantes señales a los inversores, al respecto de la seriedad de su comportamiento en lo que tiene que ver con la reforma de su sistema económico.

De acuerdo al Indice de Libertad Económica -Edición 2018-, desarrollado por el think tank estadounidense The Heritage Foundation, el score promedio cosechado por Egipto en materia de libertad económica se ha incrementado en años recientes, gracias a mejoras comprobables en libertad financiera, libertad para inversores, y libertad en el desarrollo de negocios. La reforma del esquema de subsidios a la electricidad y a los combustibles han consignado un desarrollo digno de mención, y las fuerzas del mercado son ahora quienes determinan el tipo de cambio. Una legislación para inversiones -que recientemente entró en vigencia- busca consolidar una reducción de la burocracia, y promocionar la llegada de mayores inversiones provenientes del extranjero. Y, a comienzos de este año, el parlamento egipcio aprobó la primer ley de bancarrotas del país, que deberá asistir a compañías viables a retornar al éxito en los negocios de manera más veloz.

Y el conjunto de las referidas reformas ya está compartiendo resultados. En un reciente informe económico, el Centro para el Desarrollo Internacional (de la Universidad de Harvard, Estados Unidos) calificó a Egipto como la tercer economía mundial que más rápidamente crece, en tanto predice que éste país consolidará tasas de crecimiento superiores al 6% anual, hasta 2026 al menos. Adicionalmente, el turismo ha repuntado también, asistido por la estabilidad económica y por una situación mejorada en lo que respecta a la seguridad. La llegada de turistas en el primer cuatrimestre de 2018 consignaron un incremento del 30% al comparárselo con el de 2017, con una ocupación hotelera que ha llegado a lo más alto desde los registros históricos cosechados en 2010. 

El progreso de Egipcio, claramente orientado a la consolidación de un mayor dinamismo económico, interesa particularmente a los Estados Unidos de América. Conforme lo explicitara el analista internacional James Phillips (también de Heritage), Egipto es una potencia de peso en el mundo árabe que puede oficiar de socio eficaz en la promoción regional de los esfuerzos orientados al combate del terrorismo, para contener la proyección de la República Islámica de Irán, y para estabilizar a un explosivo Oriente Medio. Ahora mismo, mientras un contundente sistema de reformas ya comienza a retornar resultados valiosos, las firmas multinacionale estadounidenses han comenzado a prestar atención al escenario de la inversión en Egipto, con renovado y creciente interés.

Para EE.UU., el alentar a Egipto para que capitalice su presente moméntum reformista, tomando medidas decisivas en la promoción de la libertad económica, ayudará a que Washington estreche aún más sus vínculos con un aliado de importancia crítica en el mundo árabe, promocionando intereses estratégicos recíprocos, y trabajando en conjunto para traer mayor seguridad y estabilidad para la región.


Artículo original, en inglés, en éste link