No dejarse engañar por el desmantelamiento de la base norcoreana de Sohae
Imágenes satelitales explicitan que Corea del Norte ha procedido con el desmantelamiento de las instalaciones...
Imágenes satelitales explicitan que Corea del Norte ha procedido con el desmantelamiento de las instalaciones destinadas a motores para cohetería en Sohae, y lo propio ha hecho con la plataforma para lanzamiento de vehículos espaciales. En tanto la novedad del desmantelamiento es bienvenido, también es de alcance limitado, por cuanto Pyongyang ha expresado que el sitio ya no le era necesario, luego de haber completado exitosamente sus programas misilísticos y nucleares.
En el pasado mes de abril, el líder norcoreano Kim Jong-Un declaró: 'No necesitamos efectuar ya más pruebas nucleares, pruebas de vectores balísticos intercontinentales ni de mediano alcance, y el sitio de pruebas nucleares en el sector norte ya ha completado su misión'.
En años recientes, Pyongyang modificó su eje, trasladándolo desde misiles que requerían un sitio de lanzamiento prefijado -como es el caso de Sohae-, al desarrollo de misiles lanzables desde vehículos móviles. Los misiles de capacidad móvil, incluyendo dos variantes de misiles balísticos intercontinentales con capacidad para alcanzar el territorio continental de los Estados Unidos, son más difíciles de rastrear y poner en la mira al registrarse eventos hostiles.
El aparente desmantelamiento, tal como sucediera con la destrucción temprana de entradas a túneles al sitio de pruebas nucleares, está siendo llevado a cabo sin la presencia de inspectores internacionales in situ. Más importante, ninguna de estas actividades reduce efectivamente el arsenal nuclear norcoreano, como tampoco disminuye las capacidades del país a la hora de producir armas nucleares o misiles. Pyongyang aún mantiene el mismo arsenal con el que ya contaba, y mantiene capacidades de producción nuclear -tal como ocurría previo a la cumbre con autoridades de los Estados Unidos.
Recientemente, la comunidad de inteligencia de EE.UU. evaluó que Pyongyang ha incrementado la producción de material fisible para armamento nuclear, e imágenes capturadas por satélite han certificado la implementación de mejoras a misiles, a vehículos de reingreso en la atmósfera, a lanzaderas de misiles, y a instalaciones destinadas a la producción de armas nucleares. solo pocos meses previo a su reunión con el mandatario estadounidense Donald Trump, Kim ordenó a su industria de la Defensa que 'modernice sus líneas de producción [y] de producción masiva de cabezas nucleares y misiles balísticos'.
Asimismo, el desmantelamiento de las instalaciones de Sohae podrían tener por meta el interponer presión adicional sobre los Estados Unidos, a efectos de ganar reciprocidad, con el fin ulterior de morigerar las preocupaciones de seguridad que tiene el régimen norcoreano. Pyongyang insiste en que Washington deberá ofrecer garantías de seguridad, firmando Washington un tratado de paz que reemplace efectivamente al armisticio firmado hacia fines de la Guerra de Corea. Pero el régimen de Kim también exige que se reduzcan las sanciones que pesan sobre él.
En oportunidad del reciente periplo del Secretario de Estado americano Mike Pompeo a Pyongyang, el régimen rechazó de plano toda propuesta estadounidense que exigía una desnuclearización inmediata de Corea del Norte. En términos crudos, Pyongyang criticó a los Estados Unidos por exigir un desarme nuclear unilateral del régimen, acusando a Washington de violar el espíritu de la cumbre de Singapur, y amenazando con retroceder en sus promesas de desnuclearización. Lo cierto es que Washington y Pyongyang siguen manteniendo posturas alejadas al respecto de cómo definir el término 'desnuclearización'. Por supuesto, sin mencionar aspectos más complejos que hacen a detalles relativos a la secuencia de la misma, las etapas involucradas y el calendario necesario para consolidar el proceso.
La insistencia de Corea del Norte en su prerrogativa de que se haga frente a sus preocupaciones de seguridad previo a implementar un proceso desnuclearizador, se topan con las posturas explicitadas por la Administración Trump.
Las enormes discrepancias entre lo expresado por Washington y por Pyongyang revelan que se han logrado muy pocos progresos. Incluso el retorno de miembros del servicio exterior americano y el reencuentro de familias coreanas separadas se han extraviado en el clásico librillo de estratagemas de Corea del Norte, que presenta cada vez más exigencias en torno de concesiones.
El sendero diplomático con Pyongyang continúa abierto, pero será menester superar obstáculos que los descriptos por el gobierno estadounidense de Donald Trump.
Artículo original, en inglés, en éste link