La exención de visado para Polonia es buena; pero es mejor aún para los Estados Unidos
Polonia se ha convertido en un aliado crítico de los Estados Unidos de América, desde acontecido el colapso de la Cortina de Hierro.
Polonia se ha convertido en un aliado crítico de los Estados Unidos de América, desde acontecido el colapso de la Cortina de Hierro. Un formato de que EE.UU. dispone para optimizar aún más los alcances de esta alianza, y que también serviría para otorgar mayor dinamismo y vitalidad a la economía americana, es el Visa Waiver Program -el programa estadounidense de exención de visados.
Polonia, cuyo presidente Andrzej Duda reunióse el pasado martes con su par estadounidense Donald Trump, es un candidato de primera línea para ser incluída en este programa, que actualmente incluye a otras 38 naciones.
Los ciudadanos de un país del VWP (Visa Waiver Program) pueden trasladarse hacia los Estados Unidos de América por hasta noventa días, sin tener que tramitar un visado tradicional. Este beneficio es otorgado a naciones que comparten, con EE.UU., información de inteligencia sobre personas sospechadas de ser terroristas, así como otras medidas de seguridad. En consecuencia, la capacidad estadounidense de conocer de antemano los perfiles de los potenciales visitantes se ha visto mejorada significativamente.
A los países que toman parte del VWP, se les exige que la tasa de rechazo de visado tradicional para sus ciudadanos sea inferior al 3%, pero el anterior secretario del Departamento de Seguridad Interior (DHS) tuvo la discrecionalidad de tolerar una tasa de rechazos de hasta el 10%. De igual manera, los países registrados en el VWP permiten a los ciudadanos de EE.UU. visitar sus territorios sin exigirles visado. Al incrementarse los viajes y el turismo, los beneficios económicos son sustanciales para ambas partes.
Un modo en el que el programa puede incluso ser optimizado es reconsiderar los índices de medida empleados para permitir el acceso de un país al mismo. Antes que tomarse en cuenta el porcentual de rechazo de visados tradicionales, el porcentual de tiempos excedidos (overstay) siempre es una métrica más fiel sobre la responsabilidad de un país que aspira a ser miembro. Se supone que estas variables le impidan a un país el ingreso al programa si Estados Unidos tiene la preocupación de que los ciudadanos de ese país permanecerán en territorio americano más tiempo de los 90 días permitidos. Si éste es el problema que Washington se propone combatir, pues entonces es una variable de análisis más idónea que, como se ha dicho, la tasa de rechazo verificada en solicitudes de visa tradicionales.
Por ejemplo, una nación como Polonia tiene un 5.9% de rechazo de visados, por encima de la franja exigida de los tres puntos porcentuales, pero tiene una tasa de permanencia en tiempo superior al permitido relativamente baja, de solo el 1.17%. Toda vez que un país exhibe una tasa de rechazo de visados estándar inferior al 10%, el mejor indicador para certificar el status confiable sobre un país que aspira a pertenecer al VWP es la tasa de permanencia. Un cambio de política gubernamental en este sentido daría lugar a que, de inmediato, naciones como Polonia y Croacia puedan unirse al programa, acercándose también a otros países amigos, como es el caso de Rumanía. En el congreso estadounidense, no son pocos los proyectos de Ley que bien podrían ampliar los estándares de inclusión al VWP, en torno de lo explicado líneas arriba.
Finalmente, ha de subrayarse que el Visa Waiver Program es positivo para la seguridad estadounidense, para su prosperidad, y para la relación de Washington con sus aliados. Ciertamente, Duda habrá tratado esta cuestión frente al presidente Trump. El jefe de Estado americano y el Congreso deberán expresar su firme compromiso con Polonia, extendiendo los alcances del VWP para consolidar el ingreso de este importantísimo aliado.
Artículo original, en inglés, en éste link
* Arya Shatraw pertenece al Programa de Jóvenes Líderes del think tank estadounidense Heritage Foundation, en Washington, D.C.
Experto en el think tank estadounidense Heritage Foundation (Washington, D.C.), en temas relativos al ciberespacio y Seguridad Interior. Publica papers y análisis en el medio estadounidense The Daily Signal.