China está atropellando al resto del mundo
La reciente corrección del curso por parte de la Administración del presidente estadounidense Donald Trump...
La reciente corrección del curso por parte de la Administración del presidente estadounidense Donald Trump en la relación estratégica que su país tiene con la República Popular China —modificación que consignó un endurecimiento notable, conforme fuera revelado el pasado jueves por el vicepresidente Mike Pence— deviene en una réplica necesaria, habida cuenta del mal erróneo comportamiento de Pekín en lo que hace a diversas cuestiones políticas y de seguridad. Un ejemplo de este criticable comportamiento tuvo lugar la pasada semana, cuando China compartió una nueva señal, al respecto de que se burla del orden internacional, expulsando a un periodista británico de Hong Kong.
Victor Mallet es un premiado editor para Asia del matutino británico Financial Times. También es el primer vicepresidente del Club de Corresponsables Extranjeros de Hong Kong y, en ese rol, condujo una conferencia reciente sobre Andy Chan, activista pro-independencia hongkonés -evento que enfureció al régimen chino. El pasado viernes, se supo que Hong Kong se rehusó a renovar el visado de Mallet, lo cual resultaría en su eventual expulsión de la ciudad. El prestigioso periódico, con base en Londres, declaró que el gobierno de Hong Kong no ofreció razones para explicar esta inusual decisión -como tampoco lo hicieron funcionarios del gobierno local.
La dictadura comunista china tiene por costumbre el negar visados a corresponsales extranjeros, e incluso niega renovaciones para esos documentos, pero el Club de Corresponsales Extranjeros afirma que el episodio no tiene precedentes en Hong Kong. China se hizo cargo de este próspero territorio en 1997, al serle entregado por el otrora poder colonial Gran Bretaña, luego de prometer Pekín a todo el mundo que respetaría las libertades de Hong Kong y que le otorgaría un amplio grado de autonomía. Este acto, que debió ser regenteado desde Pekín, parece quebrantar aquella promesa.
En lo personal, soy ex vicepresidente del referido club, y miembro de muchos años en el comité del mismo, en épocas de dominio británico (y post-1997, con China bajo control del territorio). Estoy en condiciones de afirmar que jamás he visto nada igual en Hong Kong desde recibir mi primer encargo en 1988; nada siquiera remotamente cercano al Caso Mallet, al menos. La importancia de Hong Kong se exhibe intrincadamente ligada a su posición como centro financiero y el hecho de expulsar a uno de los principales editores del segundo periódico financiero del mundo ciertamente perjudicará al valioso intercambio de información que construye noticias sobre la situación financiera de Hong Kong.
Adicionalmente, esta acción sobreviene en una instancia crítica para las relaciones entre la República Popular China y los Estados Unidos. En su discurso del próximo-pasado jueves, Pence fustigó los intentos de Pekín de interferir en las relaciones con Estados Unidos en una miríada de formatos; criticó también el expansionismo chino en el Mar del Sur de China, y su propio sistema de represión interno. Pence dejó en claro que China está interfiriendo activamente en el proceso electoral estadounidense. Los intentos de China de censurar lo que los estadounidenses aprenden en las universidades, oyen en la radio, o ven en películas, son todos hechos ya sobradamente documentados. Escribí sobre esta cuestión en éste informe.
'Discutimos mucho sobre la interferencia rusa en nuestras elecciones, pero los esfuerzos chinos en torno de influenciar nuestras políticas públicas y nuestras libertades individuales fundamentales son hechos que se han extendido mucho más de lo que la mayoría de la gente cree', dijo el Senador Marco Rubio (Republicano por Florida), conforme lo citara el matutino estadounidense The Washington Post. Incidentalmente, Rubi es presidente segundo de la Comisión Ejecutiva sobre China en el Congreso de los Estados Unidos. En diciembre pasado, Rubio sentenció: 'Este esfuerzo, de naturaleza abarcativa, no busca promocionar mejor a China solamente, sino poner la mira en ciudadanos estadounidenses que residen en los propios Estados Unidos'.
Y la pasada semana, Bloomberg informó que la comunidad de inteligencia americana sospecha que China ha ido mucho más lejos, empleando pequeños chips de computadora, con el fin de infiltrar a firmas privadas de los EE.UU. 'Muchas personas, familiarizadas con el tema, afirman que investigadores detectaron que los microchips fueron insertados en fábricas administradas por firmas dedicadas a la manufactura que fueron subcontratadas, pero que operan desde China', selló el informe. Fronteras adentro, China se ha dedicado a incrementar la represión, particularmente contra la minoría uighur, en la provincia occidental de Xinjiang, lo cual motivó un llamado de atención desde el Departamento de Estado, que ha declarado que considera implementar sanciones contra Pekín.
Con la aparente eyección de Mallet de Hong Kong, China ha dado un nuevo paso en su objetivo de atropellar al mundo.
Artículo original, en inglés, en éste link
Es vicepresidente de comunicaciones en la Fundación Heritage (Washington, D.C.), y periodista con veinte años de trayectoria, habiendo reportado desde Europa y Asia. Durante la Administración del ex presidente estadounidense George W. Bush, asistió en temas fiscales y de política exterior en audiencias dentro de Estados Unidos y en el exterior, inicialmente en la Securities and Exchange Commission (SEC) y luego en el Departamento de Estado.