Paraguay: maquillaje o reforma electoral
Si alguna modificación requiere el sistema electoral de la República del Paraguay, la misma está en la modificación...
17 de Octubre de 2018
Si alguna modificación requiere el sistema electoral de la República del Paraguay, la misma está en la modificación del actual modelo denominado de listas cerradas sábanas por otra que otorgue al ciudadano su libertad de elegir.
Sabemos demasiado ya sobre los resultados compartidos por las actuales listas cerradas sábanas. Con gran pesar y altos costos, se sigue soportando esta modalidad electoral que desvía la representación popular hacia los partidos o grupos de presión, en lugar de que 'el pueblo elija directamente' a sus representantes conforme lo establece el Artículo 182 de la Constitución Nacional.
A la fecha, en el país se perpetúa el inconstitucional modelo electoral. Poco o nada se sabe acerca de la otra alternativa: del valor y puesta en práctica de la libertad de elegir en materia electoral.
Se sigue creyendo que, por ejemplo, las opciones de voto preferencial que hora se está analizando en el Senado como parte de la reforma electoral es la solución a las listas sábanas. Esto es un equívoco: no es una solución de largo plazo, y no es lo que el pueblo paraguayo solicita porque las opciones a ser presentadas al elector al momento de votar no cambiarán el tema de fondo. Y no cambiarán porque, si bien el elector podrá colocar en el número que le agrada a su candidato o partido, la lista nuevamente tendrá los mismos vicios que tiene en el presente.
Con menos rigor, podríamos convenir que el voto preferencial es un avance pero, en realidad, no es una reforma, sino apenas un paliativo para una enfermedad mucho más grave. Es un buen maquillaje para, finalmente, no cambiar demasiado.
Este maquillaje analizado hoy día en el Senado se encuentra, ciertamente, revestido de nobles intenciones. No obstante, de ese modo se mantendrá intacto el modelo de la partidocracia conocido como el gobierno de los partidos políticos que, por cierto, más bien deben denominarse organizaciones lícitas para robar, como en efecto lo demuestra el inmoral subsidio electoral que los lleva a acreditar en sus cuentas millones de dólares con cargo a los contribuyentes.
Si realmente la intención es modificar las absurdas, ineficientes, esconde-bandidos, costosas y corruptas listas sábanas, pues entonces habrá que poner en marcha una genuina reforma, devolviendo al pueblo lo que le pertenece; esto es, que el pueblo constituído por cada uno de los ciudadanos de este país, elija a su representante en distritos electorales bajo el sistema uninominal. De lo contrario, y aún con el voto preferencial discutido en estos momentos, en el Senado se hará un maquillaje a algo que de por sí ya está suficientemente feo como repugnante como para intentar taparlo.
La alternativa al maquillaje electoral que se quiere llevar a cabo es la reforma cuyo cimiento es la libertad de elegir. La misma requiere de una legislación electoral por la que la gente elija por nombre y apellido a su representante, le conocerá y le exigirá rendición de cuentas.
La propuesta consiste en que cada representante debe ser electo en distritos electorales con acuerdo a una cantidad determinada de habitantes que, a la fecha, sería de setenta y cinco mil habitantes del total de la población de la determina circunscripción electoral. Es éste el único modo de evitar un nuevo maquillaje en el tan ansiado cambio en materia electoral.
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@ElCatoEnCorto
Sobre Víctor Pavón
Decano de Currículum UniNorte (Paraguay) y autor de los libros "Gobierno, Justicia y Libremercado" y "Cartas sobre el Liberalismo". Publica periódicamente en el Diario ABC Color, de Asunción.