Colombia: el parapeto de la JEP

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), órgano propuesto por el elemento terrorista de FARC, e instituído por un conjunto de magistrados mayoritariamente adepto al gobierno anterior, así como a posturas afines a la izquierda recalcitrante, se exhibe hoy -conforme era esperable- padeciendo innumerables cuestionamientos.

En tanto los magistrados de ese bodrio- fanáticos a la izquierda de pupitre- desatiendan el clamor de las víctimas y del pueblo colombiano, y, no nos relaten al detalle qué ha sucedido con los niños raptados, con las mujeres violadas-masacradas y, con las caletas y rutas del narcotráfico, resultará imposible pensar en el denominado 'posconflicto', pues hasta ahora no se ha conocido verdad, justicia, ni mucho menos reparación. Contrario sensu, padecemos una proporción reducida de criminales impunes, disfrutando ilegítimamente en el Congreso Nacional de las mieles del poder. Vaya desvergüenza.

Se burlan de sus víctimas, ignoran sus peticiones, y marcan su indiferencia pisoteando el deber moral de responder a la verdad, el cual les asiste por su despreciable calidad de verdugos. Y así han procedido los cabecillas de FARC incrustados desde el 2018 en el Congreso de la República de Colombia. Uno de los aspectos más cuestionables es que la JEP no hace absolutamente nada, por cuanto dicho tribunal, inmerso en la más evidente parcialidad, se ha preocupado más por igualar a las víctimas con los victimarios que, en lograr una verdadera reparación, propia de una paz estable y duradera.

Siendo ello grave, tanto más nos hemos enterado de la nómina paralela que padece ese pseudotribunal. Ahora resulta que, en 2019, serán gastados C$43.000 mil millones en supernumerarios y funcionarios temporales para ese adefesio. Lo que nos demuestra que además de ser un tribunal parcializado y diseñado por la izquierda, también se convertirá en la bicoca de muchos para enriquecer sus bolsillos. Con tanto billete, ¿qué funcionario temporal se negará a integrar la JEP? ¿Para qué debería, entonces, importarle el realizar un buen trabajo, si su única prioridad será mejorar su condición económica? Pareciera inminente la afectación a las víctimas. Y esta situación solo contribuye a potenciar el dolor de aquéllas.

Por si ello fuera poco, el Congreso de la República le aprobó la 'módica' suma de C$ 292 mil millones a la JEP dizque para su 'funcionamiento' en 2019. Lo que fuerza al ciudadano a preguntarse: ¿por qué y para qué esa suma tan exorbitante? ¿Dónde están los estudios previos que establezcan que dicho presupuesto es una camisa de fuerza para su funcionamiento? ¿Si será necesaria esa cantidad tan abrupta de dinero? ¿Por qué no 150 mil millones, o menos, en lugar de 292 mil millones de pesos? 

Nos ha parecido oportuno el compartir estos interrogantes, a los efectos de verificar si, en algún momento del futuro cercano, algún funcionario probo y diligente se atreverá a respondernos. Pero no ha de caber la menor duda: la citada JEP es un verdadero esperpento. Y exige modificaciones urgentes.