Sobre el enorme poder de la ideología transgénero en los Estados Unidos
Las ideologías transgénero cuentan con un poder e influencia enormes en nuestra cultura...
Las ideologías transgénero cuentan con un poder e influencia enormes en nuestra cultura, y es aplicaba contra los más débiles. Si acaso sucede que los niños y sus familias logran sobrevivir a los promotores trans, aún deberán lidiar más tarde con políticos acusadores y sus discursos.
Se trata del Hotel Transgénero. Como refiere la canción de los Eagles: Podrás ingresar, pero jamás podrás irte.
Que los jóvenes se acostumbren a las drogas, y se volverán trans
La pasada semana, asistí a un panel de militantes feministas, autoidentificadas como lesbianas (otras, como ex trans), en el think tank estadounidense Heritage Foundation, en Washington, D.C., en donde todas las participantes se refirieron a la agenda transgénero. Asimismo, compartieron relatos en torno de lo que el movimiento y la militancia trans están haciéndole a mujeres y niños -y a hombres jóvenes-, lo cual es a todas luces deleznable. Desafío a que cualquier madre preste atención a estos relatos, sin derramar lágrimas -si es que les es posible reprimirlas.
Y lo cierto es que tales relatos son trágicamente familiares. Los expertos le indican a los padres que deben alimentar la confusión sexual de sus hijos por vía de fármacos (supresores de pubertad), y que deben contribuir a bloquear su libertad para que 'tengan tiempo' de explorar su identidad sexual real. Pero el 'comprar tiempo' es una frontera cuya promoción ningún padre debe creer.
Las asistentes compartieron anécdotas en torno de los supresores de pubertad, que consignan el primer paso en un tránsito inevitable hacia la vida transexual. Los resultados del único estudio realizado hasta la fecha sobre niños con disforia pero que se encontraban consolidados socialmente y que fueron medicados con bloqueadores o supresores de pubertad, explicitan que el ciento por ciento de ellos terminaron identificándose como transgénero -y se ocuparon de explorar opciones para someterse a operaciones de cambio de sexo.
Ciento por ciento. Dato que contrasta ruidosamente con los niños disfóricos a quienes se les permite transitar hacia la pubertad de manera natural. La Asociación Psiquiátrica Americana ha informado que hasta el 97.8% de niños y un 88% de niñas experimentan una duración limitada de su confusión sexual, evitando identificarse luego como adultos transgénero. El empleo forzado de supresores de pubertad en niños no les permite elegir: la elección ya es hecha con anticipación, y ellos no participan del proceso.
Conviértase a la terapia en algo ilegal, y los niños terminarán siendo Trans
¿Por qué ocurre que, de súbito, ciertos adolescentes anuncian que han nacido en un cuerpo equivocado? La Dra. Lisa Littman, de la Universidad Brown, examinó esa pregunta en centenares de casos de disforia emparentada con dudas de género. La profesional informó sobre sus hallazgos en un estudio refrendado por sus pares, pero ideólogos de género buscaron -en gran medida, obteniendo éxito- minimizarlo.
En rigor, algunos adolescentes rechazan a sus cuerpos debido a traumas psicológicos -como violación- o debido a perturbaciones psiquiátricas -como es el caso del abuso físico-, pero estas influencias son rutinariamente ignoradas por especialistas de género, en su que a cualquier costo se esmeran para defender la agenda trans. Sin embargo, la sección más reveladora del estudio es el sobrevalorado rol de las redes sociales y la presión de los propios pares, en lo que respecta al fenómeno. Los relatos compartidos por Littman son verdaderamente trágicos. ¿Cómo hacemos para asistir a niños que sufren, y que se ven capturados por este peligroso 'contagio social'? En rigor, los activistas trans buscan asegurarse de que jamás podamos ayudar a esos pequeños.
Ese activismo ha persuadido a quince estados de la Unión y al Distrito de Columbia, a efectos de que todos aprueben leyes que conviertan ilegal a todo esfuerzo terapéutico para adolescentes que no quieren seguir percibiéndose como nacidos en un cuerpo equivocado. La prohibición de estas terapias, originariamente diseñadas para negar ayuda a niños que buscan tratamiento para poner fin a la atracción que sienten por personas del mismo sexo, han sido ampliadas ahora, hasta negarle ayuda a niños que desean aceptar la realidad biológica con la que nacieron. En los Estados Unidos de América, Nueva York ha sido el más reciente estado en suscribir a la iniciativa.
El impacto de estas leyes no podría ser más cruel. Si una niña padece de confusión sexual, si se propone hallar felicidad viviendo como una mujer, entonces no tendrá hacia dónde ir. Pero, si precisa ayuda para vivir como un hombre, puede hallarla en casi cualquier sitio. Los lobbistas de la agenda trans se han asegurado de que así sea. La legislación a la que hacemos referencia, específicamente, permite 'terapia para una persona que busque realizar una transición de un género a otro'.
Así es que los niños ya lo saben: habrán de elegir la identidad sexual 'correcta'. De otro modo, el gobierno federal no les permitirá ver a un profesional ni asistir a terapia. Esto es el movimiento transgénero hoy día: puedes ingresar, pero nunca podrás irte.
Artículo original, en inglés, aquí
* La autora, Catherine Ruse, es senior fellow en asuntos legales en el Family Research Council