Instancia ideal para consolidar un acuerdo de libre comercio entre los Estados Unidos y Suiza
Suiza es mundialmente conocida por no pocas cosas: por sus chocolates, quesos, relojes...
16 de Marzo de 2019
Suiza es mundialmente conocida por no pocas cosas: por sus chocolates, quesos, relojes, bancos y, naturalmente, por las reconocidas navajas multifunción. No sorprende, entonces, que lo que estos productos y servicios de origen suizo tienen en común es la alta calidad.
Pues, bien; existe otra variable con la que se asocia a los suizos: el libre comercio.
Ciertamente, Suiza es un socio comercial en extremo atractivo. Esa nación alimenta una muy adaptable economía de libremercado, que es admirada en todo el globo a partir de su nivel de apertura, su eficiencia regulatoria, y por el respeto que obsequia al Estado de Derecho.
Pero Suiza también es un muy bien predispuesto socio comercial. La agenda estratégica de Suiza, que se resume en la persecución de acuerdos de libre comercio en todo el mundo, ha dejado como resultado una serie de acuerdos del tipo TLC con más de setenta países, incluyendo a los 28 miembros de la Unión Europea, así como también a China y Japón. Tras cerrar también un convenio con Indonesia en diciembre pasado, Suiza ahora está de vuelta en los mercados para buscar más acuerdos.
Otra realidad ciertamente sorprende: no existen convenios de libre comercio en curso entre los Estados Unidos de América y Suiza. Y eso es malo. El sólido compromiso de Suiza con el capitalismo de libremercado convierte a ese país en un socio ideal para los EE.UU., que actualmente se han propuesto 'profundizar las relaciones económicas respaldadas en equidad, reciprocidad, y buena fe en la suscripción a reglas claras'.
Suiza y los Estados Unidos no son extraños, si se ha de considerar acuerdos recíprocos en el pasado reciente. Ambos países mantienen importantes vínculos económicos y de negocios. Suiza es, hoy día, el socio comercial más importante de los Estados Unidos fuera de la Unión Europea: el intercambio comercial de bienes y servicios con esta nación de los Alpes se aproxima a los US$ 100 mil millones anuales.
Las firmas privadas suizas y estadounidenses producen productos farmacéuticos de última tecnología, componentes para la tecnología aeroespacial, maquinaria pesada, y otra suerte de material avanzado. Suiza nutre un extremadamente sofisticado sector de servicios, el cual representa un 75% de su Producto Bruto Interno (mientras que la agricultura representa menos del 1% de ese mismo PBI). Estos datos convierten a Suiza, sirve reiterarlo, en un socio excepcionalmente atractivo a la hora de considerar un acuerdo comercial avanzado.
En su recientemente dada a conocer Agenda para la Política Comercial de 2019, la Administración Trump ha explicitado que los Estados Unidos 'continuarán buscan la consolidación de nuevos convenios comerciales -y una mayor aplicación de los mismos- a lo largo de 2019', como parte de un 'esfuerzo mejorado tendiente a optimizar la política comercial estadounidense, para que se ajuste a las realidades del siglo XXI'. Suiza debe ser considerado como el primer candidato para tal fin.
Yendo un poco más allá del recientemente firmado convenio de pasantías, los valores compartidos entre Suiza y los Estados Unidos muestra a ambos países como eventuales socios naturales, portadores de una mirada permanente hacia el futuro. En efecto, la búsqueda de un acuerdo de libre comercio entre los Estados Unidos y Suiza serviría como iniciativa estratégica de apertura, y como un sólido cimiento respaldado en el pragmatismo para que la Administración Trump pueda promocionar su agenda -que ha declarado como meta el 'avanzar hacia una economía global más justa y eficiente'.
En su reciente periplo a Washington, oportunidad en la que sostuvo una serie de muy constructivas conversaciones con el Secretario de Estado americano, Mike Pompeo, y con el consejero de seguridad nacional John Bolton, el Ministro de Asuntos Extranjeros de Suiza, Ignazio Cassis, puntuaizó que ambas partes claramente desean avanzar hacia un acuerdo de libre comercio de orden bilateral. La pregunta ya no se resume en si acaso lo firmarán; las preguntas pasan sencillamente por cuándo lo harán.
Ahora mismo, lo que Estados Unidos necesita es un acuerdo formal de apertura de mercados. La Administración Trump habrá de priorizar su búsqueda de un pacto recíproco comercial y de inversiones con Suiza. El hecho de que ambas economías hayan florecido gracias a respaldarse en los principios del libremercado, debería servir como variable que facilite la firma de un acuerdo con Suiza, mucho antes que con otras naciones con las cuales ya hay negociaciones en marcha.
Memo para Berna y Washington: tienen Ustedes una oportunidad única e irrepetible con miras a constituir un acuerdo de libre comercio que beneficiará a ambas economías. Pues, bien; hagamos que suceda.
Artículo original, en inglés, aquí
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@AKFreedom
Sobre Anthony B. Kim
Es investigador de temas económicos en la Fundación Heritage, Washington, D.C., con foco en librecomercio y libertad económica. Como analista senior de libertad económica en el Centro para el Comercio Internacional y la Economía (CITE), Kim es responsable principal de coordinación para la preparación del Indice de Libertad Económica. Sus trabajos son publicados en el sitio web The Daily Signal.