El autogolpe en América Latina, y su efecto dominó
La historia mundial se exhibe repleta de estrategias políticas que los diferentes gobiernos...
20 de Marzo de 2019
La historia mundial se exhibe repleta de estrategias políticas que los diferentes gobiernos emplean a los efectos de lograr perpetuarse en el poder. El eslogan que arenga a 'Servir al pueblo' es luego cambiado por el que exige 'Servirse del pueblo'; a partir de allí, comienza su trabajo -y, en efecto, lo consiguen-: controlar todos los Poderes del Estado, convirtiéndose en administraciones fascistas, de corte populista, en los que la sociedad queda anulada.
Estos sistemas de gobierno nacen de la ignorancia popular, de su falta de información y cultura política; de la disconformidad hacia los partidos políticos tradicionales, y de la necesidad social de un cambio radical en la estructura estatal.
Así, pues, América Latina contabiliza ejemplos muy claros, en estas últimas décadas, de presidentes que comerciaron los intereses nacionales a cambio de una consigna foránea y del enriquecimiento personal, así como el de sus servidores. Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, Dilma Rousseff, Cristina Fernández, Daniel Ortega, Fidel Castro, Lula da Silva, consignan una muestra que ilustra el modo en que un gobierno puede destruir a un país y a su sociedad. Las estrategias del autogolpe vienen ya definidas y establecidas por el Foro de Sao Paulo, y cuentan con el respaldo regional de organismos tales como UNASUR, ALBA y los regímenes que se identifican con el promocionado 'socialismo del siglo XXI'.
A criterio de materializar el autogolpe en la región, fue necesario capitalizar las necesidades sociales y prometer una transformación del Estado, rompiendo con las viejas estructuras de la llamada partidocracia, a la cual se le endilgaron (y así se hará siempre) la totalidad de las equivocaciones. Acto seguido, utilizando la vía democrática y aprovechando de una sociedad insatisfecha, los citados se hicieron del poder, respaldándose en eslóganes propagandistas, entre los que se cuentan 'La revolución es el cambio', 'La patria ya es de todos', o 'Patria, socialismo o muerte', con el objeto de convencer a los ciudadanos de que éstos también serían parte de ese proceso. A posteriori, se procedió con modificaciones a la constitución, diseñanado una que permitiría a esos líderes perpetuarse en el poder, tomar el control del parlamento, del Poder Judicial, de los organismos electorales, de la fiscalía y de la contraloría. En definitiva, la meta era ejercitar una transición desde una democracia hacia una dictadura, cobijada bajo el velo de la supuesta lucha en favor de los más pobres.
El último desde el cual materializar este autogolpe remite a la destrucción de la Fuerza Pública (Fuerzas Armadas y Policía Nacional, fuerzas federales), a fin de evitar una reacción que ponga en peligro su permanencia dictatorial. Tiempo después, instaurado ya el fascismo en el poder, se pondrán en marcha todos los mecanismos de terror y sometimiento en perjuicio de esa misma ciudadanía a la que se proclamaba defender.
De esto se trata la dictadura del 'socialismo del siglo XXI' que han puesto en práctica Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, hasta que el pueblo despierte de su letargo -conforme ya ha sucedido en la Argentina y Brasil, extendiéndose luego cual reguero de pólvora en el resto del continente, en donde el ciudadano de a pie exigirá la salida y el juzgamiento de quienes traicionaron a su pueblo a cambio de su bienestar personal, partidista e ideológico.
Siempre ha de tenerse presente que el poder comporta un carácter efímero, y más aún cuando se han violado las libertades y derechos del conjunto. Por estas horas, América Latina está ingresando a una nueva era de transformaciones político-sociales, en donde el susurro de libertad se ha transformado ya en un grito que recorre todo el continente. Ahora mismo, los ciudadanos de varios países en la región están exigiendo que los dictadores que han recurrido al instrumento del autogolpe con el fin de abroquelarse indefinidamente en el poder sean juzgados, por vender y destruir, cada uno, a su Patria.
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@CoronelPazmino
Sobre Mario Pazmiño Silva
Mario Pazmiño Silva es Coronel (R) del Ejército del Ecuador. Cuenta con un Master en Seguridad y Desarrollo. Es Presidente del Centro de Análisis e Investigación Internacional, Consultor Internacional en Seguridad y Defensa. Oficia de Analista para diferentes medios de comunicación sobre temas de Terrorismo e Inteligencia, y desarrolla publicaciones para distintos medios de comunicación en América Latina. Su correo electrónico, aquí.