Hacia dónde se encamina la confrontación entre los Estados Unidos e Irán
La confrontación, en cámara lenta, que se desarrolla por estas horas entre los Estados Unidos de América...
La confrontación, en cámara lenta, que se desarrolla por estas horas entre los Estados Unidos de América y la República Islámica de Irán está escalando tensiones, un año después de que Washington se retiró del acuerdo nuclear con Teherán. El pasado domingo, el consejero de seguridad nacional John Bolton compartió un crudo comunicado oficial:
En respuesta a un número de perturbadoras señales y advertencias que escalan la situación, Estados Unidos ha procedido a desplegar un Grupo de Ataque desde el portaviones USS Abraham Lincoln, y una fuerza de bombarderos, hacia la región a cargo del Comando Central de EE.UU., a los efectos de enviar un claro e inconfundible mensaje al régimen iraní, que explicita que cualquier ataque contra los intereses estadounidenses o contra aquellos de nuestros aliados, habrán de hacer frente a una fuerza avasallante. Los Estados Unidos no están buscando una guerra contra el régimen de Teherán, pero nos encontramos en todo preparados para responder ante cualquier ataque, ya sea que éste proceda de un proxy o subsidiario, del Cuerpo de la Guardia Islámica Revoluconaria, o de fuerzas regulares iraníes.
La cadena estadounidense CNN informó que información de inteligencia 'específica y creíble' explicitaba que fuerzas y elementos subsidiarios de Irán estaban preparándose para ejecutar un posible ataque contra personal estadounidense o de los aliados de EE.UU. en Siria, Irak, o en el mar. Adicionalmente, inteligencia proporcionada por el Estado de Israel, según se ha informado, justificó la advertencia y el despliegue naval estadounidense.
Inicialmente, el grupo de ataque desde portaviones debía ser desplegado en el Golfo Pérsico, luego de llevar a cabo ejercicios en el cuadrante oriental del Mar Mediterráneo, pero su curso fue redirigido a efectos de acelerar su arribo, y para potenciar la capacidad disuasiva del Pentágono a la hora de defender y replicar ante ataques eventualmente ordenados desde Irán. Asimismo, el Secretario de Estado Mike Pompeo también rediseñó su periplo, cancelando una misión diplomática que tenía a Alemania por destino, para trasladarse luego a una locación no especificada. En tal sentido, Pompeo advirtió: 'Si estas acciones tienen lugar, o si las llevan a cabo recurriendo a un elemento subsidiario a través de terceros, como ser algún grupo militante como Hezbolá, haremos responsable directamente al liderazgo iraní por tal decisión'.
Históricamente, el régimen islamista iraní ha empleado a Hezbolá, a grupos de milicianos iraquíes y a personeros palestinos para atacar a sus enemigos, bajo el eslogan de 'combatir hasta el último árabe'.
El mes pasado, el Pentágono dio a conocer una evaluación actualizada que responsabilizaba a la Guardia Revolucionaria de Irán por la activación de fuerzas proxy iraquíes, a criterio de asesinar a 603 militares estadounidenses desplegados en Irak. Y, el pasado fin de semana, Irán respaldó las provocaciones del grupo Yijad Islámica Palestina que dio lugar al más feroz choque entre Israel y Hamás en Gaza, desde la Guerra de la Franja de Gaza de 2014.
Tensiones crecientes, amenazas veladas
Los eventos de la pasada semana consignaron el más reciente capítulo en una escalada verificada entre los Estados Unidos e Irán. El 8 de abril pasado, la Administración Trump designó a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán como organización terrorista en el extranjero. Hassan Rouhani, presidente de Irán, respondió firmando una medida de gobierno que declaró a la totalidad de las fuerzas estadounidenses en Oriente Medio como terroristas, etiquetando a los Estados Unidos como nación patrocinadora de terrorismo.
El 22 de abril, Pompeo anunció que Washington no renovaría los permisos que permitirían a ocho naciones continuar adquiriendo crudo iraní, bajo el esquema de sanciones contra esas exportaciones de Irán en el pasado noviembre. Esta acción aceleró el sistema de sanciones a niveles sin precedentes, bajo la campaña de 'máxima presión' del gobierno estadounidense.
Funcionarios de carrera iraníes replicaron desde la reiteración de advertencias pasadas, al respecto de que, si Estados Unidos impedía a Teherán comerciar su petróleo, este país tomaría medidas para impedir que cualquier país productor de crudo en el Golfo hicieran lo propio. La manera más sencilla con que Irán cuenta para hacer realidad esa prerrogativa es intentar obstaculizar el tránsito a lo largo del Estrecho de Hormuz, vía marítima de 21 millas de longitud a través de la cual fluye un aproximado del 30% de los embarques de crudo mundiales.
La potencial amenaza iraní contra aquella crítica y estratégica vía constituye otra razón para explicar el desplazamiento de la Armada de los Estados Unidos en la forma del grupo de ataque desde portaviones, a la región. El próximo paso de Irán podría provenir desde el frente nuclear. Medios de comunicación iraníes han informado que Rouhani anunciará próximamente una nueva puesta en marcha de actividades nucleares interrumpidas, en cercanías del aniversario del retiro americano del convenio atómico que fuera firmado en 2015.
Aún resta ver si acaso lo aquí expresado llevará a Irán a retirarse formalmente de tal acuerdo -aunque, en igual sentido, podría explicar por qué Pompeo canceló su periplo a Alemania.
Artículo original, en inglés, aquí
Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.