Narcotraficante hondureño Fernández Rosa, sentenciado a prisión perpetua en EE.UU.
Héctor Emilio Fernández Rosa -conocido por su nickname 'Don H'- distribuyó 135 toneladas de cocaína...
04 de Agosto de 2019
Héctor Emilio Fernández Rosa -conocido por su nickname 'Don H'- distribuyó 135 toneladas de cocaína y veinte toneladas de precursores químicos derivados de metanfetamina, pagó millones de dólares en sobornos a funcionarios del gobierno de Honduras, y tomó parte en diecinueve homicidios.
Nueva York. – El Agente Especial a Cargo Michael Machak (de la División de Operaciones Especiales DEA) y el Fiscal de los Estados Unidos de América para el Distrito Sur de Nueva York, Geoffrey S. Berman, anunciaron durante la pasada semana que Héctor Emilio Fernández Rosa -Don H- fue setenciado a prisión perpetua, por haber conspirado para distribuir (y por haber tenido en su poder) estupefacientes. Fernández Rosa cosechó un aproximado de US$ 50 millones, tras vincularse con la distribución de 135 toneladas de cocaína y veinte de precursores químicos para anfetaminas -cifra que le fue ordenado retornar, a partir de la sentencia publicada. Fernández Rosa había sido arrestado en Honduras en 2014, y luego extraditado hacia los Estados Unidos, en septiembre de 2015. Previamente, Fernández Rosa se había declarado culpable ante el Juez de Distrito Richard J. Sullivan, quien emitió la sentencia referida luego de ser designado en el caso.
'El haber llevado ante la justicia y luego enviado a prisión a individuos tales como Fernández Rosa sin dudas logra que nuestro país sea más seguro, pero también ha servido para quitar de circulación enormes cantidades de drogas peligrosas, alejándolas de nuestras calles', declaró el Agente Especial Machak. 'Esto debería servir a modo de contundente advertencia, a efectos de que DEA no tolerará este tipo de acciones, y que perseguirá judicialmente a narcotraficantes que siembran caos en los Estados Unidos'.
'Operando con impunidad en Honduras, Héctor Emilio Fernández Rosa contrabandeó más de 135 toneladas de cocaína hacia los Estados Unidos, en el transcurso de diecisiete años', sentenció el Fiscal Berman. 'Tras abonar millones de dólares a funcionarios hondureños, incluyendo al ex presidente del país, se garantizó salvoconducto para sus drogas en su periplo hacia territorio estadounidense. Asimismo, resguardó a su organización de narcotráfico eliminando a rivales en el negocio, asesinando a diecinueve personas, incluyendo al legislador hondureño Mario Fernando Hernánde Bonilla en el año 2008. Por estas horas, uno de los más prolíficos y violentos traficantes de drogas ha sido llevado ya ante la justicia'.
En concordancia con los expedientes judiciales, y con las declaraciones expuestas ante el tribunal:
Hacia aproximadamente 1998, Fernández Rosa dio inicio a su participación en el contrabando de drogas en Honduras, en conjunto con una célula de contrabandistas, para distribuir un aproximado de cinco toneladas de cocaína anualmente, Hacia 2003, Fernández Rosa asumió una posición de control de magnitud en el seno del grupo, lo cual incrementó el volumne de cocaína a distribuírse, alcanzando la cifra las diez toneladas por año. En simultáneo, Fernández Rosa coordinó el pago de importantes sobornos a miembros de la Policía Nacional de Honduras y, al menos, a un alto funcionario militar hondureño, quien ayudó a escoltar y garantizar el envío de enormes embarques de estupefacientes. Por ejemplo, hacia 2005, Fernández Rosa y otros co-conspiradores abonaron a un candidato presidencial más de US$ 2 millones en dinero procedente de drogas, en un esfuerzo para instalar a uno de los aliados de Fernánde Rosa como Viceministro de Seguridad en Honduras. El candidato se impuso en los comicios, pero no cumplió con la promesa hecha a Fernández Rosa. En idéntico período, Fernández Rosa y co-conspiradores enviaron un aproximado de US$ 100 mil en sobornos a oficiales de policía, a efectos de proteger cada uno de sus embarques.
Entre 2008 y 2010, Fernández Rosa diversificó sus operaciones, trabajando para recibir aproximadamente veinte toneladas de efedrina en Puerto Cortés -principal puerto comercial hondureño. En conexión con este esquema, Fernández Rosa trabajó junto a destacados lugaternientes de Joaquín Guzmán Loera ('El Chapo'), con miras a asistir al Cártel de Sinaloa en sus esfuerzos para manufacturar importantes cantidades de metanfetamina en Honduras, la cual era luego transportada por vía terrestre -al igual que sucedía con la cocaína-, e ingresada a posteriori en territorio estadounidense.
En el mes de noviembre de 2008, luego de un procedimiento de confiscación de efedrina en Francia, Fernández Rosa sancionó el homicidio del legislador hondureño Mario Fernando Hernández Bonilla. El magnicidio fue una de las diecinueve muertes que Fernández Rosa ordenó, o bien ejecutó. En 2003, por ejemplo, Fernández Rosa ordenó a sus trabajadores del mundo de la droga que secuestraran a un hombre que se había desempeñado en una organización rival. Luego de ser secuestrada la víctima, los empleados de Fernández Rosa lo torturaron y, mientras el propio Fernández Rosa oficiaba de testigo, lo enterraron vivo en una fosa. Fernández Rosa y sus empleados, a la postre, ejecutaron a la víctima. Adicionalmente, Fernández Rosa ordenó el despliegue de un asesino a sueldo para asesinar a alguien que el narcotraficante sospechaba había asistido en la ejecución de un pariente; luego, el asesino a sueldo coordinó un ataque a gran escala que derivó el la muerte del objetivo designado por Fernández Rosa, y de un aproximado de nueve víctimas adicionales.
Además de la pena de prisión perpetua emitida, Fernández Rosa -ciudadano hondureño de 46 años de edad- fue sentenciado a cinco años de liberación supervisada, en tanto se le ordenó entregar bienes por una suma de US$ 50 millones.
El Fiscal Berman compartió felicitaciones para la Unidad de Investigaciones Bilaterales en la División de Operaciones Especiales DEA, a la Fuerza Especial de Nueva York, y a la Oficina de Gobierno en Tegucigalpa, así como también a la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América.
El proceso judicial acusatorio es llevado adelante por la Unidad Antinarcóticos y Antiterrorista Internacional del Departamento de Justicia. En el andarivel estrictamente judicial, llevan el caso los Fiscales Asistentes de los EE.UU., Matthew J. Laroche y Emil J. Bove III.