ECONOMIA INTERNACIONAL: ROBERTO CACHANOSKY

Argentina: complicado horizonte financiero, de aquí a octubre

La difícil situación electoral que se le presenta al Gobierno Nacional de la República Argentina...

13 de Agosto de 2019

 

La difícil situación electoral que se le presenta al Gobierno Nacional de la República Argentina de cara a las elecciones de octubre ha llevado a comentarios demasiado voluntaristas, en términos de que la Administración deberá ahora exhibir una fuerte iniciativa de aquí a esos comicios, a efectos de remontar el resultado adverso. La realidad es que, si el resultado electoral tiene relación con el mal desempeño de la economía desde abril de 2018 hasta ahora, no queda ya mayor margen para revertir el malhumor del público en lo que a la economía respecta. Obviamente, parte uno del supuesto que el resultado electoral adverso del oficialismo se debe, fundamentalmente, al tema económico.
 
Marcos Peña, Fracaso de Macri, Cambiemos, Juntos por el Cambio, PASOSi bien el Gobierno logró dominar el mercado de cambios con fuerte apoyo externo y altísimas tasas de interés, y consiguió bajar la tasa de inflación mensual frenando la expansión monetaria, pisando el tipo de cambio y postergando los ajustes de las tarifas de los servicios públicos, el impacto de la recesión ha sido tan fuerte, que el voto castigo no parece provenir exclusivamente de los sectores más humildes, sino también de una clase media que vio precipitarse su poder adquisitivo y su nivel de vida, amén de la creciente desocupación.
 
Dos gruesos errores cometió el gobierno de Cambiemos, al que hoy le cuesta un resultado de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) sumamente negativo. El primero es el jamás haber explicitado la herencia recibida, y el haber apostado al optimismo y el entusiasmo: demasiado voluntarismo y poca ciencia. El segundo error consistió en creer que no se requería de un plan económico que generara un shock de confianza para, tiempo después, en avanzar gradualmente hacia las reformas.
 
El problema que se presenta de aquí a octubre es que el resultado de las PASO deja en la puerta de ganar las elecciones al kirchnerismo, una alianza electoral fuertemente populista y con aliados claramente adversarios de toda reforma económica necesaria a criterio de ingresar en la senda del crecimiento. Fernando Pino Solanas, como primer candidato a Diputado por Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), y Mariano Recalde como primer candidato a Senador -también por la Ciudad- es una clara señal de que no muestran vocación por la reforma laboral, la reforma impositiva y del Estado, como reformas mínimas.
 
Sin ese horizonte de cambios estructurales, la confianza de los agentes económicos puede generar fuertes tensiones en el mercado de cambios, el cual continúa montado en el arbitraje tasa versus dólar vía Leliq. Como es sabido, el público apuesta a que la tasa le ganará al dólar y, en razón de ello, hacía sus depósitos a plazo fijo -plazo fijo que los bancos utilizaban para adquirir Leliq.
 
El último informe monetario diario del Banco Central de la República Argentina (BCRA) del 9 de agosto exhibe que los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado crecieron el 2% en los últimos 30 días, es decir que lo hicieron por debajo de la tasa de interés, con lo cual se consignaba una clara tendencia hacia la dolarización de las carteras y, por lo tanto, desarmándose posiciones en plazo fijo. Dolarización que no se traducía en huída del sistema financiero, conforme crecían los depósitos en dólares.
 
Si de cara a las PASO ya había comenzado una incipiente dolarización, es probable que ese proceso se acelere de aquí a octubre, toda vez que el Gobierno no demuestre que puede recuperar el terreno perdido.
 
En caso de verificarse ese escenario, si el Gobierno no desea una estampida cambiaria, tendrá que poner todo esfuerzo posible en detener la suba del tipo de cambio, vendiendo cuánta reserva tenga en el BCRA.
 
No es fácil imaginar anuncios económicos que hagan modificar por completo las expectativas de los agentes económicos. Dicho en otras palabras, no veo qué puede anunciar el Gobierno para generar un shock de confianza que modifique significativamente el humor de los electores. Adicionalmente, tampoco cuenta con margen en el Congreso para encarar, a dos meses de las elecciones de octubre, reformas que mejoren la economía. Pero, aún cuando tuviera ese margen, llevaría tiempo ver el fruto de las mismas. Es decir que no se verían los resultados positivos antes de octubre.
 
En síntesis, desde el punto de vista estrictamente económico, el gobierno ya no tiene margen para llegar con un auge económico que lo favorezca en las urnas. Lo máximo que puede lograr es evitar un desborde cambiario y financiero de aquí a octubre.
 
Dos grandes oportunidades tuvo Cambiemos para generar los cambios económicos que le dieran sustento al crecimiento económico, y llegar bien parado a estas elecciones. El primero fue el 10 de diciembre de 2015 cuando, teniendo un fuerte apoyo de la población, no inició un plan que expusiera la terrible herencia recibida, a efectos de contar con el margen suficiente como para aplicar un plan sustentable. La segunda oportunidad fue desperdiciada en las elecciones legislativas de 2017, cuando contó con otro firme respaldo de la ciudadanía. Ahora, es tarde para hacer lo que no se quiso hacer en su momento.
 
Cambiemos gobernó para quienes jamás iban a votarlos, y traicionó a los que los votaron, al no iniciar cambios estructurales. Francamente, es difícil observar una gigantesca reacción de espíritu republicano que invite a no regresar al pasado, como también será difícil evitar el escenario que se presenta de aquí a octubre.


 
Sobre Roberto Cachanosky

Profesor titular de Economía Aplicada en el Master de Economía y Administración de ESEADE, y profesor titular de Teoría Macroeconómica en el Master de Economía y Administración de CEYCE. Columnista de temas económicos en el diario La Nación (Argentina). Publica regularmente en el reconocido sitio web Economía Para Todos.