Colombia y el 21 de noviembre, un día para aguardar lo peor
Siguiendo la ola de manifestaciones que han tenido lugar en otros países de América Latina, como Ecuador, Chile y Bolivia...
18 de Noviembre de 2019
El optimismo es la adulteración de la esperanza. El pesimismo su posesión viril.
Nicolás Gómez Dávila, pensador colombiano
Soy un pesimista, es decir, un optimista bien informado.
Jaime Bayly, periodista peruano
* * *
Siguiendo la ola de manifestaciones que han tenido lugar en otros países de América Latina, como Ecuador, Chile y Bolivia, se organiza, para el próximo jueves 21 de noviembre, un paro nacional en Colombia, en contra del gobierno del presidente Iván Duque Márquez.
Los días previos a este gran paro que convoca a estudiantes, obreros, profesores de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE) y sindicatos vinculados a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), han estado marcados por reveladores hallazgos por parte de las autoridades, como, por ejemplo, el decomiso de 803 kilos de ammonium Nitrate-Fuel Oil (ANFO; nitrato de amonio, foto principal), repartidos en 2009 artefactos explosivos, en el municipio de Villa Garzón, departamento de Putumayo, que pertenecían a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que, al parecer, iban a ser utilizados en las manifestaciones del 21 del corriente mes. Vale la pena consignar que cada uno de estos artefactos tenía el potencial para destruir un vehículo, o reducir a escombros parte de la estructura de un puente.
Por otro lado, se han registrado amenazas contra asociaciones civiles, como el Centro Cultural Cruzada, filial de la reconocida Sociedad Tradición, Familia y Propiedad, férrea defensora de los derechos de la nación colombiana desde los principios de la Enseñanza Social de la Iglesia Católica. Por su valiente y aguerrida denuncia de la acción del terrorismo comunista en Colombia, la TFP colombiana fue víctima de atentados con bomba en sus sedes de Bogotá, en julio de 1978 y noviembre de 1981 y, en su sede de Medellín, en marzo de 1980 y febrero y julio de 1985, sufriendo serios daños en materia de infraestructura y ninguna pérdida humana por razones a las que habría que describir como milagrosas, dada la saña de los perpetradores guerrilleros de filiación comunista que ejecutaron estos actos violentos.
En numerosas oportunidades durante la última década, este reconocido polo de opinión pública ha sido intimidado por grupos de izquierda, sin embargo, no ha cedido en su empeño de señalar a los responsables del desastre en que se hunde la nación colombiana, sobre todo, después de los Acuerdos de La Habana que, a fuer de injustos e ilegítimos moralmente, no fueron refrendados por el pueblo colombiano, y siguen desangrando sus arcas, sumergiendo a tantos en condiciones económicas deplorables que la misma izquierda achaca al gobierno, eximiéndose de cualquier culpabilidad y victimizándose, típica estrategia de su acción propagandística.
El jueves 14 de noviembre, el General Luis Fernando Navarro Jiménez, Comandante General de las Fuerzas Militares de Colombia, ordenó acuartelamiento a partir del lunes 18 de noviembre a las 6:00 A.M., con miras a evitar los éxitos de la amenaza terrorista y proveer planes de intervención, en coordinación con la Policía Nacional, extremando las medidas de seguridad en las instalaciones militares y en la infraestructura económica, para lo cual ha exigido el estado máximo de alerta a todo el contingente.
Jaime Arturo Restrepo Restrepo, 'El Patriota'
Ante la muy elevada probabilidad de ocurrencia de actos vandálicos, se organizó la Resistencia Civil Antidisturbios (RCA), liderada por el reconocido abogado Jaime Arturo Restrepo Restrepo, más conocido como 'El Patriota', quien, en entrevista con Fernando Londoño Hoyos en el ciclo intitulado La Hora de la Verdad, de la emisora Radio Red (completa, aquí), señalaría:
'Como consecuencia de las hordas vandálicas que se han unido en el continente por directriz del Foro de São Paulo, en un contubernio con una corriente subterránea de animosidad popular para atacar las democracias en el continente, algunos ciudadanos hemos visto con suma preocupación que estas hordas de vándalos, más allá del derecho fundamental y constitucional a la protesta, vengan a aprovechar ese escenario para incendiar nuestras ciudades, para destruir nuestro patrimonio, para atacar la propiedad privada y para poner en riesgo nuestras familias y nuestra tradición republicana. En ese orden de ideas, hubo la conjunción de un grupo de ciudadanos para crear un movimiento cívico, pacífico que ostenta como nombre Resistencia Civil Antidisturbios. Este movimiento propende por respaldar y apoyar a nuestra fuerza pública, respaldando el marco constitucional y la ley. Todos los ciudadanos colombianos podemos obrar por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión actual o inminente, siempre que la defensa sea proporcional a la agresión'.
Adicionalmente, el Patriota realizó un prudente llamado al presidente Duque, a efectos de que el jefe de Estado no se deje extorsionar por grupos con manifiestos intereses ideológicos de izquierda. Con claridad, el afamado líder de la opinión pública colombiana afirmó que el de Duque se ha convertido 'en un gobierno bomberil dedicado a apagar incendios' y, en nombre de la ciudadanía, de modo especial de la que conforma la RCA, le hizo un llamado al gobierno a 'amarrarse los pantalones' y no dejarse manipular por colectivos liderados por la agenda del comunismo internacional, valga la pena insistir, con los lineamientos del Foro de São Paulo.
En los últimos días, llegaron a la ciudad de Medellín, doscientos ciudadanos ecuatorianos expertos en propuesta violenta y, con recursos traídos de Venezuela, están comprando manifestantes en vistas a generar, en opinión de Restrepo, un nuevo Bogotazo que, como el primero, tendrá efectos en el resto del país y tiene como objetivo subterráneo el propiciar un golpe letal contra la Administración Duque.
En el comunicado del Centro Cultural Cruzada a la ciudadanía (aquí), se presenta -con claridad- la disyuntiva del presidente Duque, quien deberá escoger entre dos posibilidades muy concretas:
Los días previos a este gran paro que convoca a estudiantes, obreros, profesores de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE) y sindicatos vinculados a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), han estado marcados por reveladores hallazgos por parte de las autoridades, como, por ejemplo, el decomiso de 803 kilos de ammonium Nitrate-Fuel Oil (ANFO; nitrato de amonio, foto principal), repartidos en 2009 artefactos explosivos, en el municipio de Villa Garzón, departamento de Putumayo, que pertenecían a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que, al parecer, iban a ser utilizados en las manifestaciones del 21 del corriente mes. Vale la pena consignar que cada uno de estos artefactos tenía el potencial para destruir un vehículo, o reducir a escombros parte de la estructura de un puente.
Por otro lado, se han registrado amenazas contra asociaciones civiles, como el Centro Cultural Cruzada, filial de la reconocida Sociedad Tradición, Familia y Propiedad, férrea defensora de los derechos de la nación colombiana desde los principios de la Enseñanza Social de la Iglesia Católica. Por su valiente y aguerrida denuncia de la acción del terrorismo comunista en Colombia, la TFP colombiana fue víctima de atentados con bomba en sus sedes de Bogotá, en julio de 1978 y noviembre de 1981 y, en su sede de Medellín, en marzo de 1980 y febrero y julio de 1985, sufriendo serios daños en materia de infraestructura y ninguna pérdida humana por razones a las que habría que describir como milagrosas, dada la saña de los perpetradores guerrilleros de filiación comunista que ejecutaron estos actos violentos.
En numerosas oportunidades durante la última década, este reconocido polo de opinión pública ha sido intimidado por grupos de izquierda, sin embargo, no ha cedido en su empeño de señalar a los responsables del desastre en que se hunde la nación colombiana, sobre todo, después de los Acuerdos de La Habana que, a fuer de injustos e ilegítimos moralmente, no fueron refrendados por el pueblo colombiano, y siguen desangrando sus arcas, sumergiendo a tantos en condiciones económicas deplorables que la misma izquierda achaca al gobierno, eximiéndose de cualquier culpabilidad y victimizándose, típica estrategia de su acción propagandística.
El jueves 14 de noviembre, el General Luis Fernando Navarro Jiménez, Comandante General de las Fuerzas Militares de Colombia, ordenó acuartelamiento a partir del lunes 18 de noviembre a las 6:00 A.M., con miras a evitar los éxitos de la amenaza terrorista y proveer planes de intervención, en coordinación con la Policía Nacional, extremando las medidas de seguridad en las instalaciones militares y en la infraestructura económica, para lo cual ha exigido el estado máximo de alerta a todo el contingente.
Jaime Arturo Restrepo Restrepo, 'El Patriota'
Ante la muy elevada probabilidad de ocurrencia de actos vandálicos, se organizó la Resistencia Civil Antidisturbios (RCA), liderada por el reconocido abogado Jaime Arturo Restrepo Restrepo, más conocido como 'El Patriota', quien, en entrevista con Fernando Londoño Hoyos en el ciclo intitulado La Hora de la Verdad, de la emisora Radio Red (completa, aquí), señalaría:
'Como consecuencia de las hordas vandálicas que se han unido en el continente por directriz del Foro de São Paulo, en un contubernio con una corriente subterránea de animosidad popular para atacar las democracias en el continente, algunos ciudadanos hemos visto con suma preocupación que estas hordas de vándalos, más allá del derecho fundamental y constitucional a la protesta, vengan a aprovechar ese escenario para incendiar nuestras ciudades, para destruir nuestro patrimonio, para atacar la propiedad privada y para poner en riesgo nuestras familias y nuestra tradición republicana. En ese orden de ideas, hubo la conjunción de un grupo de ciudadanos para crear un movimiento cívico, pacífico que ostenta como nombre Resistencia Civil Antidisturbios. Este movimiento propende por respaldar y apoyar a nuestra fuerza pública, respaldando el marco constitucional y la ley. Todos los ciudadanos colombianos podemos obrar por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión actual o inminente, siempre que la defensa sea proporcional a la agresión'.
Adicionalmente, el Patriota realizó un prudente llamado al presidente Duque, a efectos de que el jefe de Estado no se deje extorsionar por grupos con manifiestos intereses ideológicos de izquierda. Con claridad, el afamado líder de la opinión pública colombiana afirmó que el de Duque se ha convertido 'en un gobierno bomberil dedicado a apagar incendios' y, en nombre de la ciudadanía, de modo especial de la que conforma la RCA, le hizo un llamado al gobierno a 'amarrarse los pantalones' y no dejarse manipular por colectivos liderados por la agenda del comunismo internacional, valga la pena insistir, con los lineamientos del Foro de São Paulo.
En los últimos días, llegaron a la ciudad de Medellín, doscientos ciudadanos ecuatorianos expertos en propuesta violenta y, con recursos traídos de Venezuela, están comprando manifestantes en vistas a generar, en opinión de Restrepo, un nuevo Bogotazo que, como el primero, tendrá efectos en el resto del país y tiene como objetivo subterráneo el propiciar un golpe letal contra la Administración Duque.
En el comunicado del Centro Cultural Cruzada a la ciudadanía (aquí), se presenta -con claridad- la disyuntiva del presidente Duque, quien deberá escoger entre dos posibilidades muy concretas:
- 'O bien ceder para no perder, abriéndose a un ‘diálogo’ que le presionará cada vez más a someterse' a las exigencias marxistas, transformándose en el promotor de un régimen de transición que gradualmente le entregará el poder a un candidato al gusto del castro-chavismo el año 2022.
- O ‘luchar para no perder’, esto es, aplicar con firmeza las armas que le da la Constitución, para establecer medidas de excepción si las circunstancias así lo exigieren, deteniendo a los líderes de los sediciosos, denunciando ante el concierto internacional la intromisión extranjera de Cuba y Venezuela, desarticulando la fuerza prodigiosa que le ha permitido hasta ahora a FECODE generar el caos, resistiendo la tentación que le sugerirá un ejército de políticos que, ejerciendo el papel de la 'simpatía', lo encaminará a negociar'.
Secundando los valiosos señalamientos del Centro Cultural Cruzada y para concluir, ha resultado doloroso para un amplísimo sector de la población colombiana, el respaldo de la Conferencia Episcopal al paro nacional del 21 de noviembre, pues, jugando el juego posmoderno de la contradicción y la ambigüedad ―muy propio del pontificado de Francisco―, conmina a 'evitar que la movilización ciudadana degenere en agresión, saqueo, vandalismo y muerte' mientras, en simultáneo, otorga un notorio espaldarazo al cese de actividades nacional, acaso soslayando que la mera aprobación de ese paro por parte de la jerarquía eclesiástica (con cita del Papa Francisco incluída) se lee como una suerte de plácet otorgado de la Iglesia Católica a las mentiras con las que se está convocando a la parálisis económica del país y a los actos vandálicos que para esa fecha se preparan. Tal acto incomprensible y maligno de aprobación y bendición del mal ignora la doctrina moral católica acerca de la sedición, muy bien tematizada en su clásica Teología Moral para Seglares por el gran fraile dominico Antonio Royo Marín (número 545) y lo que advierten sobre la violencia marxista las conferencias generales del episcopado latinoamericano.
El panorama descrito permite afirmar con un destacable nivel de certeza que el 21 de noviembre es un día para esperar lo peor pues el pesimismo es siempre la actitud más conveniente, si se recuerda aquellas palabras de William Shakespeare, quien supo escribir: 'Temer lo peor, con frecuencia, lo evita'.
Bibliografía
-Comisión de Estudios de la TFP. Tradición, Familia, Propiedad. Un ideal, un lema, una gesta. La Cruzada del Siglo XX. São Paulo: ArtPress, 1990.
-Doig Klinge, Germán. Diccionario Río Medellín Puebla. Lima: Vida y Espiritualidad, 1990.
-Royo Marín, Fr. Antonio. Teología Moral para Seglares I. Moral Fundamental y Especial. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1957.
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Sobre Carlos Andrés Gómez Rodas
Gómez Rodas es Licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Filosofía (Universidad Pontificia Bolivariana; en Medellín, Colombia). Miembro del Centro de Estudios Clásicos y Medievales Gonzalo Soto Posada (CESCLAM). Coautor de los dos tomos del libro '100 Preguntas y Respuestas para Comprender el Conflicto Colombiano'. Es colaborador regular en El Ojo Digital (Argentina) y en el Centro Cultural Cruzada y Razón+Fe (ambos de la República de Colombia).