Ecuador, los bonos y el Caso Zimbabue
Algunos analistas han mostrado preocupación, en torno de la posibilidad...
Algunos analistas han mostrado preocupación, en torno de la posibilidad de que en Ecuador suceda lo mismo que en Zimbabue, donde el gobierno terminó de desdolarizar este año. Esos observadores evalúan como una alerta roja la reciente aprobación de una ley que permite que el gobierno pueda pagarle en bonos a acreedores locales.
No obstante, se trata de dos fenómenos distintos. En Zimbabue, cuando el gobierno atravesaba una crisis fiscal, decidió emitir nuevas monedas: la denominada 'nota de bono', conocida luego como el 'zimdollar' o 'bollar' y una moneda electrónica, ambas ancladas al dólar estadounidense. Solo dos meses después de empezar a circular estas monedas, se precipitó su valor. El público se dio cuenta de que, en realidad, estas no eran convertibles a dólares. Los bollars no servían para pagar las importaciones. Los dueños de una tienda pueden utilizarlos para pagar a sus empleados y proveedores locales pero, si deseaban volver a llenar sus repisas con mercadería importada, requerían dólares.
Los dólares empezaron a escasear, porque el público decidió atesorarlos, habida cuenta de que desconfiaba en la promesa del gobierno de respaldar las nuevas monedas en dólares. Entonces, los negocios ofrecían descuentos de hasta 50% si los clientes pagaban en dólares reales. Surgió aquí el tipo de cambio entre las nuevas monedas nacionales y el dólar. La inflación subió y, para noviembre de este año, superó 300%.
Lo que está sucediendo en Ecuador es distinto. El gobierno emitirá bonos para pagarle a acreedores locales y estos serán de aceptación voluntaria y libremente negociables. Esto no es problemático mientras el gobierno no obligue a la gente a aceptarlos como pago y mientras los receptores sean libres de venderlos, seguramente con un descuento. Este descuento no sería un 'tipo de cambio' entre dos monedas, sino simplemente parte de la ganancia que espera obtener el inversionista.
¿Constituye esto una emisión monetaria? No; se trata de un atraso de pago del gobierno con acreedores locales, con la diferencia de que, en esta oportunidad, lo estaría reconociendo oficialmente y poniéndole un precio —en la forma de la tasa de interés que llevan esos bonos al ser emitidos.
Si el gobierno decide no honrar los términos de esos bonos en algún momento, sucedería lo mismo que en los mercados internacionales: le resultará más costoso el financiamiento, y menos personas estarán dispuestas a aceptar esos papeles.
La emisión de bonos todavía requiere que las deudas se salden eventualmente en dólares. En Ecuador, a diferencia de Zimbabue y Argentina durante su convertibilidad heterodoxa, no existe moneda alternativa al dólar.
Para estar como Zimbabue, el Banco Central del Ecuador tendría que empezar a emitir “bonos moneda” y/o una moneda electrónica, prometiéndole a la gente que esta estará respaldada 1 a 1 en dólares. ¿Cómo le fue al BCE la última vez que intentó eso? Experimento fracasado, casi nadie quiso usar el dinero electrónico, siendo este de uso voluntario.
Ecuador tiene un problema fiscal, no monetario. Una de las principales ventajas de la dolarización es, precisamente, el divorcio entre las finanzas públicas y la moneda. El gobierno puede tener problemas en honrar sus compromisos, pero eso no afecta el valor del dólar, ni la confianza que los ecuatorianos tengan en dicha moneda frente a las alternativas disponibles.
Es Magister en Comercio y Política Internacional de la George Mason University y graduada con un título de Ciencias Políticas con concentración en Relaciones Internacionales de la York College of Pennsylvania. Se desempeña como Editora de ElCato.org. investigadora del Cato Institute y columnista de El Universo (Ecuador) desde enero del 2006. Sus artículos y papers son publicados regularmente en otros periódicos de Latinoamérica y España.