Argentina: la última tentación de Alberto Fernández
El Presidente sufre el asedio de una tentación que es última, en tanto es la más reciente...
15 de Enero de 2020
El Presidente sufre el asedio de una tentación que es última, en tanto es la más reciente; aunque de ninguna manera puede afirmarse que no sobrevendrá otra en el futuro inmediato. Se trata de la tentación que, como advirtiera el apóstol San Pablo en una de sus cartas, merodea incesante como león sediento; ya está pronta a tomar posesión de la frágil humanidad del Primer Magistrado.
Siendo el Demonio la única entidad etérea interesada en arrastrar a los humanos al fangal del pecado, ha desarrollado una batería de habilísimos argumentos a criterio de alcanzar su objetivo primordial. Cuando Satanás tienta a Cristo, exhibe un conocimiento profundo del Antiguo Testamento. Si se trata de seducir a políticos de alto rango (al menos de rango funcional, que quizás no sea necesariamente ético), su plan se sostiene en un sistema de enunciados que nos atrevemos a resumir: su sabiduría es tan notable como la reiteración de un mismo plan de ataque, especialmente si la presunta víctima es un argentino dotado de poder terrenal. He aquí algunas sugerencias que el Maligno vuelca en el atento oído de Alberto:
1.'El concepto de populismo es una discusión que apasiona sólo a las élites de partidos minoritarios y a sociólogos desocupados. La masa abomina de este tipo de disquisiciones, a las que considera veleidades de los enemigos del pueblo. Por lo tanto, la acentuación de tácticas redistribucionistas es siempre un buen comienzo. Repartir alterando nominalmente las cargas entre las clases, equivale a neutralizar en el corto plazo el espíritu de equidad que la animaba. En definitiva, pocos saben que "mejorar la distribución de la riqueza" vía recetas fiscales, la convierte en un hecho imposible en el contexto de una sociedad de mercado. Pero no es esto lo que importa: ahora, vale la puesta en escena. Se trata de una maniobra de entretenimiento, mientras se crean las condiciones para la reactivación económica. Claro que esto último no dependerá jamás de ti: el precio internacional de nuestros exportables y la voluntad de los centros mundiales de crédito tendrán siempre la primera y la última palabra'.
2.'Los votos del 2019 no son de Cristina. No lo fueron nunca. La propuesta Cristina Presidente hubiera perdido por 2 puntos frente al inepto de Macri. Tu propuesta superó al 'neo-liberalismo' por tan sólo 8 puntos: magra cosecha frente a la tragedia económica que legó Cambiemos. Trabaja pensando sólo en el 2021: no midas el riesgo de enojar a Cristina. Ponte los largos; será ahora, o nunca'.
3.'¿Quién creyó que eras un buen candidato a la Presidencia? No fue Cristina; ni siquiera hace falta reiterarlo. ¿Qué hacías en la sede del Obispo de Roma unos días antes de tu nominación? El cerebro de un buen jesuita trabaja en una frecuencia que la clase de los políticos argentinos no tiene ni el talento de medir la distancia que los separa. En un gesto de humildad, como corresponde a un pastor, Francisco dejó que se atribuyera a tu vicepresidenta el valor de la iniciativa. Jorge Luis Borges, al cotejar algunas versiones en torno a la traición de Judas, imagina que el infiel se impuso la delación, por considerar que no merecía compartir la gloria con Dios'.
4. 'No le debes nada a nadie. Ni siquiera a Francisco, cuya única obsesión desde el primer día consistió en soñar con la reconstrucción argentina de la nación católica. Imítalo: sé un símbolo de paz, como las palomas, y desconfiado como la Serpiente. Él te ha elegido a ti, porque el medio idóneo para su objetivo no puede ser otro que el justicialismo, pero el de un converso, para usufructuar la firmeza de convicciones y la ilusión en la cercanía del Reino que los caracteriza'.
5. 'A lo largo de estos días, se ha vuelto a resucitar a Gramsci. La izquierda -o, mejor dicho, cierta izquierda; más preciso todavía: los restos supervivientes de la izquierda autóctona- defiende la validez de la corrección táctica sugerida por el preso italiano: no existe un camino a la revolución a través de la lucha armada. El objetivo central debe ser controlar la producción cultural, a fin de crear el estado de conciencia colectivo que preparará el acceso al Poder. En ese sentido, la entrega al progresismo de los medios estatales de comunicación y de los organismos gubernamentales de fomento artístico, así como el tendido de puentes con los organizaciones de derechos humanos y la designación de dirigentes afines en el organigrama burocrático, constituyen una manojo de decisiones inteligentes: ratifican el juego pendular propio del ADN del Movimiento, esterilizan por un tiempo la tentación y la justificación de tomar la calle y, por fin, preparan un tránsito anestesiado para la fagocitación de la protesta.
En tu discurso inaugural ante el Congreso, has sabido compartir una mención apologética de Raúl Alfonsin, aunque preferiste omitir a Juan Domingo Perón. Fue una concesión graciosa al cristinismo, cuya Jefa Espiritual abomina del fundador del Movimiento, y lo cree responsable de la frustración del sueño maravilloso de una Argentina socialista'.
6. 'En tu relación con los Estados Unidos de América, aprovecha que ellos conocen las prácticas políticas argentinas. Tolerarán que construyas, para consumo interno, una pantomima de enfriamiento de los niveles de convivencia. Las visitas a Lula y a López Obrador tienen el valor de una puesta en escena, necesaria para allanar el camino hacia el convenio que ratificará la legitimidad de la deuda, especialmente con el Fondo Monetario Internacional. Comprenden que tus primeros movimientos tiendan a subir el precio de la fidelidad nacional al orden establecido. Destratarse con Bolsonaro, diferenciarse con una postura solitaria y proteica con respecto a Maduro, y ensayar algunas frases en chino mandarín, son maniobras paralelas y concordantes. No debes preocuparte por el fastidio emergente: el Departamento de Estado tiene asuntos más importantes para resolver en estos días. El sesenta por ciento del capital del FMI está jugado a las patas del corcel argentino; no sabemos si ello sucedió por acatamiento a una orden superior, o si fue una torpeza inconcebible. Dos años de gracia de los intereses de la deuda serán un precio sensato para enterrar la incógnita, y propiciar el festejo entre las partes.
Ha dicho Cervantes: ningún hombre está más dispuesto a la aventura, que el que sabe que no tiene un centavo en el bolsillo. En tu debilidad, radica toda tu fortaleza. Los EE.UU. adivinan cuál será la insinuación más dura que dejarás escurrir en los gabinetes de la negociación: el incendio de la Argentina implicaría un descalabro geopolítico que hará que las quemazones chilena y boliviana parezcan el alboroto de un puñado de ciudadanos revoltosos.
El ministerio más importante ha sido asignado a un oscuro profesor universitario que dicta clases en la universidad del acreedor, que jamás ejerció funciones administrativas en la estructura estatal, ni tiene pasado notorio en la actividad privada: su único capital radica en su condición de discípulo de Stiglitz, un epígono del progresismo estadounidense. La paradoja inducida es, otra vez, una pieza clave del proceso de conciliación; idea brillante que preserva la sugestión de que lideras una administración popular y, a la vez, advertido por pocos, la perpetuación de una autonomía restringida'.
Siendo el Demonio la única entidad etérea interesada en arrastrar a los humanos al fangal del pecado, ha desarrollado una batería de habilísimos argumentos a criterio de alcanzar su objetivo primordial. Cuando Satanás tienta a Cristo, exhibe un conocimiento profundo del Antiguo Testamento. Si se trata de seducir a políticos de alto rango (al menos de rango funcional, que quizás no sea necesariamente ético), su plan se sostiene en un sistema de enunciados que nos atrevemos a resumir: su sabiduría es tan notable como la reiteración de un mismo plan de ataque, especialmente si la presunta víctima es un argentino dotado de poder terrenal. He aquí algunas sugerencias que el Maligno vuelca en el atento oído de Alberto:
1.'El concepto de populismo es una discusión que apasiona sólo a las élites de partidos minoritarios y a sociólogos desocupados. La masa abomina de este tipo de disquisiciones, a las que considera veleidades de los enemigos del pueblo. Por lo tanto, la acentuación de tácticas redistribucionistas es siempre un buen comienzo. Repartir alterando nominalmente las cargas entre las clases, equivale a neutralizar en el corto plazo el espíritu de equidad que la animaba. En definitiva, pocos saben que "mejorar la distribución de la riqueza" vía recetas fiscales, la convierte en un hecho imposible en el contexto de una sociedad de mercado. Pero no es esto lo que importa: ahora, vale la puesta en escena. Se trata de una maniobra de entretenimiento, mientras se crean las condiciones para la reactivación económica. Claro que esto último no dependerá jamás de ti: el precio internacional de nuestros exportables y la voluntad de los centros mundiales de crédito tendrán siempre la primera y la última palabra'.
2.'Los votos del 2019 no son de Cristina. No lo fueron nunca. La propuesta Cristina Presidente hubiera perdido por 2 puntos frente al inepto de Macri. Tu propuesta superó al 'neo-liberalismo' por tan sólo 8 puntos: magra cosecha frente a la tragedia económica que legó Cambiemos. Trabaja pensando sólo en el 2021: no midas el riesgo de enojar a Cristina. Ponte los largos; será ahora, o nunca'.
3.'¿Quién creyó que eras un buen candidato a la Presidencia? No fue Cristina; ni siquiera hace falta reiterarlo. ¿Qué hacías en la sede del Obispo de Roma unos días antes de tu nominación? El cerebro de un buen jesuita trabaja en una frecuencia que la clase de los políticos argentinos no tiene ni el talento de medir la distancia que los separa. En un gesto de humildad, como corresponde a un pastor, Francisco dejó que se atribuyera a tu vicepresidenta el valor de la iniciativa. Jorge Luis Borges, al cotejar algunas versiones en torno a la traición de Judas, imagina que el infiel se impuso la delación, por considerar que no merecía compartir la gloria con Dios'.
4. 'No le debes nada a nadie. Ni siquiera a Francisco, cuya única obsesión desde el primer día consistió en soñar con la reconstrucción argentina de la nación católica. Imítalo: sé un símbolo de paz, como las palomas, y desconfiado como la Serpiente. Él te ha elegido a ti, porque el medio idóneo para su objetivo no puede ser otro que el justicialismo, pero el de un converso, para usufructuar la firmeza de convicciones y la ilusión en la cercanía del Reino que los caracteriza'.
5. 'A lo largo de estos días, se ha vuelto a resucitar a Gramsci. La izquierda -o, mejor dicho, cierta izquierda; más preciso todavía: los restos supervivientes de la izquierda autóctona- defiende la validez de la corrección táctica sugerida por el preso italiano: no existe un camino a la revolución a través de la lucha armada. El objetivo central debe ser controlar la producción cultural, a fin de crear el estado de conciencia colectivo que preparará el acceso al Poder. En ese sentido, la entrega al progresismo de los medios estatales de comunicación y de los organismos gubernamentales de fomento artístico, así como el tendido de puentes con los organizaciones de derechos humanos y la designación de dirigentes afines en el organigrama burocrático, constituyen una manojo de decisiones inteligentes: ratifican el juego pendular propio del ADN del Movimiento, esterilizan por un tiempo la tentación y la justificación de tomar la calle y, por fin, preparan un tránsito anestesiado para la fagocitación de la protesta.
En tu discurso inaugural ante el Congreso, has sabido compartir una mención apologética de Raúl Alfonsin, aunque preferiste omitir a Juan Domingo Perón. Fue una concesión graciosa al cristinismo, cuya Jefa Espiritual abomina del fundador del Movimiento, y lo cree responsable de la frustración del sueño maravilloso de una Argentina socialista'.
6. 'En tu relación con los Estados Unidos de América, aprovecha que ellos conocen las prácticas políticas argentinas. Tolerarán que construyas, para consumo interno, una pantomima de enfriamiento de los niveles de convivencia. Las visitas a Lula y a López Obrador tienen el valor de una puesta en escena, necesaria para allanar el camino hacia el convenio que ratificará la legitimidad de la deuda, especialmente con el Fondo Monetario Internacional. Comprenden que tus primeros movimientos tiendan a subir el precio de la fidelidad nacional al orden establecido. Destratarse con Bolsonaro, diferenciarse con una postura solitaria y proteica con respecto a Maduro, y ensayar algunas frases en chino mandarín, son maniobras paralelas y concordantes. No debes preocuparte por el fastidio emergente: el Departamento de Estado tiene asuntos más importantes para resolver en estos días. El sesenta por ciento del capital del FMI está jugado a las patas del corcel argentino; no sabemos si ello sucedió por acatamiento a una orden superior, o si fue una torpeza inconcebible. Dos años de gracia de los intereses de la deuda serán un precio sensato para enterrar la incógnita, y propiciar el festejo entre las partes.
Ha dicho Cervantes: ningún hombre está más dispuesto a la aventura, que el que sabe que no tiene un centavo en el bolsillo. En tu debilidad, radica toda tu fortaleza. Los EE.UU. adivinan cuál será la insinuación más dura que dejarás escurrir en los gabinetes de la negociación: el incendio de la Argentina implicaría un descalabro geopolítico que hará que las quemazones chilena y boliviana parezcan el alboroto de un puñado de ciudadanos revoltosos.
El ministerio más importante ha sido asignado a un oscuro profesor universitario que dicta clases en la universidad del acreedor, que jamás ejerció funciones administrativas en la estructura estatal, ni tiene pasado notorio en la actividad privada: su único capital radica en su condición de discípulo de Stiglitz, un epígono del progresismo estadounidense. La paradoja inducida es, otra vez, una pieza clave del proceso de conciliación; idea brillante que preserva la sugestión de que lideras una administración popular y, a la vez, advertido por pocos, la perpetuación de una autonomía restringida'.
7. 'La cuestión del aborto es un magnífico recurso para agregar temas en debate, ajenos a los remanidos y alienantes asuntos económicos. Debes impulsarlo, como alguna vez lo hizo Mauricio Macri, con idéntica finalidad. Ahora que Cristina ha variado su oposición inicial, es hora de llevar el tema al Parlamento, con el inteligente argumento de que se trata de una cuestión de salud pública.
También es atractivo poner en discusión la liberalización progresiva de estupefacientes. Aquí, el argumento astuto se sintetiza en vaticinar que la legalización abaratará el costo del insumo y, en consecuencia, dejará de ser el mejor negocio del mundo, como lo es hasta ahora. Los cárteles ya no tendrán razón de ser, y la totalidad del submundo mafioso referido a las drogas prohibidas se derrumbará.
Finalmente, debes impulsar la idea de que la sexualidad es un problema de percepción personal. Al desligar la dotación genital de la preferencia sexual, nuestra sociedad dará un salto de calidad notable, posicionándonos junto a las comunidades más evolucionadas del mundo. Es un razonamiento impecable, que concitará la simpatía de buena parte de los menores de treinta, como techo que puede aún ampliarse. Los medios de todo signo aplaudirán el coraje de plantear la cuestión y desafiar a los símbolos fósiles del antiguo régimen.
Estas tres iniciativas herirán a Francisco, y lo obligarán a aguzar el ingenio, para disimular la pérfida puñalada. Tienes que traicionarlo, aún cuando haya sido generoso contigo, porque la razón profunda de su magnanimidad es un proyecto personal que no te incluye, si no provisoriamente'.
8. 'No le debes nada a Francisco, excepto la Presidencia de la República. El sugirió en su momento el abrazo farisaico frente a la basílica lujanera. La escena tuvo por finalidad esencial blanquear la paternidad del experimento y, con respecto a mí, anunciarme que la batalla había comenzado'.
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@Atlante2008
Sobre Sergio Julio Nerguizian
De profesión Abogado, Sergio Julio Nerguizian oficia de colaborador en El Ojo Digital (Argentina) y otros medios del país. En su rol de columnista en la sección Política, explora la historia de las ideologías en la Argentina y el eventual fracaso de éstas. Sus columnas pueden accederse en éste link.