Este es el coronavirus de Xi Jinping; China deberá pagar
Luego de que el Congreso de los Estados Unidos aprobara, durante la semana pasada...
Luego de que el Congreso de los Estados Unidos aprobara, durante la semana pasada, un proyecto de US$ 2.2 billones (trillions, en inglés), con miras a construir un paquete de asistencia para millones de ciudadanos estadounidenses que vieron destruídos sus estilos de vida como resultado del coronavirus, ya el parlamento está conversando sobre otra iniciativa similar.
En cualquier caso, antes que echar más miles de millones de dólares que eventualmente representarán un costo tremendo para los contribuyentes de este país, deberíamos cobrarle ese cheque a quien corresponde. China debería pagar por los efectos provocados por el nuevo coronavirus, conforme esa nación permitió que el vector se diseminara -mientras sus representantes políticos se dedicaron a cubrir sus rastros, mintiéndole al mundo.
COVID-19, esto es, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, continúa amplificándose alrededor del globo, cobrándose miles de vidas y golpeando con severidad a la economía mundial. Ni siquiera invirtiendo su mayor esfuerzo, los medios de comunicación podrán responsabilizar al presidente Donald Trump por esta crisis.
El contagioso virus se originó en China, y el Partido Comunista Chino lo ocultó al mundo durante semanas, permitiendo que el vector se diseminara sin ser detectado, en miles de sitios turísticos en el planeta, y en las ciudades de los Estados Unidos de América. Como resultado, una cifra récord de ciudadanos estadounidenses ahora se encuentran desempleados en todo el territorio nacional, conforme los negocios deben interrumpir abruptamente sus operaciones.
Una cifra aproximada de 206.200 ciudadanos en los Estados Unidos han arrojado resultado positivo por infección de COVID-19 hacia éste miércoles por la tarde, mientras que 3.685 han perdido la vida, de acuerdo con el Centro de Recursos sobre Coronavirus en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Aún cuando el presidente Trump respondió con firmeza el pasado 31 de enero, clausurando el transporte aéreo desde y hacia China, el coronavirus ya se había diseminado, mucho más allá de nuestro control. A consecuencia del comportamiento dual del presidente chino Xi Jinping, la ciudadanía estadounidense corre contra reloj para interrumpir la amplificación del virus.
El coronavirus obligó al Congreso a aprobar tres proyectos, los cuales totalizan paquetes de asistencia por más de US$ 2.26 billones (nuevamente: trillions, en inglés).
Asimismo, el Congreso asignó partidas por US$ 8.3 mil millones a inicios del mes de marzo; el presidente autorizó la asignación de otros US$ 50 mil millones extra, mientras que declaró la emergencia nacional; y, acto seguido, el Congreso votó en favor de sumar al paquete otros US$ 2.2 billones -el viernes pasado.
Naturalmente, esto sin contar el costo incurrido por el Acta de Respuesta a las Familias Frente al Coronavirus, aprobada el 18 de marzo, y para el cual aún no se cuenta con estimaciones confiables.
No obstante, ¿por qué deberíamos nosotros hacernos cargo de la cuenta?
Si Usted tiene una hipoteca y una cuenta bancaria de ahorros en el mismo banco, y Usted no paga la hipoteca, el banco se apropiará de su cuenta de ahorros para proceder al repago de la deuda. Hoy mismo, la operatoria no es muy diferente.
China ha invertido US$ 1.7 mil millones en bonos del tesoro estadounidense. Ahora, ha incurrido en deuda con nuestro gobierno, en virtud de lo que ha hecho -o, más bien, por lo que prefirió no hacer- con el virus. Estados Unidos debería retener los pagos sobre nuestros intereses de deuda a China, hasta que Pekín pague por su responsabilidad.
No obstante, al diseminar este virus, China no solo ha dejado impaga una hipoteca. Ha hecho lo propio con cada nación de la Tierra que se ha visto afectada por el vector.
Y, aún cuando nosotros desde los Estados Unidos nos arrogamos ser los líderes del mundo libre, lo cierto es que nos hemos convertido en complacientes testigos de esto.
Hemos visto cómo los chinos nos mintieron en la cara en relación a las cifras reales de pacientes infectados -y muertes- en su propio país, poco después de que Pekín eyectara a periodistas estadounidenses que trabajaban allí.
Nos hemos sentado a mirar, mientras que un funcionario de la Cancillería china compartió la absurda y deleznable teoría de que nuestros valientes soldados fueron los responsables por el virus cuyo verdadero origen fue Wuhan, capital de la provincia china de Hubei.
Al final del partido, cuando la última palabra sea dicha, muy probablemente nos hayamos gastado más dinero que el representado por el presupuesto anual de nuestro país, para ayudar a detener el virus que Xi Jinping ocultó.
Este virus le pertenece al Partido Comunista Chino. Este es el virus de Xi. Y él deberá pagar por ello.
Artículo original, en inglés
* Mark Green (@RepMarkGreen) es veterano de guerra en Irak y Afganistán. Doctor en medicina en emergencias, se desempeña actualmente como legislador de los Estados Unidos por el Séptimo Distrito Legislativo del estado de Tennessee. Asimismo, es integrante de los comités de Seguridad Interior y de Supervisión y Reformas, ambos en la Cámara de Representantes del Congreso de los EE.UU..