Es hora de revitalizar la libertad económica en los Estados Unidos
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de los EE.UU., subrayó -en ocasión...
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de los EE.UU., subrayó -en ocasión de una reciente audiencia frente al Comité de Asuntos Bancarios en el Senado- que 'el mejor modo en que la Reserva Federal puede ayudar a reducir la desigualad racial es devolviendo el mercado laboral estadounidense a su status pre-coronavirus'.
En efecto, el fortalecimiento de un floreciente mercado laboral a través de la promoción de mayor libertad económica es el factor crítico en la reducción de la pobreza, la dependencia de los ciudadanos frente al gobierno, y en otros males sociales.
Previo a la presente pandemia de coronavirus, la economía estadounidense transitaba la mayor expansión de su historia, beneficiando y empoderando a muchos, mayormente ciudadanos pertenecientes a los sectores de ingresos inferiores y de menores capacidades técnicas.
El crecimiento de la inversión, en el número de puestos de trabajo, y en la confianza frente a la economía tuvieron lugar inmediatamente después del Acta para Recorte de Impuestos en el Empleo de 2017, instancia en la que tuvo lugar una dramática reorientación del Estado americano, que hizo a un lado un concierto de pesadas cargas regulatorias.
La economía estadounidense sumó 2.5 millones de empleos en mayo pasado, revirtiendo la infortunada tendencia que luego se dio durante tres meses, en virtud del brote de coronavirus. Adicionalmente, la tasa de desempleo se precipitó a 13.3%.
El rebote, que tuvo lugar antes de lo esperado, muy probablemente se deba al hecho de que muchos ciudadanos están ahora listos para volver a involucrarse con sus comunidades y la vida comercial. A pesar de la muy bienvenida sorpresa, es innegable que más de veinte millones de ciudadanos estadounidenses hoy no tienen empleo, y que el gobierno no podrá sostener sus ingresos económicos indefinidamente.
Junto con la evolución del mercado laboral, que modificó la tendencia que se observaba previo al COVID-19, mucho queda aún por hacer. Los tomadores de decisión cuentan ahora con la oportunidad única -y la obligación- de garantizar que la recuperación sea más veloz que lo previsto. El sector de los emprendedores en los Estados Unidos deberá liderar el proceso de recuperación económica, sin que se vea obstaculizado por perturbaciones a la inversión, a la chance de recontratar personal, y pudiendo retomar la producción y el comercio.
Uno de los más inmediatos puntos de partida exige convertir en permanente al Acta de Recorte de Impuestos sobre el Empleo. El incremento de impuestos y tributos solo perjudicará a trabajadores y consumidores. Todo aumento de impuestos implica que las personas trabajarán menos, consumirán menos y ahorrarán menos -lo cual redundará en una economía menos dinámica.
Mantener reducidos los índices de presión fiscal es fundamental a la hora de alentar a todo proceso de innovación y de actividad emprendedora; y es el camino principal para la promoción de prosperidad y libertad laboral.
Igualmente importante es propiciar un retroceso de todo mecanismo regulatorio, que impidió la consolidación de nuevas inversiones en décadas pasadas. Hoy más que nunca, es preciso eliminar regulaciones y normativas ineficientes, por cuanto ello ayudará a reducir los costos para nuevas inversiones, aportando eficiencia y una mayor certeza en los negocios.
De acuerdo al Indice de Libertad Económica -desarrollado por el think tank estadounidense The Heritage Foundation, la libertad económica perdida en los EE.UU. ha sido, de alguna manera, retomada gracias a las políticas oficiales pro-crecimiento de años recientes.
Sin embargo, y conforme lo ha recordado la presidente de Heritage, Kay C. James, en su reciente informe intitulado, 'Recuperar a los Estados Unidos como Tierra de Libertad', los ciudadanos de los EE.UU. son afortunados, por poder vivir en un país cuyos Fundadores comprendían la importancia de la libertad y de la libertad económica irrestricta. La sociedad americana y el estándar de vida de sus ciudadanos han florecido gracias a ese legado.
No obstante, la libertad en general y la libertad económica en particular, siempre se encuentran en riesgo, ya fuere debido a masivos proyectos de gasto público que, a la postre, sumergen en más deuda a los ciudadanos; o debido a regulaciones estatales que, en apariencia inocuas, provocan perjuicios.
La promoción de libertad económica en los Estados Unidos implica trabajar para resguardar esos valores para, velozmente, revitalizar el extraordinario dinamismo que el país ha sabido disfrutar en tiempos recientes.
Artículo original, en inglés
Es investigador de temas económicos en la Fundación Heritage, Washington, D.C., con foco en librecomercio y libertad económica. Como analista senior de libertad económica en el Centro para el Comercio Internacional y la Economía (CITE), Kim es responsable principal de coordinación para la preparación del Indice de Libertad Económica. Sus trabajos son publicados en el sitio web The Daily Signal.