ECONOMIA INTERNACIONAL: JAMES M. ROBERTS

Colombia y los beneficios de contar con una mayor libertad económica

Hacia fines de abril, Colombia se convirtió en el trigesimoséptimo país en unirse a la OCDE...

18 de Julio de 2020

 

Hacia fines de abril, Colombia se convirtió en el trigesimoséptimo país en unirse a la OCDE (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo), habiendo completado exitosamente un proceso que diera inicio en 2013.

Medellín, ColombiaToda vez que es cierto que esa organización está lejos de ser perfecta, conforme numerosos informes publicados por el think tank estadounidense The Heritage Foundation lo han apuntado, la OCDE continúa siendo el órgano internacional que más se ocupa de promocionar los valores de la libertad económica.

El puntaje de Colombia en este apartado es de 69.2 unidades sobre cien, lo cual sitúa a esta nación como la 45a. economía más libre entre 180 evaluadas en la edición 2020 del Indice de Libertad Económica, desarrollado por Heritage. En las Américas, Colombia se ubica en el cuarto escalafón, en tanto su puntaje global se encuentra muy por encima del promedio a nivel regional y en el concierto internacional.

Gracias a las mejoras cosechadas por Colombia en 2020, la posibilidad de que su economía eventualmente vuelva a posicionarse entre las economías más libres del planeta (lo cual lograría de obtener un ránking de 70 unidades o más) se ha incrementado. La última vez que Colombia se anotó en ese selecto grupo de naciones fue durante 2016.

Dado el rol central que el comercio ocupa en su economía, es comprensible que Colombia se encuentre entre los miembros fundadores de la Alianza del Pacífico, habiendo consolidado acuerdos de libre comercio con los Estados Unidos y con otros muchos países. Infortunadamente, Colombia también es el primer productor mundial -y exportador- de cocaína.

La membresía en la OCDE debería ayudar a esta nación a potenciar la implementación de reformas adicionales -ciertamente necesarias- en los andariveles fiscal, constitucional, judicial y otros, que mejorarían la eficiencia judicial y la integridad gubernamental.

El sistema judicial en particular, continúa plagado de corrupción, episodios de sobornos, influencias non sanctas y abusos, de parte de insiders que trafican con información privilegiada.

En general, la violencia y la corrupción engendradas por el contrabando de estupefacientes continúan erosionando a la institución judicial y a otras áreas del gobierno.

La creciente polarización política y el impacto recurrentemente negativo de la migración proveniente desde Venezuela, sin embargo, también hacen difícil la implementación de las citadas reformas.

Adicionalmente, la economía se ha visto negativamente afectada por la caída en el precio de ciertas commodities como el crudo y otras, a consecuencia de la pandemia de COVID-19.

El hecho de que, aproximadamente, la mitad de la fuerza laboral se desempeñe en el ámbito de la economía informal ha significado una menor percepción de impuestos para el gobierno, y prospectos más reducidos para que los trabajadores se acerquen a la economía formal.

En el mes de junio, el Fondo Monetario Internacional informó que las regiones de América Latina y el Caribe deben lidiar con la recesión más marcada de que se tenga memoria, con los pronósticos para ambas regiones consignando un retroceso del 9.3% hacia finales de 2020.

Aún cuando no lo plantee de manera explícita, surge del informe que las naciones con mayores índices de libertad económica podrán hacer frente de mejor manera a la crisis.

Por ejemplo, el FMI apunta que Chile, Perú y Colombia tenían los recursos financieros para sobrellevar medidas de emergencia, como ser la prestación de subsidios y garantías, al igual que créditos para asistir a empresas medianas y pequeñas.

Las economías de esas tres naciones se ubican entre las que exhiben una mayor libertad económica en las Américas, y también se encuentran bien posicionadas en materia fiscal. A la postre, no es un accidente que sus respectivos gobiernos cuenten con recursos adicionales para lidiar con las dificultades.

Mientras continúa recuperándose de la pandemia, Colombia ha probado ser una economía resiliente, y comprometida con futuras reformas.

Como flamante miembro de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, Colombia se muestra hoy como un gran ejemplo frente a otras naciones, al momento de exponer los beneficios de contar con una mayor libertad económica.



Artículo original, en inglés

 

Sobre James M. Roberts

Es Analista en temáticas de Libertad Económica y Crecimiento en el Centro para Comercio Internacional y Economía (CITE). Responsable de tareas de investigación, desarrollo y análisis del Indice de Libertad Económica (desarrollado en conjunto entre la Fundación Heritage y The Wall Street Journal). Sirvió durante 25 años en el Departamento de Estado, desempeñándose en el servicio exterior en las embajadas de los Estados Unidos en México, Portugal, Francia, Panamá y Haití