ECONOMIA INTERNACIONAL: STEVE H. HANKE

Es hora de clausurar los bancos centrales, y dolarizar

Los bancos centrales emiten moneda, y ejercen amplia discrecionalidad...

06 de Agosto de 2020

 

Los bancos centrales emiten moneda, y ejercen amplia discrecionalidad en torno a la conducción de la política monetaria. Aunque están presentes en todas partes hoy, los bancos centrales son arreglos institucionales relativamente nuevos. En 1900, solo habían 18 bancos centrales en el mundo. Hacia 1940, 40 países los tenían; hoy, existen 160. 
 
Panamá, DolarizaciónPrevio al auge de la banca central (el nacionalismo monetario), el mundo estaba dominado por áreas monetarias unificadas, o bloques, el más grande de los cuales era el bloque de la libra esterlina. Ya desde 1937, el gran economista austriaco y ganador del Premio Nobel Friedrich von Hayek advirtió acerca de la moda de la banca central; señaló el economista que, de prorrogarse el sistema de bancos centrales, éste conduciría al caos monetario y a una amplificación de las crisis bancarias. Sus advertencias fueron justificadas. Las crisis monetarias y bancarias han plagado al sistema financiero internacional con cada vez mayor fuerza y frecuencia. De hecho, para la gran mayoría de los países de mercados emergentes con bancos centrales, los flujos de dinero caliente son frecuentes, así como también las crisis bancarias domésticas y del tipo de cambio. ¿Qué se puede hacer? 
 
Las respuesta obvia es que los países emergentes vulnerables eliminen sus bancos centrales y monedas domésticas, reemplazándolas con una moneda extranjera fuerte. Hoy, 32 países están 'dolarizados' y dependen de una moneda extranjera como moneda de curso legal. 
 
Panamá, que dolarizó en 1903, ilustra las características importantes de una economía dolarizada. Al unirse el bloque del dólar de los Estados Unidos, Panamá eliminó el riesgo cambiario y la posibilidad de una crisis monetaria en relación del dólar estadounidense. Adicionalmente, la probabilidad de ocurrencia de crisis bancarias se encuentra en gran medida mitigada, en razón de que el sistema bancario de Panamá está integrado al sistema financiero del resto del mundo.

La naturaleza de los bancos que tienen licencias generales proveen la clave para entender cómo el sistema integral funciona de manera fluida. Cuando las carteras de estos bancos exhiben equilibrio, a ellos les resulta indiferente -en el margen- desplegar su liquidez (prestando o pidiendo prestado) en el mercado doméstico, o bien hacerlo en el extranjero. Conforme la liquidez (el potencial de creación de crédito) de estos bancos se modifica, ellos evalúan las tasas de retorno ajustadas al riesgo, tanto en el mercado doméstico como en el internacional, y ajustan sus carteras en consecuencia. La liquidez en exceso es desplegada a nivel doméstico si los retornos ajustados para el riesgo a nivel local exceden aquellos en el mercado internacional. Es desplegada a nivel internacional, si los retornos ajustados para el riesgo en el mercado internacional exceden aquellos del mercado doméstico. Este proceso se pone en reversa cuando los déficits de liquidez surgen en los bancos panameños.
 
El ajuste de las carteras de los bancos es el mecanismo que permite que exista un flujo sin contratiempos de la liquidez (y el crédito) hacia y desde el sistema bancario (y la economía). En pocas palabras, los excesos o déficits de liquidez en el sistema son rápidamente eliminados, porque a los bancos les da igual si desplegar su liquidez en el mercado doméstico o internacional. Panamá puede ser visto como un pequeño lago conectado a través de sus sistema bancario a un gigantesco océano internacional de liquidez. Entre otras cosas, esta estructura hace que la función tradicional de prestamista de última instancia desempeñada por los bancos centrales se vuelva innecesaria. Cuando las tasas de retorno ajustadas para el riesgo en Panamá exceden aquellas en el exterior, Panamá se nutre del océano internacional de liquidez y, cuando los retornos en el exterior exceden aquellos de Panamá, Panamá agrega liquidez (crédito) al océano en el extranjero.
 
Para continuar la analogía, el sistema bancario de Panamá actúa como el Canal de Panamá, a efectos de mantener los niveles de agua entre dos cuerpos de agua en equilibrio. No debería sorprender que, dado éste grado de integración financiera, prácticamente no se evidencie correlación entre el nivel del crédito concedido a los panameños y los depósitos en Panamá. El resultado del sistema monetario dolarizado de Panamá y de un sistema financiero internacionalmente integrado han sido excelentes, cuando se los compara con otros países de mercados emergentes:
 
-Las tasas de interés son similares a aquellas de los mercados mundiales, ajustadas para los costos de transacción y el riesgo.
-Las tasas de inflación han sido ligeramente más bajas que aquellas de EE.UU.
-El tipo de cambio real de Panamá ha sido notablemente estable, y ha estado en una tendencia a la depreciación en relación a los Estados Unidos.

El sistema bancario de Panamá, que opera sin un banco central como prestamista de última instancia, ha demostrado ser extremadamente resiliente. De hecho, ha sobrellevado una importante crisis política entre Panamá y EE.UU. en 1988, y logró una sólida recuperación para principios del 2000.
 
Los países de mercados emergentes deberían seguir el ejemplo de Panamá y 'dolarizar'.

La mayoría de los bancos centrales en los países emergentes producen monedas basura, crisis bancarias, inestabilidad, y miseria económica. Estos bancos centrales deberían haber sido clausurados y colocados en un museo, hace ya mucho tiempo.

 
Sobre Steve H. Hanke

Profesor de Economía Aplicada y co-director del Institute for Applied Economics, Global Health, and the Study of Business Enterprise en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore. El profesor Hanke es también Académico Titular en el Cato Institute en Washington, D.C.; profesor distinguido en la Universidad Pelita Harapan en Jakarta, Indonesia: Asesor Titular en la Universidad Renmin del Instituto de Investigación Monetaria Internacional en Beijing, China; Consejero Especial para el Centro de Estabilidad Financiera en New York; miembro del Consejo de Asesoría Internacional del Banco Nacional de Kuwait (presidido por Sir John Mayor); miembro del Consejo de Asesoría Financiera de los Emiratos Arabes Unidos y editor contribuyente de la revista Globe, Asia.