INTERNACIONALES: CHRISTIAN RIOS M.

Colombia y las Reservas Activas: 'La Patria, por encima de los partidos'

A lo largo de los últimos años, las reservas activas de las Fuerzas Militares y de Policía en Colombia...

11 de Octubre de 2020

 

A lo largo de los últimos años, las reservas activas de las Fuerzas Militares y de Policía en Colombia han venido presentando una serie de inconvenientes en materia de salud, con su asignación de retiro, vivienda militar y aspectos de seguridad física y social, en los que han venido siendo vulnerados. En la actualidad, se conoce la existencia de un gran número de agremiaciones que hacen parte de estas reservas, en donde militares y policías en retiro se encuentran organizados a efectos de desarrollar agendas de tipo académico, comunicacional, de respaldo a las fuerzas activas en las diferentes regiones del país y, como es lógico, abrazándose también a la búsqueda incesante de representación política, con el loable fin de hacer valer sus derechos.

Colombia, Fuerzas MilitaresDentro de ese juego político, a los que han entrado careciendo de la experiencia y experticia necesaria que esto requiere –conforme han sido entrenados para afrontar lo militar y policial, mas no para desempeñarse en la arena dirigencial- se han unido a grupos y partidos que, en efecto, han sido de atractivo gracias a su discurso pro fuerza pública. Razón por la cual han centrado la atención en líderes de discurso demagógico y de corte populista, cuyas campañas electorales enarbolan y hacen como suyas las causas de los héroes en retiro y alzan sus banderas jurando ser la mejor opción para ser su representación, elevando su voz ante el Congreso. Se asiste, pues, al acto repetitivo de una historia sin fin de utilitarismo político y extendidas promesas sin cumplir.

En rigor, tanto las Fuerzas Militares como de policía, junto con sus reservas activas, carecen de representación en el parlamento, y tienen por costumbre el ser engañadas por una politiquería vociferante que jamás abandona su discurso simplista y mentiroso. Esto es parte de la misma realidad que, ante los errores operacionales, abandona a los soldados y en donde ni siquiera se evidencian fallas propias del servicio. Antes, bien; se asiste al subproducto de una guerra jurídica y política sin cuartel. En esta circunstancia, los pretendidos adalides políticos deben de hacer valer en oro su cargo de representación en el congreso, y hacer valer los votos adquiridos en su otrora campaña electoral. Sin embargo, cobarde y desvergonzadamente han entregado las banderas que alguna vez prometieron defender.

También como parte de este contexto, el sistema de salud es paupérrimo, mientras que las prestaciones sociales ofrecidas se exhiben como un crudo atentado a la moral de un puñado de hombres que ofrecieron su vida por la Patria. Las viviendas militares de familias de soldados profesionales y suboficiales se encuentran hoy situadas en barrios en los que pulula el microtráfico y los combos delincuenciales, sectores denominados en el argot popular como “ollas”. Este elemento viene siendo objeto de amenazas constantes, al punto de generar desplazamiento forzado de sus familias, las cuales quedan en todo desprotegidas. Las asignaciones de retiro -la Sección Segunda del Consejo de Estado refiere que la asignación de retiro es una prestación de naturaleza económica que surge de la relación laboral administrativa existente entre el Estado y los miembros de la fuerza pública (Fuerzas Militares y Policía Nacional)- corren el riesgo de ser usurpadas, y se encuentran a la merced de algún gobierno de agenda de extrema izquierda que eventualmente buscará modificarlas.

La solución invita a dejar de creer en esas promesas de políticos mezquinos, y a poner manos a la obra en la faena propiamente dicha, en la que se puedan nombrar dentro de las agremiaciones candidatos que ejecuten una representación real y verdadera de la institucionalidad activa y, en efecto, de sus propias reservas. Se cuenta entonces en su interior con personas de gran calidad y talento humano; más que respetables y nutridas hojas de vida y, hombres y mujeres que siempre han servido con desinterés a la Nación. Se trata de héroes que comprenden y se abrazan al valor del servicio, y que han desatendido a sus familias a raíz del cumplimiento de la misión institucional y de los intereses del Estado.

Será, entonces, hora de dejar de creer en el discurso de la dirigencia política, y de dejar de hacerle el juego a este elemento, especialmente cuando ninguno de ellos ha vestido jamás un uniforme por la Patria. Nada conocen de honor; menos, sobre lealtad.

Es momento para consolidar la unión de las reservas, haciéndose a un lado los egos de cada grado, para erigir un frente común que sirva efectivamente para hacer frente a los tiempos difíciles que se avecinan. Habrá de proponerse la construcción de agendas conjuntas, desde las que puedan unificarse objetivos que genuinamente atiendan al bienestar del  país. Nadie conoce palmo a palmo el territorio nacional como los héroes del servicio activo y de sus reservas. Estos portan un conocimiento prudencial y abarcativo de hace a las problemáticas reales de una política de gobierno que se esmera en marginar cualquier compromiso con las zonas más apartadas del territorio colombiano. Nadie hay como los soldados y policías de Colombia, de nuestra propia sangre popular y provenientes de las extracciones más humildes de nuestras veredas, corregimientos, pueblos y barrios. Son los mismos uniformados quienes, nacidos bajo la adversidad, se decidieron a portar el uniforme para construir Patria. En efecto, se aproxima la hora de las reservas activas de la fuerza pública.

Será lícito finalizar con una cita del jefe militar y político Benjamín Herrera Cortés (1850-1924), reconocido como estratega militar durante la guerra de los mil días, en la que pactó posteriormente la paz en el acorazado Wisconsin, en la bahía de Panamá, un 21 de noviembre de 1902. Sentencia que, como nunca antes, habrá de convertirse en una verdadera consigna para las reservas de Colombia: 'La Patria está por encima de los partidos'.


 
Sobre Christian Ríos M.

Ríos es Politólogo Internacionalista de la Universidad Militar Nueva Granada, Profesional en Ciencias Militares de la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, y Administrador de Empresas; magister en Estrategia y Geopolítica en la Escuela Superior de Guerra- Colombia, en 'Estrategia y Geopolítica'. Es analista político, docente y columnista en el periódico El Quindiano (Armenia, Colombia) y en El Ojo Digital. Es Oficial en Retiro del Ejército Nacional de Colombia.