Al respecto de los recientes ataques terroristas en Francia

Samuel Paty fue brutalmente decapitado el pasado 16 de octubre, fuera de una escuela de nivel medio -situada en el norte de un suburbio parisino, donde trabajaba. Paty, de 47 años de edad -de profesión maestro de historia y geografía- fue atacado por un joven musulmán de 18 años, perturbado porque Paty había decidido exhibir, en su clase, una serie de controvertidas historietas desarrolladas por la revista satírica Charlie Hebdo.

El incidente con Paty rápidamente se convertiría en un subcapítulo de una novedosa oleada de violencia islamista en Francia. Este 29 de octubre, un atacante solitario ingresó a una iglesia y asesinó a tres asistentes a misa en Niza. Una de las víctimas fue 'virtualmente decapitada' en forma similiar a lo sucedido con el ciudadano Paty. Se informó que el sospechoso reiteró la sentencia 'Allahu Akbar', cántico islámico que significa 'Dios es grande', una y otra vez.

Estos violentos incidentes siguieron al ataque registrado el 25 de septiembre pasado, evento en el cual otro joven paquistaní se acercó a dos transeúntes ocasionales en el onceavo Arrondissement (el distrito administrativo del gobierno) en París, atacándolos con un cuchillo, finalizando las víctimas en un hospital y acusando serias heridas.

París no es una ciudad ajena a los delitos violentos, aunque ha de consignarse que estos no fueron ataques al azar. El episodio de septiembre tuvo lugar a metros de las antiguas oficinas de Charlie Hebdo, sitio donde, cinco años atrás, un núcleo de islamistas se cobraron la vida de doce personas, hiriendo a otras once en el proceso.

En aquel entonces, los terroristas señalaron que habían actuado en respuesta a la descripción que la revista hiciera del Profeta Mahoma, lo cual percibieron como una burla al Islam.

Ese ataque inició una seguidilla de violencia yijadista en Francia, que involucró un escenario con rehenes en el interior de un supermercado kosher, oportunidad en la que un homicida armado asesinó a cuatro clientes de origen judío, previo a ser ultimado por las fuerzas de policía.

El adolescente de origen paquistaní que perpetró el ataque dle 25 de septiembre declamó que sus violentas acciones se dieron 'en el contexto de la republicación de las historietas'. En rigor, esas historietas son exactamente las mismas imágenes del Profeta Mahoma que los atacantes emplearon como argumento para, en 2015, arremeter con su propio raíd homicida.

Los dos ataques más recientes muy probablemente constituyen una secuencia complementaria del proceso judicial sancionado contra catorce personas, sospechosas de haber asistido a los terroristas a efectos de que estos últimos ejecutaran los atentados de Charlie Hebdo y en el supermercado kosher. El juicio comenzó hacia fines del pasado mes de septiembre.

A criterio de conmemorar a las víctimas, y acaso con actitud desafiante, Charlie Hebdo decidió republicar algunas de las viñetas originales que motivaron la masacre de 2015.

A la luz de los homicidios de Charlie Hebdo, Francia se topa con una nueva realidad, en la que el terrorismo islamista ya se ha abrazado definitivamente al inconsciente colectivo nacional. Los ciudadanos franceses se encuentran hoy en riesgo extremo, de ser tomados como víctimas de extremistas de origen musulmán.

Conforme lo observara un trabajo de investigación desarrollado por el experto en políticas y acciones contraterroristas Robin Simcox, 'La amenaza en Francia se ha venido incrementando con fuerza, año tras año... Esto no se trata ya de un incremento en la cifra de atentados con los que Europa debe lidiar en términos generales. Más de un cuarto de la totalidad de los episodios de violencia extremista islámica (esto es, el 27%) registrados durante 2014, se concentraron en territorio francés'.

Poco después, agregaría Simcox: 'Tuvieron lugar quince atentados y ataques en 2014; 38 en 2015; y 59 en 2016'.

Emmanuel Macron, presidente del país, ha condenado firmemente los episodios de violencia, subrayando la vocación de Francia a la hora de respetar la libertad de expresión. En oportunidad de conceder un discurso en la universidad parisina de La Sorbona -a efectos de honrar la memoria del ciudadano Paty-, Macron la emprendió contra los terroristas islamistas, calificándolos de 'cobardes' y 'bárbaros'.

Al día siguiente, Macron comunicó su intención de atacar de raíz a la oleada creciente de extremismo islamista en su país. Anunció el mandatario su intención de disolver el grupo pro-terrorista Cheikh Yassine Collective, núcleo creado por activistas islamistas que terminaron por cobrarse la vida de Paty, y también espectro de donde partió el individuo que sería luego abatido por la policía.

Nile Gardiner, director del Centro Margaret Thatcher para la Libertad -en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C.-, elogió la determinación de Macron a la hora de comunicar su prerrogativa de combatir al terrorismo islamista.

'La decisión del Presidente Macron de, activamente, clausurar la actividad de núcleos pro-terroristas en Francia, remite a un paso importante con miras a impedir el accionar de la violencia islamista', subrayó. 'Las fuerzas antiterroristas de Francia se encuentran entre las mejores del mundo, y están más que bien preparadas para resguardar el bienestar del pueblo francés', agregó.

Artículo original, en inglés

* El autor, Douglas K. Blair, se desempeña como asistente administrativo de Comunicaciones, en el think tank estadounidense The Heritage Foundation, en Washington, D.C.