Elecciones en Ecuador, último escollo para el socialismo latinoamericano
El triunfo del Movimiento al Socialismo (MAS), en las elecciones presidenciales de Bolivia...
09 de Noviembre de 2020
El triunfo del Movimiento al Socialismo (MAS), en las elecciones presidenciales de Bolivia y la aplastante derrota del plebiscito en Chile, evidencian claramente las próximas jugadas en el ajedrez político del Grupo de Puebla y del Foro de Sao Paulo en la región.
De tal suerte que la planificación regional se intensifica, en busca de mejores estrategias que permitan alcanzar otra victoria sobre las frágiles democracias regionales. Los gobiernos que mantienen posiciones contrarias al castro-chavismo o a las tesis socialistas constituyen los objetivos a ser destruidos democráticamente, con recursos del crimen organizado transnacional.
El Ecuador, otra geografìa que evidencia un gran potencial para la desestabilización, corrupción e impunidad judicial, está hoy en la mira. Su débil estructura gubernamental no representa mayores inconvenientes para una maquinaria socialista que se fusiona rápida e ideológicamente en el continente y que quiere retomar el control de los espacios perdidos.
Así las cosas, no existe mejor laboratorio que lo sucedido en Bolivia y Chile, para materializar la toma de poder en el próximo proceso eleccionario. El fraccionamiento electoral generado por falsos caudillos políticos será su aliado, y la falta de conciencia nacional, su leal compañero de campaña.
Los binomios presidenciales no pueden apreciar la amenaza que se avecina; entienden aquéllos que será fácil derrotar a sus adversarios de izquierda; esto, si bien parece certero, contribuye a un escenario irreal de fractura en donde el socialismo disfruta de vinculaciones ideológicas más sólidas que el sentimiento nacional. Su pertenencia a la superestructura del socialismo regional les subordina a sus decisiones.
Ecuador se juega la última partida de libertades y derechos en estas elecciones. Las campañas ya están en desarrollo, con acusaciones, difamaciones, y promesas irreales que buscarán convencer a los incautos electores; se multiplican los programas de gobierno imaginarios alejados de lo que verdaderamente necesita el país. Y todo es válido, porque las vanidades personales cotizan mejor que el sentimiento de Patria.
Ecuador sin darse cuenta constituye el referente para cambiar los destinos de América Latina, o seguir caminando al cadalso socialista que ya han elegido Bolivia y Chile.
De tal suerte que la planificación regional se intensifica, en busca de mejores estrategias que permitan alcanzar otra victoria sobre las frágiles democracias regionales. Los gobiernos que mantienen posiciones contrarias al castro-chavismo o a las tesis socialistas constituyen los objetivos a ser destruidos democráticamente, con recursos del crimen organizado transnacional.
El Ecuador, otra geografìa que evidencia un gran potencial para la desestabilización, corrupción e impunidad judicial, está hoy en la mira. Su débil estructura gubernamental no representa mayores inconvenientes para una maquinaria socialista que se fusiona rápida e ideológicamente en el continente y que quiere retomar el control de los espacios perdidos.
Así las cosas, no existe mejor laboratorio que lo sucedido en Bolivia y Chile, para materializar la toma de poder en el próximo proceso eleccionario. El fraccionamiento electoral generado por falsos caudillos políticos será su aliado, y la falta de conciencia nacional, su leal compañero de campaña.
Los binomios presidenciales no pueden apreciar la amenaza que se avecina; entienden aquéllos que será fácil derrotar a sus adversarios de izquierda; esto, si bien parece certero, contribuye a un escenario irreal de fractura en donde el socialismo disfruta de vinculaciones ideológicas más sólidas que el sentimiento nacional. Su pertenencia a la superestructura del socialismo regional les subordina a sus decisiones.
Ecuador se juega la última partida de libertades y derechos en estas elecciones. Las campañas ya están en desarrollo, con acusaciones, difamaciones, y promesas irreales que buscarán convencer a los incautos electores; se multiplican los programas de gobierno imaginarios alejados de lo que verdaderamente necesita el país. Y todo es válido, porque las vanidades personales cotizan mejor que el sentimiento de Patria.
Ecuador sin darse cuenta constituye el referente para cambiar los destinos de América Latina, o seguir caminando al cadalso socialista que ya han elegido Bolivia y Chile.
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@CoronelPazmino
Sobre Mario Pazmiño Silva
Mario Pazmiño Silva es Coronel (R) del Ejército del Ecuador. Cuenta con un Master en Seguridad y Desarrollo. Es Presidente del Centro de Análisis e Investigación Internacional, Consultor Internacional en Seguridad y Defensa. Oficia de Analista para diferentes medios de comunicación sobre temas de Terrorismo e Inteligencia, y desarrolla publicaciones para distintos medios de comunicación en América Latina. Su correo electrónico, aquí.