Joe Biden, buenismo y geoestrategia
Lo que hace a Estados Unidos la democracia paradigmática...
13 de Noviembre de 2020
Lo que hace a Estados Unidos la democracia paradigmática son sus sólidas instituciones, de manera particular su sistema de justicia y sus fuerzas militares, que dan valor a la ciudadanía de ese país. Mientras jueces y soldados mantengan su naturaleza y carácter, la república sobrevivirá, a pesar de los sacudones políticos.
En un probable gobierno de Joe Biden, la institucionalidad responsable de la seguridad estadounidense deberá lidiar con un renovado 'buenismo' estilo Barack Obama, y sus implicaciones para nosotros, los del sur.
Latinoamérica y la seguridad estadounidense
'En ninguna otra región del mundo, impacta más la seguridad y la prosperidad de los Estados Unidos tan directamente como en Latinoamérica y el Caribe', enfatiza Evan Ellis, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los EE.UU.. Y de esta región, el núcleo geopolítico integrado por Venezuela y Colombia, resulta el más crítico para la seguridad de la potencia.
El petróleo continúa siendo causa y origen de los mayores conflictos e inestabilidades del mundo contemporáneo (Bergier, Thomas, 1968), y Venezuela posee las mayores reservas de crudo del mundo. Colombia es el primer productor mundial de cocaína, asunto sobre el cual el escritor Roberto Saviano ('CeroCeroCero', 2014) advierte: 'El gran mercado que todos están esperando es el chino: cuando el ciudadano medio chino, empleado u obrero, pueda consumir cocaína, quien posea en ese momento 'el gramo chino', gobernará el mundo'. El gigante asiático posee las mayores clase media y millonarios del orbe, lo cual otorga sentido a la advertencia del autor italiano.
Caracas, que le adeuda unos US$ 60 mil millones, acaba de pedirle a China ayuda económica, tecnológica y científica, en una clásica movida imperial -cuando de intervencionismos se trata.
Incidentalmente, militares chinos ahora forman parte de un nuevo Consejo Militar, Científico y Técnico, en el que también participan rusos, iraníes y, por supuesto, cubanos. En Bogotá, la inversión directa de Pekín saltó a los US$ mil millones, particularmente en el rubro telecomunicaciones, aunque también en infraestructura y energía (la inversión estadounidense en este país es de US$ 6.571 millones). En ambas naciones, sectores de valor estratégico están cayendo en manos de China ('serio competidor', al decir de Biden) que, sin prisa pero sin pausa, está colonizando el patio trasero americano con dinero, negocios, cultura y diplomacia, mientras Washington despliega su poderío naval en otras regiones del globo, particularmente en el mar del sur de China y en el estrecho de Taiwán. Los militares chinos arribarán a la región a su tiempo, aunque ya han consolidado avances significativos.
Roma, Estados Unidos y China
En un probable gobierno de Joe Biden, la institucionalidad responsable de la seguridad estadounidense deberá lidiar con un renovado 'buenismo' estilo Barack Obama, y sus implicaciones para nosotros, los del sur.Latinoamérica y la seguridad estadounidense
'En ninguna otra región del mundo, impacta más la seguridad y la prosperidad de los Estados Unidos tan directamente como en Latinoamérica y el Caribe', enfatiza Evan Ellis, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de los EE.UU.. Y de esta región, el núcleo geopolítico integrado por Venezuela y Colombia, resulta el más crítico para la seguridad de la potencia.
El petróleo continúa siendo causa y origen de los mayores conflictos e inestabilidades del mundo contemporáneo (Bergier, Thomas, 1968), y Venezuela posee las mayores reservas de crudo del mundo. Colombia es el primer productor mundial de cocaína, asunto sobre el cual el escritor Roberto Saviano ('CeroCeroCero', 2014) advierte: 'El gran mercado que todos están esperando es el chino: cuando el ciudadano medio chino, empleado u obrero, pueda consumir cocaína, quien posea en ese momento 'el gramo chino', gobernará el mundo'. El gigante asiático posee las mayores clase media y millonarios del orbe, lo cual otorga sentido a la advertencia del autor italiano.
Caracas, que le adeuda unos US$ 60 mil millones, acaba de pedirle a China ayuda económica, tecnológica y científica, en una clásica movida imperial -cuando de intervencionismos se trata.
Incidentalmente, militares chinos ahora forman parte de un nuevo Consejo Militar, Científico y Técnico, en el que también participan rusos, iraníes y, por supuesto, cubanos. En Bogotá, la inversión directa de Pekín saltó a los US$ mil millones, particularmente en el rubro telecomunicaciones, aunque también en infraestructura y energía (la inversión estadounidense en este país es de US$ 6.571 millones). En ambas naciones, sectores de valor estratégico están cayendo en manos de China ('serio competidor', al decir de Biden) que, sin prisa pero sin pausa, está colonizando el patio trasero americano con dinero, negocios, cultura y diplomacia, mientras Washington despliega su poderío naval en otras regiones del globo, particularmente en el mar del sur de China y en el estrecho de Taiwán. Los militares chinos arribarán a la región a su tiempo, aunque ya han consolidado avances significativos.
Roma, Estados Unidos y China
Joe Biden ha prometido tres billones de dólares de ayuda económica para fortalecer el desarrollo comercial y económico de la región y, probablemente, no sea complaciente con Cuba o Venezuela, dado el arrollador caudal votante latino especialmente en La Florida. Tampoco podrá desoír el llamado de atención de sus militares y organismos de seguridad, debiendo tomar medidas frente a Rusia, su 'oponente' -como la califica-, que vende trebejos mortíferos a Venezuela, y con Irán, que deambula gestionando extremismo islamista en toda la región. Para desencanto de la izquierda regional, podría incluso ser mas radical que el propio Trump quien, de continuar, deberá insultar menos y tomar medidas mas severas.
Porque gobiernos estúpidos como el de Miraflores y cautelosos como el del palacio de Nariño están abonando el terreno para que el rival de la Casa Blanca avance inexorablemente, convirtiéndose en el principal reto a la seguridad estadounidense.
No interesa que el temperamental Donald Trump ni que el octogenario Joe Biden y su exuberante Kamala, la de pantalones, manifiesto 'progre' y nexos periféricos con intereses chinos, se agiten en dos extremos del elástico político, si las instituciones militares y de seguridad se mantienen centradas en sus misiones históricas y constitucionales, de manera clara y firme.
Bajo esta condición, Washington podrá ejercer muchos años de poder global y ver alejada su declinación. Sin embargo, maniobras políticas contemporizadoras, débiles o erradas pueden perder Latinoamérica, su frontera próxima, como, y lo digo simbólicamente, los romanos perdieron la suya en Teutoburgo (año 9), batalla que oficializó su decadencia imperial, ante los lloriqueos de César Augusto en los pasillos de la Casa Blanca -perdón, de su palacio en Roma.
Solo que, en este bosque latinoamericano, la Clades Variana se está librando lentamente, sin efectuarse un solo disparo, aplicando las recomendaciones compartidas por Sun Tzu hace unos 2500 años.
Porque gobiernos estúpidos como el de Miraflores y cautelosos como el del palacio de Nariño están abonando el terreno para que el rival de la Casa Blanca avance inexorablemente, convirtiéndose en el principal reto a la seguridad estadounidense.
No interesa que el temperamental Donald Trump ni que el octogenario Joe Biden y su exuberante Kamala, la de pantalones, manifiesto 'progre' y nexos periféricos con intereses chinos, se agiten en dos extremos del elástico político, si las instituciones militares y de seguridad se mantienen centradas en sus misiones históricas y constitucionales, de manera clara y firme.
Bajo esta condición, Washington podrá ejercer muchos años de poder global y ver alejada su declinación. Sin embargo, maniobras políticas contemporizadoras, débiles o erradas pueden perder Latinoamérica, su frontera próxima, como, y lo digo simbólicamente, los romanos perdieron la suya en Teutoburgo (año 9), batalla que oficializó su decadencia imperial, ante los lloriqueos de César Augusto en los pasillos de la Casa Blanca -perdón, de su palacio en Roma.
Solo que, en este bosque latinoamericano, la Clades Variana se está librando lentamente, sin efectuarse un solo disparo, aplicando las recomendaciones compartidas por Sun Tzu hace unos 2500 años.
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@JohnMarulandaM
Sobre John Marulanda
Licenciado en Filosofía e Historia de la Universidad Santo Tomás de Aquino, y Abogado de la Universidad de la Gran Colombia, Marulanda se desempeña como consultor internacional en seguridad y defensa. Es Coronel (R) del Ejército de Colombia.