INTERNACIONALES : JOHN MARULANDA

¿Puede Irán, desde Venezuela, desestabilizar a América Latina?

Cuando Iván Duque Márquez -presidente de Colombia- anunció, en agosto pasado, la posible adquisición...

18 de Diciembre de 2020

 

Cuando Iván Duque Márquez -presidente de Colombia- anunció, en agosto pasado, la posible adquisición de misiles iraníes por parte de Venezuela, estalló una oleada de noticias, artículos, análisis, comentarios, sobre el riesgo inminente de un conflicto regional alimentado por Teherán, enemigo declarado, aunque negociable, de Washington.

Irán y China, Hassan Rouhani y Xi Jinping, en 2016A comienzos de este mes, el Comandante del Comando Sur no dejó apagar la llama y habló de paramilitares y armas iraníes en Venezuela. Pero casi ninguna, por no decir ninguna, agencia de inteligencia independiente y seria contempla la intervención iraní en Venezuela. Mientras su presencia militar es reconocida en Irak, Siria, Yemen y Líbano, lo del país suramericano ha sido un titular de segunda, atractivo por lo exótico y peligroso, explotado cada vez que Abrams o Pompeo lo mencionaron.


Allá y acá
 
La reacción del parlamento iraní  al asesinato del General Fajrizadé, director de la organización de energía atómica del país - en enero, con un drone, mataron al General comandante de la fuerza élite Quds- ha sido clara y amenazante: ordenar acelerar la producción de 500 kilogramos mensuales de uranio enriquecido al 20%, trazando una peligrosa perspectiva que le podría entregar a Irán su primera arma nuclear en meses, algo intolerable para los Estados Unidos, Europa e Israel, ahora amigado con Arabia Saudita, enemigo musulmán tradicional de Irán. El Supremo Líder Ayatolá Ali Khamenei, clamó monódicamente por un 'castigo definitivo' de los culpables, entiéndase estadounidenses e israelíes. El cambio de timonel en la casa Blanca sazona con mayor incertidumbre este escenario.
 
Fuera de ese Oriente Medio, la dictadura teocrática iraní tiene en Venezuela su más importante plataforma política y operacional y si planea utilizar este país para amenazar a Estados Unidos, desplegando misiles Shahab-3, que desde Paraguaná podrían alcanzar la Florida o, si decide que las células de Hezbolá lleven a cabo atentados terroristas contra blancos estadounidenses o judíos en la región, la respuesta del Pentágono sería contundente y, de paso, serviría para la hacer lo que se debió haber hecho hace años: patear a éste gobierno de minorías, odiado por las mayorías.
 
Para Irán, racionalmente, es mejor continuar consolidando su presencia regional desde Venezuela, aprovechar la estrategia del Foro de Saulo Paulo para desestabilizar la región y, en el desorden, seguir obteniendo recursos del narcotráfico y la minería ilegal. Pero aparece China, que firmó con los mulás un convenio de veinticinco años, durante los cuales invertirá unos US$ 400 mil millones en petroquímica, gas y petróleo, incrementando su presencia en la banca, las telecomunicaciones, los sistemas portuarios y ferroviarios del país persa, incluyendo el envío de 5.000 hombres de sus fuerzas de seguridad a Irán. Pekín, con intereses geoestratégicos en Caracas y Latinoamérica, podría moderar impulsos inconvenientes de la dictadura chiíta en Venezuela.
 
 
Entre fanáticos, se ayudan
 
Sin embargo, no deja de tener fundamento lo que dicen los funcionarios de la Casa Blanca. Irán ha venido acrecentando sus actividades en el corral de Nicolás Maduro. En lo económico, más de dos millones de barriles de gasolina iraní han llegado al país sudamericano y el Supermercado Megasis, abierto en Petare, 'exhibe miel, dátiles, cordero en lata, papel higiénico "hecho en Irán", con etiquetas escritas en persa o en inglés y con un precio marcado en dólares'. Claro que a los venezolanos no les alcanza el dinero para comprar esas exquisiteces. Empresas iraníes se han apropiado de la deshidratada industria lechera, y proveen medicamentos a un sistema de salud colapsado. Miraflores paga a Teherán con oro que sale del Arco minero del Orinoco, controlado por el ELN y las FARC colombo-venezolanas.
 
Los proyectos militares binacionales avanzan. Hace pocos días, se anunció la fabricación por parte de las industrias aeronáutica y militar venezolanas de drones iraníes Mohajer-6, que pueden equiparse con misiles y cohetes para atacar blancos fijos y móviles. Fueron utilizados contra el mayor complejo petrolero saudiárabe en septiembre del año pasado y, mejorados por Turquía, estuvieron presentes en el conflicto fronterizo de Nagorno-Karabagh. La real preocupación, es si alguno de estos drones llega a manos de los narcoterroristas de FARC o ELN, reserva estratégica armada de la revolución. Este escenario incluye la dotación a estos carteles con misiles antiaéreos Igla, rusos, de los cuales las FANB y la milicia contabilizan miles.
 
El dramático extremismo de los países de Oriente Medio, con o sin armas nucleares, se diluye en gran parte en estas banana republics, guiadas más por el folclorismo tropical - los sabihondos de la política lo llaman populismo - que por estrategias estatales serias.

Pero, teniendo en ambas esquinas dos gobiernos fanáticos, cualquier cosa puede pasar.
 
 
 
Posdata. Hejos recibido muchos mensajes y comentarios sobre el último artículo, intitulado 'El sumidero fronterizo'. Solamente una intervención, humanitaria o no, sacará del poder esta dictadura socialista. Un régimen democrático, sin influencias cubana y extracontinentales podría, en conjunto principalmente con Bogotá, convertir la frontera en una zona de desarrollo y bienestar. Adicionalmente, sería una gran oportunidad económica para toda la región. Bonito sueño.

 
Sobre John Marulanda

Licenciado en Filosofía e Historia de la Universidad Santo Tomás de Aquino, y Abogado de la Universidad de la Gran Colombia, Marulanda se desempeña como consultor internacional en seguridad y defensa. Es Coronel (R) del Ejército de Colombia.