Estados Unidos y Taiwan, una sociedad en pos de la libertad
El trabajo recientemente publicado por la Administración del presidente estadounidense Joe Biden...
El trabajo recientemente publicado por la Administración del presidente estadounidense Joe Biden, e intitulado 'Lineamientos Estratégicos Internos para la Seguridad Nacional' subraya que los Estados Unidos 'respaldarán a Taiwan, democracia líder y aliado económico crítico, en sintonía con los compromisos estadounidenses de largo plazo'.
El desarrollo busca 'ofrecer guías para agencias y departamentos, a efectos de que sintonicen sus acciones, conforme la Administración se prepara para delinar una estrategia de seguridad nacional', en tanto Taiwan podría, razonablemente, aspirar a que cierto pensamiento pragmático surja de Washington como resultado.
Taiwan y los Estados Unidos han disfrutado de un extenso historial de cooperación, basada en compromisos sobre valores compartidos; asimismo, hay margen todavía mayor para que esa sociedad florezca. Taiwan ha probado ser un socio coherente y confiable para los EE.UU. a la hora de promocionar la libertad económica, oportunidades y prosperidad -tanto para la región como para el resto del mundo.
Aún cuando la China comunista ha hecho todo lo que ha podido a criterio de obstaculizar a Taiwan y de limitar su participación en organizaciones internacionales, éste país se las ha arreglado para consolidar un impresionante registro como miembro constructivo de la comunidad internacional, lo cual -a título de ejemplo- se ha visto certificado en su exitosa administración del problema del COVID-19.
Taiwan respeta profundamente las libertades políticas y económicas.
En su más reciente edición del informe 'Libertad en el Mundo', el instituto Freedom House ha clasificado a Taiwan como una nación 'libre'.
El trabajo refiere: 'El vibrante y competitivo sistema democrático de Taiwan ha dado lugar a que los distintos partidos ejerciten una sana alternancia de poder desde el año 2000, mientras que el resguardo por las libertades civiles es de una naturaleza robusta'.
El desarrollo económico de libre mercado de Taiwan es, también, remarcable. El sólido y prolijo crecimiento económico, resultado directo de la puesta en marcha de políticas económicas exitosas, ha convertido al país en uno de los más prósperos de Asia.
De acuerdo a la edición 2021 del Indice de Libertad Económica, Taiwan es hoy la sexta economía más grande del planeta, situándose apenas por detrás de Singapur, Nueva Zelanda, Australia, Suiza e Irlanda.
Al abrazarse a la categoría de 'económicamente libre', Taiwan ha consolidado su mejor ránking en los 27 años de historia del referido índice. En contraste, la República Popular China se ubica en la categoría intitulada 'mayormente carente de libertades' (mostly unfree), en la posición #107 sobre un total de 178 naciones examinadas y, con toda probabilidad, no se moverá de ese escalafón.
A lo largo de muchos años ya, el think tank Heritage Foundation ha propiciado un mayor espíritu de cooperación económica y de más diálogo entre los Estados Unidos y Taiwan a través de un convenio bilateral de comercio e inversiones, paso natural en el futuro inmediato a efectos de potenciar la confianza recíproca y de ampliar la interacción económica entre los dos países.
Los entendidos en la materia de ambas naciones han venido exigiendo ese tipo de acuerdo durante mucho tiempo.
En particular, en agosto pasado, la presidente taiwanesa Tsai Ing-wen tomó cartas directamente en el problema de los reclamos de firmas estadounidenses para que tuvieran acceso al mercado de carne vacuna y de cerdo, problamática que supo convertirse en la principal barrera para establecer un tratado de libre comercio entre los EE.UU. y Taiwan.
Al tomar partido para intentar resolver el dilema, Tsai ha eliminado una serie de importantes obstáculos sobre los mercados de referencia, lo cual ha allanado el camino para iniciar esas conversaciones comerciales en el orden bilateral.
Una asociación de ese tenor, portadora de un enfoque más práctico e institucional, ayudará a fortalecer otros vínculos diplomáticos entre Washington y Taipei. Más que nunca, de hecho, Washington necesita aprovechar cada oportunidad disponible para promocionar los principios de libertad de mercado con otros potenciales socios en el mundo. Estados Unidos no puede permitirse el lujo de quedar aislado a la hora de hacer frente a las actividades de represión económica incurridas por terceros países.
Claramente, la relación entre Taiwan y los Estados Unidos merece atención -y también invertir en ella- de cara a la próxima década.
Artículo original, en inglés
Es investigador de temas económicos en la Fundación Heritage, Washington, D.C., con foco en librecomercio y libertad económica. Como analista senior de libertad económica en el Centro para el Comercio Internacional y la Economía (CITE), Kim es responsable principal de coordinación para la preparación del Indice de Libertad Económica. Sus trabajos son publicados en el sitio web The Daily Signal.