América Latina: miseria, violencia y promesas
Ecuador es un breve respiro en esta lucha política por impedir que la miseria venezolana y el desastre argentino...
01 de May de 2021
Se mueve la región; ¿o acaso convulsiona?
Ecuador es un breve respiro en esta lucha política por impedir que la miseria venezolana y el desastre argentino coincidan dentro de pocos días en el Perú, y generen definitivamente un acabose mayor en un continente que se queda sin oxígeno por cuenta del COVID-19. Lima, pues, es el próximo episodio.
Ecuador es un breve respiro en esta lucha política por impedir que la miseria venezolana y el desastre argentino coincidan dentro de pocos días en el Perú, y generen definitivamente un acabose mayor en un continente que se queda sin oxígeno por cuenta del COVID-19. Lima, pues, es el próximo episodio.
Miseria venezolana y tragedia apureña
Venezuela ocupa el primer lugar de los países más miserables del mundo, según el Indice Anual de Miseria, una escala ideada por Steve H. Hanke, profesor de la Universidad John Hopkins quien, durante 2020, analizó 165 países. Venezuela encabeza el grupo de Zimbabue, Sudán, Líbano, Surinam, Libia, Argentina, Irán, Angola y Madagascar. El top ten.
Mientras discutimos ese poco honroso título que engloba desempleo, inflación y préstamos bancarios, soldados patriotas caen sacrificados en el Alto Apure, en un narco guerra en permanente riesgo de trasvasarse a territorio colombiano, con militares rusos y aviones de guerra chinos incluídos. Este desborde puede darse accidentalmente, o a través de un plan que podría disimular la lista de Mr. Hanke e ingresar a una zona gris, a un estado de guerra híbrida que cambie las perspectivas. Se puede cambiar la perspectiva con el apoyo de la tecnología cibernética china, recientemente fortalecida desde la cadena oficial venezolana CANTV, pero no se podrá cambiar la realidad como la de balseros venezolanos naufragados en el golfo de Paria, cuando huyen de la miseria; se trata de seis millones de venezolanos desperdigados e implorando comida, techo, salud y seguridad. Siempre volvemos a lo mismo: un modelo absolutamente fracasado, mal timoneado por una camarilla que ya ha sido juzgada y condenada.
Las expectativas del Perú
En el mapa regional, se desarrolla un nuevo movimiento en este juego peligroso. El Perú es la próxima escala de un macabro experimento que concentra las insatisfacciones producidas por clases dirigentes avinagradas, corruptas e incapaces de administrar estos países con equidad y justicia. Pedro Castillo, candidato izquierdista, lo ha planteado claro: la próxima segunda vuelta '(...) será una competencia entre ricos y pobres, entre la opulencia y el mendigo Lázaro, una lucha entre el patrón y el peón, entre el amo y el esclavo'. La clásica lucha de clases marxista, que en cien años sólo ha dejado desolación y dolor.
Castillo, un maestro y dirigente gremial propone los conocidos ingredientes del cóctel del desastre: una Asamblea Constituyente para crear una nueva Carta Magna que le permita eternizarse en el poder; una ley que regule a los medios de comunicación y le facilite el control de los mismos y la censura; reconformar una Corte Suprema elegida por el pueblo, es decir, crear una corte de bolsillo; la nacionalización de los recursos estratégicos (¿nacionalizará, acaso, las inversiones mineras del Partido Comunista chino?); abandonar la Organización de Estados Americanos, e intentar resucitar la UNASUR. Es decir, un Estado socialista al estilo cubano o venezolano, aunque como lo dice el mismo candidato, sin discurso de género, sin matrimonio igualitario y sin aborto. El mariateguista de sombrero cajamarquino y lápiz gramsciano en la mano, recibió el aplauso de seudo inca cocalero Evo Morales, quien con sus deterioradas bases políticas masistas ha declarado: 'Hemos perdido en Ecuador, pero ganamos en Perú. Castillo es del mismo linaje (…)'.
Castillo, un maestro y dirigente gremial propone los conocidos ingredientes del cóctel del desastre: una Asamblea Constituyente para crear una nueva Carta Magna que le permita eternizarse en el poder; una ley que regule a los medios de comunicación y le facilite el control de los mismos y la censura; reconformar una Corte Suprema elegida por el pueblo, es decir, crear una corte de bolsillo; la nacionalización de los recursos estratégicos (¿nacionalizará, acaso, las inversiones mineras del Partido Comunista chino?); abandonar la Organización de Estados Americanos, e intentar resucitar la UNASUR. Es decir, un Estado socialista al estilo cubano o venezolano, aunque como lo dice el mismo candidato, sin discurso de género, sin matrimonio igualitario y sin aborto. El mariateguista de sombrero cajamarquino y lápiz gramsciano en la mano, recibió el aplauso de seudo inca cocalero Evo Morales, quien con sus deterioradas bases políticas masistas ha declarado: 'Hemos perdido en Ecuador, pero ganamos en Perú. Castillo es del mismo linaje (…)'.
Lucha continental sin relevos
Un grave problema es que nuestras sociedades no han podido generar una dirigencia de relevo capacitada, y que nos hemos conformado con unos revoltosos alienados, que vienen resultando peores que las mencionadas élites tradicionales. Lo dice Vargas Llosa, en referencia al proceso electoral peruano, aunque se aplica a toda la región: habrá que elegir el menor de dos males.
La ira social y la radicalización política están a flor de piel; la violencia narcorrevolucionaria, en crecimiento. El ELN, la banda criminal mas peligrosa del continente, de origen colombiano pero nacionalizada venezolana, aumenta su presencia en las fronteras con Ecuador, Perú y Panamá, mientras, según se denuncia en Washington, protege los cargamentos chinos de oro y coltán de que salen del Arco minero del Orinoco rumbo a las pistas clandestinas del Alto Apure y, desde allí, vuelan para hacer escala en Nicaragua, rumbo a la legalización.
Pekín, Moscú y Teherán se deben estar frotando las manos cada cual por su lado y a ratos en gavilla, mirando de reojo a Washington.
Se mueve la región. O, quizás, convulsiona.
Seguir en
@JohnMarulandaM
Sobre John Marulanda
Licenciado en Filosofía e Historia de la Universidad Santo Tomás de Aquino, y Abogado de la Universidad de la Gran Colombia, Marulanda se desempeña como consultor internacional en seguridad y defensa. Es Coronel (R) del Ejército de Colombia.