POLITICA ARGENTINA: ERIC NESICH

Argentina: el resentimiento

Ciertos factores históricos dejan una huella indeleble en la historia política argentina.

09 de May de 2021

 

Ciertos factores históricos dejan una huella indeleble en la historia política argentina. Con solo nombrar años, podrían ahorrarse ríos de tinta, al referir episodios pasados.
 
Resentimiento, NesichAños como 1916, 1930, 1945, 1955, 1976, 1989 o 2001 han quedado en el inconsciente colectivo de la memoria nacional. No obstante, hoy se detecta que los denominados factores de poder de tiempos pretéritos han perdido relevancia en los asuntos de Estado.
 
Algunos de ellos -las fuerzas armadas, la iglesia o los sindicatos- carecen hoy de la influencia que ensayaron otrora. En el caso de los militares, esa pérdida obedece a su vinculación con el gobierno de facto (1976-1983). La iglesia, por su parte, se ha visto contaminada a nivel mundial a partir de numerosos escándalos de índole sexual, y en razón de una profunda crisis de creencias religiosas tan característica de Occidente. Las organizaciones sindicales, finalmente, han mutado en evidentes kioscos privados, en donde solo se enriquece su liderato. Alejados de sus bases, los gremios son tutelados hoy por secretarios generales que hacen alarde de una vida opulenta, al tiempo que explotan al denominado movimiento obrero.
 
Adicionalmente, los actos eleccionarios en la Argentina no son hoy otra cosa que opciones en donde la ciudadanía ejercita con frecuencia un voto castigo -procedimiento para nada relacionado con la genuina credibilidad en las propuestas y competencia de los aspirantes a ocupar puestos electivos. Este fenómeno sólo sabe repetirse ante cada oportunidad en que se convoca a visitar las urnas. La otrora fé cívica se ha extraviado ya; el electorado argentino se exhibe fracturado entre castigadores de oposición y castigadores oficialistas; ambos circuitos, regenteados por una militancia obstinada y enceguecida.
 
Esta crisis, a la que algunos podrían imprimirle un carácter sociopolítico, ha alcanzado su cénit frente al advenimiento del COVID-19 en 2020: la grieta entre oficialismo y oposición es ahora más profunda que nunca antes. La falsa dicotomía 'Salud versus Economía' ha terminado por exacerbar a sectores recurrentemente mayoritarios de la población. Pocos parecen llamar a la razón, por cuanto es obvio que los conceptos son complementarios, a ambos les compete una insalvable simbiosis y no es plausible plantearlos de modo excluyente. La peor exteriorización de ello es la voladura económica nacional que cada día gana magnitud, mientras la dirigencia política llama a 'proteger la salud'.
 
De tal suerte que el estado actual de la fractura social tiene su lubricante en un resentimiento, cada vez más volátil y arraigado.
 
El peronismo (o, si se quiere, los que dicen pertenecer a esa filosofía política) tienen por costumbre gobernar consultando un manual diseñado en 1945. Por aquel entonces, la nomenclatura se respaldó en el rencor para hacer frente al conservadurismo que había monopolizado el control del Estado entre 1930 y 1943. De allí el refritado permanente del término 'Década Infame'. 
 
Ese mismo manual de estilo continúa implementándose hoy, en pleno siglo XXI.
 
Y la historia se repite: apellidos de funcionarios públicos de los años treinta, como Rodríguez Larreta o Pinedo terminan convirtiéndose en los nombres de la política contemporánea.
 
Curioso aspecto de la realidad presente, digno de ser evaluado a consciencia por algún futuro paper académico que retome los por qué de la crisis argentina reciclada a perpetuidad: de cómo una alianza gobernante pretende liderar los destinos de una nación abrazándose a ideales obsoletos, datados en 1945; enfrentándose decididamente a toda noción de progreso y, fundamentalmente, a los avances tecnológicos.
 
Sólo quizás merezca plantearse, como diferencia fundamental, es que, mientras el consorcio tutelado por Juan Domingo Perón fomentaba la cultura del trabajo a su máxima expresión, el actual peronismo de vanguardia 
(kirchnerismo) fomenta la dependencia frente al asistencialismo estatal por vía del plan social.
 
En apariencia, desde los años treinta en adelante, el gen de rechazo fue eficientemente transportado por generaciones, hasta arribar a la actualidad.
 
En los años cuarenta, ese ardid político fue hábilmente explotado por el nacimiento del peronismo, con el fin de -tras hacerse del poder- gobernar bajo el formato de un Estado Mayor -irónicamente, el empleo de cierta terminología militar es apropiada, en virtud del historial personal de su fundador. Ese Estado Mayor se entromete hoy en todos los asuntos de la vida social.
 
El ADN del rechazo, junto a su hermano gemelo, el resentimiento, también es observable hoy en segmentos destacados de la denominada 'clase media' de filiaciones progresistas, por lo general sectores de buen pasar económico, nucleados en la ciudad capital del país. 
 
Será necesario referirse luego a un tercio opositor hoy también en crecimiento, conocido como 'antiperonismo', que en su oportunidad englobara un sinfín de idearios políticos a veces opuestos, como conservadurismo, liberalismo-libertarismo, socialismo y hasta comunismo.
 
Mallea, ResentimientoA modo de epílogo, podría observarse que la República Argentina hoy vuelve a ser gobernada con la vara del resentimiento, en donde resulta anecdótico que quien se haga del control de los hilos del poder sea peronista, antiperonista o afín a otro sistema de dogmas.
 
En los años sesenta, el escritor argentino Eduardo Mallea escribió El Resentimiento. La misma versa sobre tres conflictos: el primero, un interdicto entre el hombre y el medio ambiente; el segundo, un conflicto entre el hombre y su propio corazón. El último refiere a un duelo entre el protagonista y el universo.
 
Nada demasiado diferente a los conflictos devueltos por la historia política reciente de la Argentina -país que, como aparente solución, se ha inclinado por el conflicto contra sí mismo.


 
Sobre Eric Nesich

Es Licenciado en Periodismo y Licenciado en Ciencia Política. Columnista de El Ojo Digital especializado en temas económicos y financieros, y aficionado a la investigación relativa a fraudes y estafas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Argentina. Sus artículos son publicados regularmente en http://www.elojodigital.com/categoria/tags/eric-nesich. Su correo electrónico para consultas es eric.nesich@gmail.com.