La sufrida juventud cubana clama por mayor libertad económica
Miles de ciudadanos cubanos se han movilizado hacia las calles en todas las ciudades del país...
Miles de ciudadanos cubanos se han movilizado hacia las calles en todas las ciudades del país, para exigir mayores libertades económicas y terminar con la dictadura socialista en la isla. Las manifestaciones, ciertamente notables en volumen, teniéndose en cuenta cómo las autoridades suprimen y limitan el disenso, se desprenden claramente de la profundización de la crisis económica -que empeorara especialmente en virtud de la pandemia de COVID-19.
No representará sorpresa que, luego de décadas de sufrimiento bajo el yugo de ideologías fallidas (comunismo y socialismo), los cubanos hoy exijan libertad. Y, en efecto, los manifestantes anteponen sus gritos de 'libertad' frente a todo lo demás.
Conforme lo citara este último domingo el matutino estadounidense The New York Timesp:
“'Ya no se trata de la libertad de expresión. De lo que se trata, es del hambre', señaló Adonis Milán, director de teatro en La Habana, previo a abandonar su domicilio para unirse a las masas de ciudadanos que marchaban por la ciudad.
“'La gente se ha tomado las calles. Están pidiendo por el final de este gobierno, por el final del sistema de partido único, por el final de la represión y de la miseria que hemos padecido bajo este gobierno durante sesenta años', remató.
Cuba no solo necesita reformas políticas desesperadamente, sino que también deberá contar con reformas económicas que generen mayores oportunidades para sus ciudadanos. En diciembre, el gobierno declaró que el PBI del país se había desmoronado en un 11%, al comparárselo con los comienzos de 2020. En rigor, la economía cubana ha venido sufriendo durante más tiempo, en razón de la carencia de libertades económicas.
La profunda intervención estatal ha reprimido la innovación, mientras que los ingresos de divisas extranjeras dependen de unos pocos productos, como es el caso del níquel, el turismo y la asistencia sanitaria.
De acuerdo al Indice de Libertad Económica -desarrollado por el think tank estadounidense The Heritage Foundation-, análisis presentado anualmente y que mide a las economías del globo en función de distintas variables, la economía cubana se encuentra entre las peores del mundo, esto es, al cierre de la categoría de 'economías reprimidas' -desde que se creara este estudio, en 1995. Sólo dos de los doce indicadores para Cuba -la variable monetaria y el intercambio de componentes- cuenta con puntajes apenas superiores a las 50 unidades (sobre un total de 100).
La profunda reducción en el crecimiento económico registrada en años recientes, debido a la ausencia de una significativa reforma económica, al colapso económico del Estado clientelar de La Habana -Venezuela- y a la recurrencia de la pandemia de COVID, han forzado al régimen de la isla a retroceder en la idea de implementación de tímidas medidas que apuntaban hacia una liberalización parcial. En consecuencia, la edición 2021 del citado Indice refleja que el puntaje en materia de libertad económica es de apenas 28.1 unidades -dejando a Cuba en el puesto #176 sobre las 178 naciones evaluadas, solo por delante de Venezuela y de Corea del Norte.
Una pequeña cifra de reformas limitadas, que dieron comienzo en 2010, habían permitido a los ciudadanos cubanos trabajar como 'empleados autónomos' en el sector privado -pero hoy apenas pueden trabajar en muy pocas categorías, que continúan siendo definidas por el Estado.
Toda vez que una revisión parcial de las políticas de liberalización del mercado laboral fue introducida a comienzos del año en curso, a efectos de permitir que el sector privado incorpore casi dos mil profesiones, el Estado se reservó 124 de las actividades más estratégicas, por cuanto involucra a más del 60% de la producción económica de la isla, y se mantuvo en firme control de toda actividad privada y de la vida económica cotidiana de las personas.
En un reciente artículo, el medio The Economist puntualizó: 'El nuevo liderazgo cubano habrá de mostrar resultados rápidamente', agregándose después: 'Los cubanos más jóvenes están conectados digitalmente, y son los más impacientes con el régimen socialista'. El texto continuó:
El régimen comunista de Cuba ha sobrevivido a numerosos -y prematuros- obituarios. Un nuevo y más joven liderazgo ha tomado el control, bajo el eslogan 'unidad y continuidad'. Sin embargo, el hecho de que el partido se ha visto forzado a proclamar que nada cambiará sugiere que, bajo la superficie, las cosas sí puedan hacerlo. El férreo control del Estado policial cubano no se encuentra bajo amenaza hoy. Pero la frustración se exhibe en crecimiento.
Lo que está sucediendo hoy en las calles de las ciudades de Cuba no es algo que hubiese sido complejo anticipar. La ciudadanía -en especial su componente más joven- está harta del socialismo, y desean alejarse de él.
Artículo original, en inglés
Es investigador de temas económicos en la Fundación Heritage, Washington, D.C., con foco en librecomercio y libertad económica. Como analista senior de libertad económica en el Centro para el Comercio Internacional y la Economía (CITE), Kim es responsable principal de coordinación para la preparación del Indice de Libertad Económica. Sus trabajos son publicados en el sitio web The Daily Signal.