Argentina: el populismo K sólo puede ofrecer la posibilidad de comprar zapatos en doce cuotas
¿Qué se puede comprar ahora en la Argentina, en doce cuotas? Por ejemplo, un par de zapatos.
03 de Agosto de 2021
¿Qué se puede comprar ahora en la Argentina, en doce cuotas? Por ejemplo, un par de zapatos. El anuncio luce bastante patético porque, en los países normales, la gente paga al contado los zapatos y, en cuotas, su vivienda. En el populismo argentino, ocurre al revés.
Explico lo ridículo de la situación. El salario promedio que informa el Ministerio de Trabajo para el asalariado registrado estable está en AR$86 mil mensuales. Si esa persona quisiera comprar un departamento de 50 metros cuadrados en una zona económica como Villa Lugano, ¿cuántos años debería ahorrar para poder comprar al contado un departamento, dado que el crédito hipotecario en Argentina es prohibitivo?
Por empezar, cabe utilizar el tipo de cambio libre o financiero para poder hacer la cuenta, porque el vendedor quiere dólares. En la Argentina, las propiedades se cotizan en dólares estadounidenses, y se hacen las operaciones con los billetes a la vista, independientemente de si hay cepo, control de cambios u otras restricciones. En el caso aludido, un departamento en Villa Lugano de 50 metros cuesta US$ 70.000, tomando un precio por metro cuadrado de US$ 1.400. Ahora, bien; el trabajador que gana AR$86 mil por mes, al tipo de cambio del mercado blue, equivale a unos US$ 570 mensuales.
Si se supone que ese trabajador consume muy poco y vive con el 50% de sus ingresos, podría ahorrar US$ 285 mensuales. Es decir que, para poder comprarse al contado el departamento de 50 metros cuadrados en Villa Lugano, deberá ahorrar durante veinte años, sin contar el costo de la escribanía, la inmobiliaria y los impuestos para el registro que representa entre 5% y 6%, equivalente a otros 14 meses adicionales de ahorro.
Obviamente, dichos veinte años surgen de suponer que no habrá inflación en dólares durante ese período, y que el salario equivalente en dólares al cambio libre se mantendrá constante.
De más está decir que un joven que entra al mercado laboral, si tiene la suerte de conseguir trabajo con ese sueldo mensual inicial, tiene que esperar veinte años para poder comprarse su propiedad y, mientras tanto, vivir en la casa de sus padres, para no pagar alquiler.
Como el tiempo de espera es muy largo, el Gobierno le ofrece -como consuelo- comprarse un par de zapatos en doce cuotas y otros productos a pagar en treinta meses, como si con ello se le estuviera ofreciendo la gran oportunidad de progreso de la vida.
Mercado de capitales devaluado
¿Por qué ocurre esta locura? Porque el populismo siempre vio al mercado de capitales como el enemigo que especula y no produce, cuando no es otra cosa que el lugar en el cual los que generan ahorro lo ofrecen a quienes demandan crédito para consumir o invertir, a través de un intermediario idóneo registrado.
Una gran oportunidad para que los jóvenes actuales pudieran comprarse una vivienda a créditos pagables hubiese existido si el kirchnerismo no hubiera confiscado los ahorros de los trabajadores que voluntariamente habían optado por las AFJP.
Actualmente, las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) en Chile administran US$ 200 mil millones de ahorro de largo plazo, que pueden prestarlo a los ciudadanos que pretenden comprarse un departamento o una casa.
Las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) en Chile administran esa cifra en ahorros de largo plazo, y hoy equivalen a cinco veces los depósitos privados en la Argentina.
Para tener una idea de qué representa ese monto, el total de depósitos del sector privado en el sistema financiero argentino suma apenas el equivalente a unos USD 41 mil millones, es decir que en Chile las AFJP administran ahorros para prestar que son, como ya dijimos, cinco veces más grandes.
Y cabe notar que la mitad de esos depósitos son colocaciones a la vista para transacciones corrientes. De ahí que si se hace una comparación homogénea, surge que Chile tiene diez veces más ahorro de largo plazo que los depósitos a plazo fijo totales del sistema financiero argentino.
Cuando, en 2008, el kirchnerismo se apropió con los ahorros de la gente en nombre de la solidaridad social, destruyó el ahorro de largo plazo que se estaba formando. Se lo apropió y lo utilizó para financiar políticas populistas de gasto público, que no detuvieron el aumento de la deuda de la Administración central. Por lo tanto, si hoy los jóvenes no pueden acceder a una vivienda es culpa de ese populismo impulsado por el kirchnerismo.
Agrego a esa locura la pesificación previa de los depósitos en 2002, dispuesta por el minigobierno de Eduardo Duhalde, la ausencia de moneda y la persecución del Estado a todo aquel que ahorra.
De ahí que hoy en la Argentina los depósitos privados en el sistema financiero representan apenas 16% del PBI, muy por debajo del 54% a 55% del PBI que significan en Brasil o Chile.
Además, es imposible que mejoren los ingresos reales si no se promueve la inversión bruta interna fija, que cayó a niveles muy bajos.
Como puede verse en el gráfico, en pesos constantes de 2004 la inversión fija no creció entre 2010 y 2016, y se encuentra en caída sostenida desde 2019. Esa es una de las causas por la que no se genera trabajo y se mantiene mal remunerado.
El populismo, combatiendo al capital, destruyendo la moneda y el mercado de capitales, ha conseguido que los argentinos terminemos financiando el crecimiento y la inversión de los países desarrollados porque, quien puede, fuga sus capitales en busca de seguridad jurídica.
Para paliar ese cuadro, los populistas originarios buscan conformar a la gente con la posibilidad de poder comprar un par de zapatos en doce cuotas, gracias al plan Ahora 12.
Eso es todo lo que tiene para ofrecer; no mucho más.
Explico lo ridículo de la situación. El salario promedio que informa el Ministerio de Trabajo para el asalariado registrado estable está en AR$86 mil mensuales. Si esa persona quisiera comprar un departamento de 50 metros cuadrados en una zona económica como Villa Lugano, ¿cuántos años debería ahorrar para poder comprar al contado un departamento, dado que el crédito hipotecario en Argentina es prohibitivo?
Por empezar, cabe utilizar el tipo de cambio libre o financiero para poder hacer la cuenta, porque el vendedor quiere dólares. En la Argentina, las propiedades se cotizan en dólares estadounidenses, y se hacen las operaciones con los billetes a la vista, independientemente de si hay cepo, control de cambios u otras restricciones. En el caso aludido, un departamento en Villa Lugano de 50 metros cuesta US$ 70.000, tomando un precio por metro cuadrado de US$ 1.400. Ahora, bien; el trabajador que gana AR$86 mil por mes, al tipo de cambio del mercado blue, equivale a unos US$ 570 mensuales.
Si se supone que ese trabajador consume muy poco y vive con el 50% de sus ingresos, podría ahorrar US$ 285 mensuales. Es decir que, para poder comprarse al contado el departamento de 50 metros cuadrados en Villa Lugano, deberá ahorrar durante veinte años, sin contar el costo de la escribanía, la inmobiliaria y los impuestos para el registro que representa entre 5% y 6%, equivalente a otros 14 meses adicionales de ahorro.
Obviamente, dichos veinte años surgen de suponer que no habrá inflación en dólares durante ese período, y que el salario equivalente en dólares al cambio libre se mantendrá constante.
De más está decir que un joven que entra al mercado laboral, si tiene la suerte de conseguir trabajo con ese sueldo mensual inicial, tiene que esperar veinte años para poder comprarse su propiedad y, mientras tanto, vivir en la casa de sus padres, para no pagar alquiler.
Como el tiempo de espera es muy largo, el Gobierno le ofrece -como consuelo- comprarse un par de zapatos en doce cuotas y otros productos a pagar en treinta meses, como si con ello se le estuviera ofreciendo la gran oportunidad de progreso de la vida.
Mercado de capitales devaluado
¿Por qué ocurre esta locura? Porque el populismo siempre vio al mercado de capitales como el enemigo que especula y no produce, cuando no es otra cosa que el lugar en el cual los que generan ahorro lo ofrecen a quienes demandan crédito para consumir o invertir, a través de un intermediario idóneo registrado.
Una gran oportunidad para que los jóvenes actuales pudieran comprarse una vivienda a créditos pagables hubiese existido si el kirchnerismo no hubiera confiscado los ahorros de los trabajadores que voluntariamente habían optado por las AFJP.
Actualmente, las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) en Chile administran US$ 200 mil millones de ahorro de largo plazo, que pueden prestarlo a los ciudadanos que pretenden comprarse un departamento o una casa.
Las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) en Chile administran esa cifra en ahorros de largo plazo, y hoy equivalen a cinco veces los depósitos privados en la Argentina.
Para tener una idea de qué representa ese monto, el total de depósitos del sector privado en el sistema financiero argentino suma apenas el equivalente a unos USD 41 mil millones, es decir que en Chile las AFJP administran ahorros para prestar que son, como ya dijimos, cinco veces más grandes.
Y cabe notar que la mitad de esos depósitos son colocaciones a la vista para transacciones corrientes. De ahí que si se hace una comparación homogénea, surge que Chile tiene diez veces más ahorro de largo plazo que los depósitos a plazo fijo totales del sistema financiero argentino.
Cuando, en 2008, el kirchnerismo se apropió con los ahorros de la gente en nombre de la solidaridad social, destruyó el ahorro de largo plazo que se estaba formando. Se lo apropió y lo utilizó para financiar políticas populistas de gasto público, que no detuvieron el aumento de la deuda de la Administración central. Por lo tanto, si hoy los jóvenes no pueden acceder a una vivienda es culpa de ese populismo impulsado por el kirchnerismo.
Agrego a esa locura la pesificación previa de los depósitos en 2002, dispuesta por el minigobierno de Eduardo Duhalde, la ausencia de moneda y la persecución del Estado a todo aquel que ahorra.
De ahí que hoy en la Argentina los depósitos privados en el sistema financiero representan apenas 16% del PBI, muy por debajo del 54% a 55% del PBI que significan en Brasil o Chile.
Además, es imposible que mejoren los ingresos reales si no se promueve la inversión bruta interna fija, que cayó a niveles muy bajos.
Como puede verse en el gráfico, en pesos constantes de 2004 la inversión fija no creció entre 2010 y 2016, y se encuentra en caída sostenida desde 2019. Esa es una de las causas por la que no se genera trabajo y se mantiene mal remunerado.
El populismo, combatiendo al capital, destruyendo la moneda y el mercado de capitales, ha conseguido que los argentinos terminemos financiando el crecimiento y la inversión de los países desarrollados porque, quien puede, fuga sus capitales en busca de seguridad jurídica.
Para paliar ese cuadro, los populistas originarios buscan conformar a la gente con la posibilidad de poder comprar un par de zapatos en doce cuotas, gracias al plan Ahora 12.
Eso es todo lo que tiene para ofrecer; no mucho más.
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@RCachanosky
Sobre Roberto Cachanosky
Profesor titular de Economía Aplicada en el Master de Economía y Administración de ESEADE, y profesor titular de Teoría Macroeconómica en el Master de Economía y Administración de CEYCE. Columnista de temas económicos en el diario La Nación (Argentina). Publica regularmente en el reconocido sitio web Economía Para Todos.