Conflicto colombo-nicaragüense: ¿sólo una hipótesis?
En el perfumado Palacio de la Paz de La Haya, las delegaciones de Nicaragua y Colombia...
23 de Septiembre de 2021
En el perfumado Palacio de la Paz de La Haya, las delegaciones de Nicaragua y Colombia dan otra vuelta a la manivela que gira el añejo litigio fronterizo entre ambos países. Viejas discusiones que pueden darnos sorpresas, ahora que la 'Caída de Kabul' irradia incertidumbre global, y Estados Unidos no transita su mejor momento.
El mar colombiano en el Caribe
El Caribe es la frontera de seguridad próxima estadounidense, y siempre ha sido desde objetivo geoestratégico de Rusia y de otras potencias. Será lícito recordar la crisis de los misiles de octubre de 1962 y la ostentación de bandera del crucero nuclear Pedro el Grande y cuatro navíos de guerra, durante 2008.
Hoy, la reconfiguración del avance de los intereses de China, Rusia, Irán, Turquía y otros países en América Latina, con una cabeza de playa muy bien establecida en Venezuela y sólidas posiciones en Nicaragua y Cuba, hace pensar seriamente que cualquier rifirrafe fronterizo marítimo entre el país de Ortega y el gobierno colombiano, puede escalar a un incidente que obligue a Washington a involucrarse y, entonces, se arme un bochinche mayor. El triángulo, ¿eje?, Managua-La Habana-Caracas, aupado por Rusia, puede provocar un embrollo aeronaval. Además, mientras Estados Unidos se lame la herida de Afganistán e intenta reordenar su casa, AMLO cargará a favor del triángulo mencionado, cualquiera que sea la situación.
'¿Peligra la Plataforma continental colombiana?', se preguntó el Mayor de la Reserva Activa, Ramiro Zambrano Cárdenas, ex veterano diplomático, presidente de la Academia colombiana de Historia Militar y miembro de la Asociación Colombiana de Oficiales de las Fuerzas Militares en retiro, ACORE, en un interesante conversatorio este miércoles 22. Sus conclusiones fueron poco tranquilizadoras. Ya se perdieron 75 mil kilómetros de mar (95 mil según el gobierno sandinista), a pesar de que 'a la soberanía, la defendemos hasta la muerte, y hasta el último centímetro', como proclamó Juan Manuel Santos en San Andrés en 2015 y que 'Defenderemos los intereses de Colombia en La Haya', según dijera Iván Duque desde España. Los jueces de La Haya pueden estar pensando otra cosa y, desafortunadamente, la historia ha sido inclemente con pacifistas alborotados y con ingenuos.
El Caribe es la frontera de seguridad próxima estadounidense, y siempre ha sido desde objetivo geoestratégico de Rusia y de otras potencias. Será lícito recordar la crisis de los misiles de octubre de 1962 y la ostentación de bandera del crucero nuclear Pedro el Grande y cuatro navíos de guerra, durante 2008.
Hoy, la reconfiguración del avance de los intereses de China, Rusia, Irán, Turquía y otros países en América Latina, con una cabeza de playa muy bien establecida en Venezuela y sólidas posiciones en Nicaragua y Cuba, hace pensar seriamente que cualquier rifirrafe fronterizo marítimo entre el país de Ortega y el gobierno colombiano, puede escalar a un incidente que obligue a Washington a involucrarse y, entonces, se arme un bochinche mayor. El triángulo, ¿eje?, Managua-La Habana-Caracas, aupado por Rusia, puede provocar un embrollo aeronaval. Además, mientras Estados Unidos se lame la herida de Afganistán e intenta reordenar su casa, AMLO cargará a favor del triángulo mencionado, cualquiera que sea la situación.
'¿Peligra la Plataforma continental colombiana?', se preguntó el Mayor de la Reserva Activa, Ramiro Zambrano Cárdenas, ex veterano diplomático, presidente de la Academia colombiana de Historia Militar y miembro de la Asociación Colombiana de Oficiales de las Fuerzas Militares en retiro, ACORE, en un interesante conversatorio este miércoles 22. Sus conclusiones fueron poco tranquilizadoras. Ya se perdieron 75 mil kilómetros de mar (95 mil según el gobierno sandinista), a pesar de que 'a la soberanía, la defendemos hasta la muerte, y hasta el último centímetro', como proclamó Juan Manuel Santos en San Andrés en 2015 y que 'Defenderemos los intereses de Colombia en La Haya', según dijera Iván Duque desde España. Los jueces de La Haya pueden estar pensando otra cosa y, desafortunadamente, la historia ha sido inclemente con pacifistas alborotados y con ingenuos.
Advertencia geoestratégica
Desde 1983, el General Alberto Ruiz Novoa, ex Comandante del Ejército Nacional de Colombia y para ese año Presidente de ACORE, escribió en el Boletín número 118 de la Sociedad Geográfica de Colombia: 'En sus pretensiones, Nicaragua contará con el apoyo de Cuba y Venezuela (..) Es decir que Colombia, en un momento determinado, se verá obligada a atender tanto el frente nicaragüense como el venezolano, con las previsibles consecuencias de pérdida de su territorio'. Y, hace 38 años, el Mayor General Gustavo Berrío Muñoz, también en la Sociedad Geográfica, apuntó: '(…) Se ve claro pues que Colombia puede verse abocada en un determinado momento a atender a dos frentes; Venezuela y Nicaragua'. Chávez y el socialismo del siglo XXI no actuaban en el juego.
En noviembre de 2013, el almirante Vladimir Ruban declaró, desde el muelle de un navío de guerra ruso anclado en el puerto de Corinto: 'Apoyaremos a Nicaragua si se desata un enfrentamiento armado'. Su Embajada desmintió al militar, aclarando: '(...) No habrá quien consiga sembrar una sombra de duda en los sentimientos de franqueza, amistad y mutuo entendimiento propio de las relaciones de Rusia y Colombia'.
Desde aquel entonces, las violaciones del espacio aéreo por aviones militares y de inteligencia rusos, la expulsión de espías de ese país y el permanente merodeo de soldados rusos en territorio venezolano fronterizo, son señales inequívocas de una activa presencia del Kremlin en la región.
Recientemente, Moscú intervino en Naciones Unidas a favor de un diálogo con el ELN y, hace pocos días, expresó repetidamente su interés particular en el caso Alex Saab. Rusia, Venezuela, Cuba, ELN: no se necesita ser un experto para comprender ese vínculo.
Colombia, además de su comportamiento errático en procesos litigiosos, carece de las capacidades disuasivas estratégicas para garantizar la integridad del país que, de acuerdo con la novela ucrónica de Nicolás Martínez el 'El Archivo Cóndor', puede sumirse en un catastrófico Plan B, orquestado por los enemigos de su débil democracia.
Desde aquel entonces, las violaciones del espacio aéreo por aviones militares y de inteligencia rusos, la expulsión de espías de ese país y el permanente merodeo de soldados rusos en territorio venezolano fronterizo, son señales inequívocas de una activa presencia del Kremlin en la región.
Recientemente, Moscú intervino en Naciones Unidas a favor de un diálogo con el ELN y, hace pocos días, expresó repetidamente su interés particular en el caso Alex Saab. Rusia, Venezuela, Cuba, ELN: no se necesita ser un experto para comprender ese vínculo.
Colombia, además de su comportamiento errático en procesos litigiosos, carece de las capacidades disuasivas estratégicas para garantizar la integridad del país que, de acuerdo con la novela ucrónica de Nicolás Martínez el 'El Archivo Cóndor', puede sumirse en un catastrófico Plan B, orquestado por los enemigos de su débil democracia.
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@JohnMarulandaM
Sobre John Marulanda
Licenciado en Filosofía e Historia de la Universidad Santo Tomás de Aquino, y Abogado de la Universidad de la Gran Colombia, Marulanda se desempeña como consultor internacional en seguridad y defensa. Es Coronel (R) del Ejército de Colombia.