Argentina: faltan dólares, porque sobra populismo
Por un lado, el gobierno argentino se muestra desesperado por la falta de dólares...
06 de Diciembre de 2021
Por un lado, el gobierno argentino se muestra desesperado por la falta de dólares, tanto para hacer frente a los compromisos de deuda como para entregarle a las empresas lo que necesitan para adquirir insumos en el resto del mundo -y que luego utilizará para producir. Por el otro, entiende que llegando a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) puede solucionar sus problemas de falta de divisas.
En primer lugar, ningún acuerdo con el FMI solucionará el problema de la falta de dólares estadounidenses. Es bastante dudoso que el Fondo vaya a alcanzar un acuerdo light con el gobierno de Alberto Fernández y que, en particular, le otorgue capitales frescos para hacer frente a los vencimientos de deuda del año que viene.
Pero la cuestión central es otra: se trata de la falta de dólares que caracteriza al BCRA y que lo llevó a, mediante una circular, violar la Constitución Nacional en su Artículo 14, el cual establece que todos los habitantes gozan de los siguientes derechos, refiriendo textualmente: '... de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender'.
Para que ningún distraído argumente que ese Artículo reza 'Conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio', convendrá recordar el Artículo 28, que refiere: 'Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio'. En otras palabras, cuando se reglamenten los derechos, no pueden anularse por la letra de la ley. Sería un contrasentido que la Constitución Nacional reconociera los derechos mencionados, para luego aceptar que los mismos sean violados por una simple circular del BCRA, como en este caso.
Abuso de autoridad
La decisión del BCRA de prohibir la venta de pasajes en cuotas viola el derecho a trabajar, a ejercer toda industria lícita, de comerciar y de disponer de su propiedad.
¿Qué importancia comportan los párrafos anteriores frente a la cuestión económica? Pues, que si el gobierno viola la Constitución a través de una simple circular del BCRA, no existen reglas de juego estables. Nada es previsible en economía y, por lo tanto, no llegarán inversiones.
Ahora, bien; compartida esta introducción -fundamental para comprender la relación entre crecimiento y calidad institucional-, el otro aspecto a entender es que es el mismo gobierno el que cierra todas las canillas para que ingresen dólares al país. La escasez de dólares es culpa del gobierno y, en tal virtud, escasean para que el público pueda hacer turismo, para que las empresas privadas puedan comprar insumos, y para que se pueda proceder con otros mecanismos que precisan de divisa extranjera.
El primer problema fundamental es que el Estado se adueña de la propiedad de quienes producen, generando desestímulos para exportar, cerrando la canilla de ingresos de dólares vía las ventas al resto del mundo.
En efecto, cuando alguien produce trigo, soja, carne o lo que sea y lo exporta, esos productos son de su propiedad; exporta el fruto de su trabajo. Supongamos que el mismo productor es el que exporta, entrega un producto de su propiedad, soja, por dólares. Los dólares deberían pasar a ser propiedad del exportador.
Sin embargo, este gobierno que se llena la boca hablando del peso como si fuera un símbolo patrio, le dice al que con su trabajo genera riqueza: esos dólares que te entregaron a cambio del trigo que produjiste 'son míos'. Se los queda el BCRA, y le entrega unos papeles pintados llamados pesos que nadie quiere, porque son de mala calidad.
No obstante ello, no sólo el Estado se apropiará de la moneda buena y luego entregando moneda mala. Además, entregará menores cantidades de moneda mala de la que cotizaría en el mercado esa moneda de mala calidad -el peso versus los dólares- y, aún así, superan a las importaciones.
No conforme con estas dos confiscaciones, encima el Estado percibe un impuesto diferencial al que produce para exportar, con el cargo de retenciones.
Es decir que es el propio gobierno el que hace lo imposible para que no ingresen dólares por exportaciones, los cuales deberían ser propiedad de los productores de los bienes vendidos fuera de las fronteras. Y, si no trajeran esos dólares al país, sería en razón de la desconfianza que provoca un Estado confiscador de la riqueza de aquellos que producen, en nombre de una falsa solidaridad y estímulo al crecimiento económico.
El siguiente gráfico muestra las exportaciones argentinas en volumen (es un número índice de volumen con base 100 el nivel de 2004). Revela un claro estancamiento desde 2003 hasta 2020. La Argentina lleva ya diecisiete años de estancamiento del volumen exportado y, cuando ese volumen se incrementó, nada tuvo que ver con ganancias de productividad, sino porque alentadas por el viento de cola externo en razón del incremento de los precios internacionales de las materias primas.
El siguiente gráfico muestra las exportaciones argentinas en volumen (es un número índice de volumen con base 100 el nivel de 2004). Revela un claro estancamiento desde 2003 hasta 2020. La Argentina lleva ya diecisiete años de estancamiento del volumen exportado y, cuando ese volumen se incrementó, nada tuvo que ver con ganancias de productividad, sino porque alentadas por el viento de cola externo en razón del incremento de los precios internacionales de las materias primas.
No solo el gobierno tiene el consumo en caída libre, sino que, amén de ello, hace lo imposible para que cobren vigor las exportaciones.
Otras fuentes debilitadas
¿Qué otra puerta de ingreso de divisas cerró el gobierno? La de las inversiones extranjeras directas. La carga tributaria, el maltrato que le dispensan los políticos a los que invierten en Argentina, la legislación laboral, la falta de infraestructura y de insumos para producir por escasez de divisas, hacen que la inversión externa fluya hacia otros países.
En 2015, último año de la anterior etapa K, la Inversión Extranjera Directa (IED) que recibió la Argentina fue de solo el 6,8% del total que recibió América Latina y el Caribe en ese año. Y, en el período 2003/2019, fue aún menor: de sólo un 6 por ciento.
La tercera opción de ingreso de divisas sería por el lado del endeudamiento externo, algo que ha hecho en forma sistemática la Argentina -sistemáticamente, también, defaulteando sobre lo adeudado. Las autoridades políticas del país no pagan, responsabilizando al prestamista y calificándolo de usurero que 'quiere explotar al pueblo argentino'.
De tal suerte que la falta de divisas en la Argentina es una combinación a base de ausencia de seguridad jurídica (los mismos argentinos fugan sus ahorros al exterior para no ser confiscados por el gobierno) y de la proliferación de gobiernos populistas que, para financiar su política, le cierran las puertas al ingreso de divisas.
En síntesis, en el país escasean dólares porque sobra populismo, y porque sobran pesos emitidos para financiar el déficit fiscal. Este gran problema no se corrige impidiendo, con medidas anticonstitucionales, el financiamiento de turismo al exterior en cuotas.
La Argentina está famélica de calidad institucional; esta realidad se certifica a partir de la profunda crisis económica en progreso.
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@RCachanosky
Sobre Roberto Cachanosky
Profesor titular de Economía Aplicada en el Master de Economía y Administración de ESEADE, y profesor titular de Teoría Macroeconómica en el Master de Economía y Administración de CEYCE. Columnista de temas económicos en el diario La Nación (Argentina). Publica regularmente en el reconocido sitio web Economía Para Todos.