¿Es la hora de Venezuela?
La crisis ucraniana podría provocar un cambio en la estrategia estadounidense...
09 de Marzo de 2022
La crisis ucraniana podría provocar un cambio en la estrategia estadounidense, conforme la Administración Biden estaría estudiando implementar la táctica de la zanahoria en Venezuela. que incluiría la relajación de las restricciones actualmente vigentes sobre el crudo venezolano, a efectos de revitalizar la actividad motriz de la economía venezolana y, en el proceso, anular la prohibición de Donald Trump de importar el diésel necesario para mantener la cadena del transporte de mercancías e insumos médicos.
Así las cosas, los Estados Unidos habrían dado por amortizado a Juan Guaidó, por cuanto podría movilizar piezas con miras a forzar un gobierno de transición -integrado por figuras de consenso tanto de la oposición como del chavismo, espectro éste último que habrá de diseñar unas nuevas Elecciones Legislativas y Presidenciales para el 2023. La hoja de ruta de las mismas se habría trabajado en reuniones discretas entre representantes del gobierno e interlocutores opositores, contando con la mediación de la Delegación del Reino de Noruega y cuyas primeras entregas se desarrollaron en México bajo el paraguas de AMLO. Dichas negociaciones se halaban suspendidas desde octubre pasado, tras la extradición a los EE.UU. de Alex Saab. Sin embargo, Washington anunció recientemente que estaría dispuesto a revisar la política de sanciones a Venezuela si acaso se reanudaba el diálogo entre el gobierno y la oposición venezolanos.
Tras la imposición de fuertes sanciones a Rusia por parte de los EE.UU., asistimos hoy a la orden del presidente Biden de prohibir la importación de petróleo ruso. En la práctica, la cifra consigna un 8 % del total de petróleo importado por los estadounidenses y, en tal contexto, tiene lugar una visita sorpresa de una delegación americana a Venezuela, a efectos de tratar la cuestión de la estabilidad energética del país del norte.
El crudo venezolano es pesado como el ruso, con lo que Venezuela sería la alternativa energética de Biden para suplir la ausencia del preciado commodity con origen en Rusia: Venezuela cuenta con capacidad para producir, aproximadamente, tres millones de barriles diarios. No obstante, la implementación de sanciones por parte de los EE.UU. consolidó la la obsolescencia de las instalaciones petroleras venezolanas y, con ello, se constituyó una drástica reducción en la producción diaria, que oscila en torno de los 800 mil barriles actuales.
Tras dicho cónclave, Nicolás Maduro ordenó la inmediata reanudación de la mesa del diálogo con la oposición en México, al tiempo que anunció -como señal de buena voluntad- la liberación de Gustavo Cárdenas, ex gerente de Citgo ( filial estadounidense de PDVSA) y la del cubanoamericano Jorge Alberto Fernández -a ellos, podrían añadirse los denominados 'Seis de Citgo'. A la postre, nos encontraríamos en la antesala de la verdadera negociación luego de las elecciones locales y de gobernadores del 21 de noviembre, preanunciando este concierto una nueva cartografía para el poder local en Venezuela, con la victoria del madurismo (que se anotó éxitos en ocho estados además de Caracas, frente a tres obtenidos por la oposición).
Las negociaciones de referencia tratarán sobre la liberación de prisioneros, el levantamiento de sanciones a la cúpula dirigente madurista, la reanudación de ayuda humanitaria, y la confección de un cronograma con el objeto de celebrar comicios en 2023. En caso de concluir con éxito las novedosa rueda de contactos, y de celebrarse elecciones en el 2023, acaso ello daría lugar a una nueva etapa para Venezuela. Ello podría consignar el resurgimiento de su industria petrolera, su retorno a la comunidad internacional, y la asunción de un rol activo en el escenario geopolítico mundial emergente -el cual ha comenzado a hilarse tras la crisis ucraniana.
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@germngorraiz
Sobre Germán Gorraiz López
Desarrolla análisis relativos a temas económicos y geopolítica. Publica regularmente en su blog "Los Restos del Naufragio". Reside en Navarra, España.