Grandes desafíos para la economía global, a partir de la crisis entre Rusia y Ucrania
En un contexto en el que la recuperación post-pandemia gana impulso aunque...
22 de Marzo de 2022
En un contexto en el que la recuperación post-pandemia gana impulso aunque no sin incertidumbre, la economía global hace hoy frente a otro desafío de magnitud, vinculado al conflicto armado entre Rusia y Ucrania -naciones ambas que desempeñan un rol central en la cadena de suministros de mercancías internacionales.
Parece poco probable que este desarrollo conduzca a una recesión mundial; sin embargo, los pronósticos auspiciaban que la economía global atravesará numerosas dificultades en razón de la crisis.
Parece poco probable que este desarrollo conduzca a una recesión mundial; sin embargo, los pronósticos auspiciaban que la economía global atravesará numerosas dificultades en razón de la crisis.
Múltiples informes financieros publicados en el orden internacional coinciden en que es poco probable que la operación militar especial de Rusia en Ucrania y las sanciones impuestas por Occidente a Moscú remitan a un proscenio de recesión. La razón -se explica- es que la dimensión de las dos economías sólo suman al 2% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. No obstante, en virtud del importante rol que ambos países observan en la cadena de suministro global de bienes, particularmente en sectores tales como energía y alimentos, el potencial impacto de la crisis comporta gravedad, y ha perturbado el estado actual de la economía en varias naciones.
Grave impacto
De acuerdo a la palabra de expertos e instituciones financieras internacionales, el impacto real que han registrado las sanciones occidentales contra Rusia en rubros diversos, desde la producción y suministro de bienes hasta las finanzas, ha refrendado la importancia de esa economía en la cadena de valor de la demanda global. En concreto, la Federación Rusa cuenta con una economía que provee una sexta parte de los productos básicos para todo el mundo. Produce el 10% del crudo mundial, y suministra a Europa el 40% del gas. Asimismo, Moscú es exportador líder de fertilizantes, productor de níquel y paladio, amén de ocupar el tercer puesto universal en materia de acero y carbón, y el quinto en madera. Mientras tanto, Ucrania representa el 29% de las exportaciones mundiales de trigo y el 19% de las de maíz.
Como resultado, en su última evaluación, la Comisión Europea (CE) ha consignado que la operación militar de Rusia en Ucrania hace que las previsiones generales de crecimiento del PBI, que oscilaban en el orden del 4% para el continente, se tornen inciertas.
Por su parte, el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Philip Lane, señaló que el conflicto ruso-ucraniano podría reducir el PBI de la Eurozona en unos 0,3 o 0,4 puntos porcentuales en 2022. Al otro lado del Atlántico, los precios del trigo negociados en el mercado de Chicago (en los Estados Unidos de América) registraron el 2 de marzo una alza de casi un 3%, la más alta desde 2008, mientras que los precios del maíz también escalaron a su nivel más alto desde mayo de 2021.
Particularmente, en el sector de la energía, los enfrentamientos en Ucrania han llevado los precios del crudo en el mercado mundial a casi US$ 140 por barril (el 7 de marzo), precio máximo en una década. En consecuencia, la escalada en los precios de los combustibles ha provocado que una mayoría de otros productos básicos vean sus precios aumentados simultáneamente, en tanto también se ha disparado el índice de precios al consumidor en numerosos países.
Los analistas de Capital Economics han predicho que la inflación de la Eurozona llegará al 6% en los próximos meses, previo a caer en torno al 4% a finales de año, muy por encima del objetivo de inflación del 2% previamente augurado por el Banco Central Europeo.
En lo que respecta a Asia, Tom Rafferty, director regional de la Unidad de Inteligencia de The Economist, advirtió: 'La consecuencia inmediata del conflicto entre Moscú y Kiev es la agitación económica, que altera las perspectivas de desarrollo de Asia'. Sin embargo, no sólo Europa y Asia se ven hoy afectadas por la crisis en desarrollo. Ha observado Claudio Borio, director encargado de asuntos económicos y monetarios del Banco de Pagos Internacionales (BIS), 'la escalada de las tensiones entre Rusia y Ucrania ha exacerbado la incertidumbre económica' y su evolución se ha convertido en el factor dominante en todos los mercados. Por su parte, Adam Slater, economista principal de Oxford Economics, ha anticipado una disminución del PBI mundial del 0,2 % para el año en curso.
Detener enfrentamientos a efectos de restaurar la economía
En la práctica, la crisis entre Rusia y Ucrania -con los problemas relacionados- afectan hoy negativamente a la economía global; prácticamente no existe economía con capacidad para evitar sus consecuencias. Economistas del orbe comparten la opinión de que resulta prematuro confeccionar pronósticos detallados y específicos en relación al daño que acusará la economía mundial a partir del conflicto. En cualquier caso, mientras más persista la crisis, más profundas e impredecibles se volverán sus consecuencias. Entre éstas, se computa como más preocupante el suministro de bienes esenciales, como es el caso de la energía y los alimentos.
Adicionalmente, analistas y entendidos han consignado que las consecuencias de la crisis ruso-ucraniana amenazan con asfixiar los logros alcanzados por las economías en los últimos tiempos. En tal sentido, han volcado sus preocupaciones en torno de una potencial crisis alimentaria, con una crisis humanitaria posterior en determinadas geografías -de prolongarse el conflicto armado, y de observar una eventual escalada.
La opinión pública internacional espera que las partes beligerantes tomen consciencia sobre la gravedad que hace a estos problemas, actuando activamente en interés de su propia economía y la de su pueblo -y lo propio de cara a la estabilidad regional y global.