ECONOMIA INTERNACIONAL: MANUEL HINDS

Advertencias sobre una recesión global

Jamie Dimon, presidente de JP Morgan, el banco más grande del mundo...

05 de Junio de 2022


 

Jamie Dimon, presidente de JP Morgan, el banco más grande del mundo, ha compartido dos alarmantes mensajes sobre el futuro económico inmediato, recientemente. En el primero, declaró ver nubes negras; en la segunda, dijo que veía un huracán encaminándose hacia nosotros, y que lo mejor que podríamos hacer es prepararnos.

Economía y recesión mundialPrevio al fin de semana, el jefe ejecutivo del Bank of America y el de Goldman Sachs compartieron discursos similarmente pesimistas, el segundo notando cómo éste es el ambiente más complejo que ha visto en toda su carrera -dada la cantidad de shocks que las economías están padeciendo en este momento. Los mismos son, en rigor, marcadamente duros. Incluyen la invasión de Rusia Ucrania; la reducción del suministro de alimentos a partir del bloqueo de las cosechas de Ucrania y Rusia; los efectos de la política de cero Covid en China, que aunque ya finalizó en su implementación, ha dejado grandes retrasos acumulados en despachos desde Shanghai; la crisis derivada de los altos precios de la energía y el rápido incremento de las tasas de inflación en el mundo entero. A  este concierto, habrá que añadir los impactos secundarios, que son los derivados de éstos, como cuando una empresa que abastece a otros exhibe problemas de producción, que provocan problemas a todos los integrantes de la cadena de valor.
 
El presidente de Goldman Sachs incluyó como uno de los shocks al aumento de las tasas de interés y el retiro de dinero que ya están comenzando a hacer los bancos centrales para controlar la inflación. Es muy discutible que eso se considere un choque porque si algo se vio venir desde hace años, décadas, fue que los bancos centrales estaban creando demasiado dinero, e igualmente, se vio que el día sobrevendría cuando los mismos deban no sólo dejar de crear tanto circulante, sino que deban recortar el dinero en circulación. Este recorte tiene dos efectos principales. Al recortarse el dinero en circulación, los bancos tienen menos dinero para prestarles a las empresas y, como resultado de esto, los bancos aumentan las tasas de interés para captar más depósitos, y ofrecer menos créditos. Las empresas, en consecuencia, consiguen menos créditos, debiendo pagar más costos por los que pueden obtener.
 
Esta situación tenderá a peor, con las tasas de interés subiendo y la cantidad de circulante reduciéndose, porque los bancos centrales deberán hacerlo -de modo gradual. Nadie sabe cuánto tendrán que subir los intereses los bancos centrales, pero seguramente estará en el umbral de los cinco puntos porcentuales, lo que podría consignar una gran diferencia en la situación financiera de muchas empresas.
 
¿Qué significa el tener que prepararse para esto? En primer lugar, las empresas deberían de mejorar la situación de efectivo, asegurándose de contar con financiamiento para todo el año desde ahora mismo, o bien recortar gastos, para no requerir de tanto financiamiento. En segundo orden, anticipar una reducción en las ventas, que podría ser muy fuerte. Conforme los bancos centrales vayan aumentando las tasas, una fuerte recesión comenzará a manifestarse, y probablemente sea más fuerte que la de 2008.
 
La situación se complicaría más, si como es probable, las pérdidas de las empresas se transfieren a los bancos porque, simplemente, algunos clientes no podrán hacer frente a sus deudas. Este es el huracán que Dimon ha visto venir, que puede darse o no, dependiendo de la exposición de los bancos a inversiones especulativas, que son las que más rápido y más profundamente caen cuando se aplican aumentos en las tasas de interés porque, por razones puramente matemáticas, el precio de estos activos se desmorona cuando las tasas de interés suben. Si, por ejemplo, las personas que han comprado bitcoins, que seguirán cayendo fuertemente con cada suba de tasas, los han pagado con fondos propios, la caída de estos no podría causar una crisis financiera; si han tomado dinero prestado de los bancos para comprarlos, entonces sus pérdidas se van a pasar al sistema bancario, lo cual complicaría muy seriamente la situación. Esto no va a suceder, por ejemplo, en El Salvador, porque los bancos no han financiado compras de criptomonedas -al menos no sin exigir otras garantías o collateral.
 
Esta no es la primera vez que desarrollamos sobre este tema particular, porque el mismo podía rastrearse desde hace tiempo. Hubiera podido evitarse, pero de haberse tomado medidas hace muchos años. Hoy, las soluciones son cada vez más dolorosas. Por demorar el recorte de circulante, el recorte necesario para detener la inflación se va haciendo más grande.

Para empresas y bancos que no se ajusten desde hoy, el ajuste que deberán hacer será cada vez mayor.

 
Sobre Manuel Hinds

Economista y consultor económico, Hinds se desempeñó como Ministro de Hacienda de El Salvador entre 1994 y 1999. Se le considera el padre de la dolarización, tras haber propuesto la idea en su país. Es autor de Playing Monopoly with the Devil: Dollarization and Domestic Currencies in Developing Countries (publicado por Yale University Press en 2006) y co-autor con Benn Steil de Money, Markets and Sovereignty (Yale University Press, 2009). Hinds también es columnista de El Diario de Hoy de El Salvador. En 2010, obtuvo el Premio Hayek del Manhattan Institute.