Rusia suspende inspecciones de sus instalaciones nucleares por parte de los EE.UU.
Rusia suspendió las inspecciones de sus instalaciones nucleares por parte de los Estados Unidos...
17 de Agosto de 2022
Rusia suspendió las inspecciones de sus instalaciones nucleares por parte de los Estados Unidos en el marco del Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (también conocido como START III), en razón de que evidencian desequilibrios en la implementación. La decisión tomada por Moscú obstaculiza los esfuerzos para consensuar la expiración del armamento estratégico, e impacta negativamente en la seguridad global.
El pasado 10 de agosto, el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores notificó oficialmente a Washington -a través de canales diplomáticos- que su país se abstraerá perentoriamente a las inspecciones de sus instalaciones, vinculadas a los considerandos del tratado START III. Esta cartera destacó que Moscú se ve obligado a tomar dicha acción porque las condiciones de inspección propuestas por Washington crean 'ventajas unilaterales para Estados Unidos y privan de hecho a su país del derecho a realizar inspecciones en territorio estadounidense'.
Sin avance en las nuevas negociaciones START
El desequilibrio que cita Rusia se entiende a partir del hecho de que los inspectores rusos están incapacitados para sobrevolar los territorios europeos y estadounidenses, dadas las conocidas restricciones de visado. Citando las disposiciones del referido Tratado sobre 'excepciones', Moscú afirmó que las sanciones occidentales impedían que los inspectores rusos cumplieran con sus funciones en territorio estadounidense, aspecto que obsequiaba a Washington una ventaja injusta.
De acuerdo a un comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, las actividades de inspección se reanudarán en caso de que se restablezca el principio de igualdad. Moscú señala que las "sanciones unilaterales en su contra" interpuestas por la Casa Blanca y sus aliados, como es el caso de las restricciones de visado para los inspectores rusos y la prohibición de aeronaves de esa nación euroasiática en el espacio aéreo estadounidense y la UE, imposibilitan que Rusia inspeccione suelo americano en conformidad con el convenio de referencia.
Previamente, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, Dmitry Medvedev, había expresado dudas al respecto de la propuesta de Washington de negociar un novedoso acuerdo de control de armas, con miras a reemplazar el Nuevo START. El 1 de agosto, en un comunicado emitido en vísperas de la sesión inaugural de la Conferencia de las Partes del Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) celebrada en la ciudad de Nueva York, el presidente estadounidense, Joe Biden, confirmó que Washington está listo para discutir con Moscú un nuevo acuerdo de control de armamentos para reemplazar el Nuevo START, invitando al Kremlin a demostrar 'voluntad de cooperación'.
El impacto en la manutención de la seguridad y la estabilidad en el concierto internacional
El Nuevo START, firmado por Rusia y los Estados Unidos en 2010, y que entró en vigencia por diez años a computarse desde el 5 de febrero de 2011, se trata del único acuerdo de control de armas que queda entre las dos potencias nucleares, luego de que los Estados Unidos se retiraran del Tratado de la Eliminación de Misiles de Intermedio y Corto Alcance (INF) y del convenio por Cielos Abiertos. El acuerdo estipula que cada país puede desplegar un máximo de 1.550 ojivas nucleares, setecientos vehículos de lanzamiento (vectores; misiles).
A comienzos de 2021, poco después de asumir el cargo, el presidente estadounidense Joe Biden prorrogó este documento por otros cinco años, hasta el 5 de febrero de 2026. Esta decisión revirtió la política de su predecesor, Donald Trump. Sin embargo, las tensas relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y Rusia condujeron a un escenario de falta de progresos en pos de convenir nuevos documentos en reemplazo del Nuevo START.
Moscú ha advertido, en reiteradas ocasiones, que, de no consolidarse acuerdo alguno con miras para reemplazar el Nuevo START, ello podría poner en riesgo la seguridad global, incluso desencadenar posiblemente otra carrera armamentista. Numerosos analistas, asimismo, han reflejado que resulta imposible prever el alcance desestabilizador de la ausencia del tal documento estratégico para la seguridad internacional en general, agregando que el desarrollo incluso pondría en peligro la totalidad del ecosistema de tratados internacionales de armas nucleares, incluídos el Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares y el de No Proliferación de Armas Nucleares.
Para el continente asiático, si China entra en una carrera armamentista estratégica versus los Estados Unidos de América, otras potencias como Japón, Corea del Sur y Australia también podrían inclinarse por tomar decisiones independientes para su seguridad estratégica. Adicionalmente, la optimización que Pekín ha implementado en su arsenal estratégico ciertamente podría dar lugar a una réplica proporcional de parte de la República de la India. En rigor, los escenarios antes mencionados potencian las chances de una carrera armamentista nuclear en el cuadrante Asia-Pacífico.
De este modo, el cese o el aplazamiento del Nuevo START implica la desaparición de un único mecanismo legalmente vinculante con potencial para ser regulado por ambas potencias nucleares. De no existir este mecanismo, todo diálogos sobre desarme nuclear sufriría un revés de magnitud; la consecuencia sería que no solamente Rusia y los EE.UU., sino que cualquier otra nación dispuesta a negociar sobre la limitación o reducción de armamento nuclear habrá de recomenzar el proceso, desde cero.