Escala la tensión bélica en Libia

A lo largo de los últimos días, se han desatado sangrientos combates entre facciones rivales en Libia, los cuales han amplificado los temores ante la posibilidad de que la nación norafricana se sumerja en una nueva crisis política y de falta de seguridad desde registrada la Primavera Árabe de 2011. Tanto Naciones Unidas como otras organizaciones internacionales han planteado que se tomen con urgencia las medidas necesarias para impedir la proliferación de episodios de violencia y a criterio de evitar la escalada del conflicto -que podría afectar negativamente la estabilidad regional.

 

Conforme lo señalado por Naciones Unidas y fuentes regionales, los enfrentamientos armados entre partidarios de dos gobiernos rivales en Libia han provocado notables daños, conociéndose un saldo de 23 muertos y 140 heridos solo durante el pasado fin de semana.

 

Feroces combates

 

El último estallido de violencia se produjo en la capital, Trípoli, en tanto otras ciudades libias se vieron azotadas por tensiones que han tenido lugar durante meses, provocadas por el hecho de que el Consejo de Diputados de Libia, con sede en la ciudad de Tobruk -al este del país- designó en febrero a Fathi Bashagha (foto) como nuevo primer ministro, en reemplazo del jefe del Gobierno de Unidad Nacional (GNU) Abdul Hamid Dbeibah, quien recibió el respaldo de las Naciones Unidas.

 

La designación de Fathi Bashagha como primer ministro fue rechazada de inmediato por el actual jefe del gobierno transitorio, Abdul Hamid Dbeibah, quien declaró que se rehusaría a transferir el poder a administración alguna, excepto a un gobierno elegido por el pueblo libio. En el ínterin, partidarios al GNU han advertido que el parlamento en la ciudad de Tobruk estaba desafiando la autoridad legítima reconocida por las ONU.

 

Previamente, se habían registrado escaramuzas entre grupos armados; sin embargo, a mediados de agosto, los enfrentamientos recrudecieron, e incrementaron los temores frente a un probable estallido de una guerra civil en Libia -amplificándose la preocupación regional.

 

En rigor, los reparos enuentran justificativo, conforme a lo largo de los años, Libia consignó el punto de partida para migrantes que buscaban acercarse a Europa a través de la ruta del Mediterráneo. En consecuencia, de producirse otra guerra civil, el Viejo Continente podría volver a tener que lidiar con un importante flujo migratorio. Adicionalmente, la incertidumbre política libia observará un impacto significativo en la vida socioeconómica de numerosos países de la zona, como es el caso de Egipto y Túnez.

 

En pos de una solución diplomática

 

De cara a la preocupante situación actual en Libia, Naciones Unidas y numerosos países y organismos internacionales han exigido, en reiteradas oportunidades, se tomen medidas de carácter urgente para evitar la escalada de violencia y restablecer la estabilidad en este territorio. Así, pues, destacó la necesidad de crear condiciones favorables para la implementación del proceso político, incluida la realización de comicios para la Asamblea Nacional de Libia, originalmente programadas para diciembre de 2021 -y luego postergadas, por múltiples motivos.

 

En una declaración anunciada el 25 de agosto, Stephane Dujarric, portavoz del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su profunda preocupación por la situación en Libia, y destacó que la mayor organización mundial sigue de cerca los perturbadores acontecimientos allí registrados, en particular, las actividades tendientes a la movilización de fuerzas y la reiteración de la amenaza del empleo de la fuerza con finalidad política. Asimismo, Dujarric convocó a las partes involucradas para que negocien una des-escalada de las tensiones, para que se proceda a prestar mayor atención a las necesidades de la población local.

 

En la misma jornada, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas a Libia (UNSMIL) también instó a todas las partes involucradas a consolidar un 'cese inmediato de las hostilidades', a efectos de garantizar la seguridad de la población civil y de explorar soluciones políticas para el conflicto en desarrollo. Mientras tanto, la embajada de los Estados Unidos de América en suelo libio emitió un comunicado; allí, se reveló la 'profunda preocupación' de la diplomacia estadounidense frente a los combates registrados en Trípoli, y solicitó a los beligerantes se abracen a la moderación y al diálogo para resolver diferencias.

 

En particular, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió convocar el 30 de agosto una sesión especial para buscar soluciones a la crisis en territorio libio. La opinión internacional espera que ese cónclave sirva a criterio de adoptar una resolución destinada a insistir en el cese de hostilidades, explorándose la alternativa de la redacción de una nueva constitución y la realización de elecciones democráticas -con supervisión internacional.