Optimismo de cara a la eventual restauración del acuerdo nuclear con la República Islámica de Irán

Irán y los Estados Unidos de América llegaron a un acuerdo para el intercambio de prisioneros, uno de los principales obstáculos en las negociaciones nucleares de Viena (Austria) para restablecer el pacto nuclear que Irán firmó con las potencias mundiales en 2015, conocido oficialmente como el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC; en inglés, FCPOA). Aunque se asiste a apenas el comienzo, cabe destacar que la novedad consigna optimismo ante la perspectiva de lograr un acuerdo nuclear interino entre las partes involucradas, durante las próximas semanas.


Como parte del acuerdo, cuatro detenidos en Irán serán liberados, bajo la condición de que se deje ir a cuatro individuos retenidos en los Estados Unidos; adicionalmente, se incluye la liberación de fondos congelados a Teherán. En concreto, cuatro ciudadanos estadounidenses con doble nacionalidad han sido encarcelados en estos años en ese país en razón de diversos cargos, incluido el de espionaje. En el ínterin, numerosos ciudadanos iraníes también se encuentran detenidos en territorio estadounidense, acusados fundamentalmente de franquear sanciones. Amén de la liberación a prisioneros de ambos países, US$ 7 mil millones en activos congelados de Irán procederán a ser desbloqueados.

 

Teherán considera que el intercambio de presos es un tema diferente al del acuerdo nuclear, y que observa un carácter estrictamente humanitario. Según los analistas, se trata de una señal positiva, allanando el camino para las negociaciones de restauración del PAIC.
 

 

¿Se acerca el fin del proceso de negociaciones?

 

Las negociaciones para restaurar el PAIC dieron inicio en abril de 2021 en Viena, pero se suspendieron en marzo de este año debido a diferencias políticas entre Teherán y Washington.

 

La última ronda de conversaciones nucleares se llevó a cabo en la capital austríaca a comienzos del mes deagosto, tras una pausa de cinco meses. El pasado 8 de agosto, la Unión Europea (UE) publicó el texto final del borrador sobre la restauración del acuerdo nuclear.

 

Luego, Irán y los Estados Unidos intercambiaron puntos de vista indirectamente sobre la propuesta de la UE, pero hasta ahora no ha habido resultados en razónde que ambas partes -al igual que

órgano de monitoreo nuclear de Naciones Unidas- aún exploran alternativas de consenso en torno de puntos específicos e importantes del texto.

La nación persa enfatizó reiteradamente la necesidad de contar con cierta “garantía de credibilidad” en las negociaciones para restaurar el PAIC. En una entrevista concedida a la Radio Pública Nacional (NPR) publicada recientemente en el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores, el jefe de la diplomacia de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, declaró que su país se mantiene firme en su posición de que la diplomacia es la solución para resolver las diferencias y que, en simultáneo, es menester alcanzar un acuerdo duradero y sostenible en el tiempo.

 

En una conferencia de prensa compartida el pasado 3 de octubre, el portavoz de la Cancillería de Irán, Nasser Kanani, señaló que coordinadores y mediadores europeos están haciendo esfuerzos para llegar a un acuerdo, específicamente en el intercambio de puntos de vista entre Teherán y Washington. Asimismo, declaró que, si bien el gobierno estadounidense ha desmotrado voluntad política, es probable que el convenio se cierre a corto plazo.

 

 

Instancia ideal para restaurar el PAIC o JCPOA

 

En palabras de analistas y entendidos en la materia, tras casi diecisiete meses de negociaciones, es posible que el momento adecuado para revivir el acuerdo nuclear de 2015 esté más cerca. Lograr este objetivo no solo contribuirá a resolver el problema nuclear iraní y, así, reducir el riesgo de inestabilidad en Oriente Medio; alternativamente, podría servir a Occidente para explorar salidas a la grave crisis energética que enfrenta en la actualidad.

 

En consecuencia, de restablecerse el convenio, el mismo aminoraría temporalmente las capacidades nucleares de Teherán, en tanto serviría para morigerar o bien levantar las sanciones que pesan contra su gobierno. Esto facilitaría la liberación de miles de millones de dólares en activos congelados, y lo propio sucedería con sus ingresos derivados del comercio de crudo.

 

De tal manera, Irán podría suministrar adicionalmente al mercado alrededor de un millón de barriles por día de crudo, reemplazando así -al menos parcialmente- los suministros rusos a Europa y contribuyendo a una eventual reducción en los precios internacionales de la energía.

 

No obstante, la restauración del PAIC/JCPOA incluirá un estricto régimen de monitoreo, a efectos de verificar que Teherán cumpla con sus compromisos. Por otro lado, el pacto no cubrirá una desnuclearización militar de la nación persa, como el respaldo ofrecido por Teherán a organizaciones terroristas.

 

En la actualidad, la República Islámica de Irán está buscando más garantías, ya que anhela que las futuras administraciones de los Estados Unidos no vuelvan a abandonar el acuerdo. El gobierno del presidente Joe Biden ha declarado -en reiteradas oportunidades ya- que cumplirá con sus obligaciones, aunque por el momento no se ha podido contar con garantías legales de parte de administraciones que eventualmente lleguen a la Casa Blanca en Washington.

Irán busca que las garantías se incorporen a un nuevo texto, a criterio de morigerar los probables efectos negativos en su economía -de continuar las tratativas en un sendero de no-resolución. Conforme lo expresado por funcionarios en Occidente, si tal garantía fuere incluída por escrito en un nuevo acuerdo, ello permitirá que firmas extranjeras continúen operando en el país persa durante dos años y medio sin temor a acusar el impacto de sanciones inmediatas, aún cuando el nuevo convenio fracase.

 

A pesar de señales positivas, los analistas indicaron que el nuevo pacto nuclear carece de mayor contenido y rigurosidad en comparación con el PAIC de 2015. Sin embargo, en el contexto actual, cualquier consenso alcanzado es un esfuerzo notable, toda vez que contribuye a promover la confianza y a generar impulso para la rúbrica de un acuerdo definitivo.