Colombia: ¿hacia la legalización de las drogas?
Mientras el presidente Gustavo Petro dejó a los militares con sus penachos despelucados en la Escuela Militar...
26 de Octubre de 2022
Mientras el presidente Gustavo Petro dejó a los militares con sus penachos despelucados en la Escuela Militar el 16 de agosto pasado, dos días después asistió puntual al juramento del nuevo director de la Policía Nacional, general Henry Armando Zanabria, quien rindió juramento rodeado de ciudadanos del común en el campo de paradas de la Escuela Santander. Sobran comentarios.
Recordamos que 300 muertos en Nicaragua, mas de 100 detenidos en Cuba y unos 1200 muertos en Venezuela han sido principalmente a cargo de las policías. Se desconoce si acaso ese patrón se aplicará a Colombia con este nuevo presidente de la extrema izquierda. Recientemente, un viceministro del gobierno hizo des esposar y salir de la tanqueta a jóvenes revoltosos que atacaron a piedra el carro en donde se movía el propio general Zanabria.
Recordamos que 300 muertos en Nicaragua, mas de 100 detenidos en Cuba y unos 1200 muertos en Venezuela han sido principalmente a cargo de las policías. Se desconoce si acaso ese patrón se aplicará a Colombia con este nuevo presidente de la extrema izquierda. Recientemente, un viceministro del gobierno hizo des esposar y salir de la tanqueta a jóvenes revoltosos que atacaron a piedra el carro en donde se movía el propio general Zanabria.
Pero, ¿de dónde son la mayoría de migrantes ilegales que cruzan el Darién? No debemos llamarnos a engaño, pues Colombia parece ir por el mismo sendero de los países mencionados: un verdadero fracaso frente a la civilización actual.
La condena universal contra el petróleo y el carbón -presentados como si fuesen tan venenosos como la cocaína-, estableció los prolegómenos de una legalización de la droga, cuyos cultivos, según el informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), aumentaron un 43% y la producción potencial de cocaína un 14%, alcanzando mas de 204 mil hectáreas y una producción alrededor de las 1.400 toneladas métricas anuales del estupefaciente con potencial para generar ingresos de miles de millones de dólares para los cárteles mexicanos, las mafias europeas y los cárteles colombianos: FARC, ELN, Clan del Golfo, y otros. Legalizarlas es la propuesta del actual director del DIAN, Luis Carlos Reyes.
Las dos principales áreas de cultivo están localizadas en las regiones fronterizas con Venezuela y Ecuador, en donde mas de 100 mil hectáreas están sembradas con esta semilla que reditúa lo que ningún otro negocio ilícito puede producir. Las metanfetaminas, el fentanilo, por ejemplo, ya asoman en el horizonte como una seria amenaza narcótica contra la emocionalidad de los ciudadanos de todo el mundo. Avanzamos hacia una realidad con vastos segmentos de una sociedad dopada.
Primero fue cigarrillo, después el alcohol y, ahora, la marihuana, legalizada de facto tanto en los Estados Unidos de América como en estos países, a pesar de su nauseabundo olor, digo yo, forman parte de la rebeldía, la inconformidad y el facilismo ante un gobierno como el de Petro, apoyado extracurricularmente por creciente bandas delictivas. No veo otra excusa mejor que esta, para justificar la intervención policial.
Tenemos un exceso de drogas en Colombia, primer productor mundial de cocaína y segundo o tercero de marihuana, con trazas de metanfetaminas, negocio que puede representar el 3% del PBI, y una sociedad hipócrita o viciada, que ofrece un panorama poco agradable para los que nos consideramos ciudadanos de bien, cumplidores de la ley -son políticas que el actual gobierno busca imponer a cualquier precio, a punta de bolillos de policía.
Así las cosas, no podemos menos que dolernos de este otrora generoso país, hoy igualando y superando a Venezuela e intentamos recordar la voz de Julio María Sosa Venturini (Julio Sosa), cuanto canta 'Cambalache' de Santos Discépolo -letra compuesta en 1935-: 'Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el 510 y, en el 2000, también. Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y "estafaos", contentos y "amargaos", valores y doblés (…) Si es lo mismo el que labura, noche y día como un buey, el que vive de las minas, que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley (…) Si uno vive en la impostura y otro afana en su ambición, da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón'.
Una marcada incertidumbre estratégica se percibe en el aire sociopolítico colombiano, para algarabía de los irresponsables.
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@JohnMarulandaM
Sobre John Marulanda
Licenciado en Filosofía e Historia de la Universidad Santo Tomás de Aquino, y Abogado de la Universidad de la Gran Colombia, Marulanda se desempeña como consultor internacional en seguridad y defensa. Es Coronel (R) del Ejército de Colombia.