A lo largo de la semana en curso, se conoció que el Producto Bruto Interno (PBI) de Colombia registró un 7% de alza trimestral. La sorprendente cifra se vio respaldada en el repunte del comercio -uno de los principales impulsores de la economía cafetera entre julio y septiembre de 2022.
Al momento, Colombia lidera el listado de países que más crecieron en el mundo en el citado período (julio-septiembre 2022), seguido de
Indonesia con 5,9% y
Portugal con 4,9%. En América Latina, le sigue
México (4,2%); en América del Norte,
Canadá consolidó un crecimiento del 3,6% y los
Estados Unidos de América, un 1,8%.
El guarismo informado por el DANE en Colombia adquiere notoriedad, en un contexto macroeconómico complejo para el concierto internacional. No obstante, se anticipa una desaceleración para el próximo año, al considerarse la perspectiva de diversos analistas de la realidad de ese país.
El referido crecimiento comportará un ajuste al alza de las proyecciones del actual trimestre y también para 2023, en razón de lo informado por entendidos en la materia.
Gustavo Acero, analista del Banco de Bogotá, consigna: 'Nuestro escenario se inclina hacia un crecimiento de todo el año que se ubique por encima de 8,0%. La información preliminar con que se cuenta en relación al cuarto trimestre del año, afianza ese escenario de una desaceleración, pero la economía mantendrá un buen desempeño al cierre de 2022'. El dato positivo de la economía colombiana ya había sido previsto por el Fondo Monetario Internacional (FMI), quien predijo una expansión del 7,6% para el cierre del año.
Empero, no todo es optimismo para la realidad económica: el FMI puntualizó que la actividad podría exhibir apenas una leve alza del 2,2% durante 2023. Este freno observaría correlatoen el alto costo de vida derivado de la alta inflación global -fenómeno que ha afectado a todos los bolsillos por igual durante el año. En tal sentido, el Banco de Colombia ha señalado en sus informes periódicos que la expansión del PBI será inferior durante 2023, aproximadamente en un 0,7%
En tal sentido, el consumo en el sector privado colombiano podría acusar un retroceso durante 2023, particularmente el rubro de bienes tangibles. La comercialización de viviendas atraviesa hoy una racha bajista de magnitud en 2022 y, en apariencia, seguirá por igual camino el año entrante. Este detalle sembraría interrogantes al respecto del crecimiento previsto en el PBI para 2023.
Otro aspecto a destacar son las subas de tasas de interés, hoy en el orden del 11%; el fenómeno traerá aparejado un encarecimiento de los créditos hipotecarios e interbancarios y, en consecuencia, complicando el acceso a la vivienda de la ciudadanía interesada. Toda vez que el impacto se percibe notoriamente en el segmento del
real estate, cierto es que el ciudadano colombiano de a pie retrocede frente a los onerosos créditos disponibles. En tal contexto, el
fortalecimiento del dólar estadounidense frente al peso colombiano es otra variable que habrá de incorporarse a los análisis.
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