¿Hacia una democracia no-liberal en España?
Europa estaría sufriendo una aguda crisis identitaria, agravada por el triunfo del Brexit...
21 de Diciembre de 2022
Europa estaría sufriendo una aguda crisis identitaria, agravada por el triunfo del Brexit y por el 'proceso de balcanización europeo' ideado por los Estados Unidos de América para, mediante el conflicto ucraniano, la crisis de los refugiados y el surgimiento de gobiernos autocráticos, propiciar un declive de los valores democráticos.
Así, pues, la autocracia sería una forma de gobierno ejercida por una sola persona con un poder absoluto e ilimitado, especie de parásito endógeno de otros sistemas de gobierno (incluída la llamada democracia formal) que, partiendo de la crisálida de una propuesta partidista elegida mediante elecciones libres, llegado al poder, se metamorfosea luego en líder Presidencialista con claros tintes totalitarios (inflexible, xenófobo y autoritario), lo que confirma el aforismo de Lord Acton: 'El Poder tiende a corromper; el Poder absoluto corrompe absolutamente'.
Se asistiría, finalmente, a una especie de dictadura invisible, sustentada en sólidas estrategias de cohesión (manipulación de masas y culto al líder) basadas en el control absoluto de los medios de comunicación, la censura y desprestigio social de los individuos refractarios al mensaje del líder, de lo que sería paradigma el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Dicho político habría convertido a Hungría en la primera autocracia europea o 'democracia no-liberal', doctrina que por mimetismo adoptarán el resto de países del Grupo de Visegrado (Eslovaquia y Chequia), y que sería el espejo de un partido otrora partidario de la democracia liberal como el Partido Popular de Feijóo.
¿Hacia una democracia iliberal?
Vox habría devenido en un agente patógeno que podría arrasar con los principios de la sui generis democracia formal española, al portar un ADN dotado de la triple enzima tardofranquista (mantenimiento de la unidad indisoluble de España, control estricto de la inmigración y retorno al pensamiento único heteropatriarcal) y que implementará 'la democracia no liberal' en el supuesto de alcanzar el Poder en coalición junto a un PP que se habría contagiado de las bondades de la democracia no-liberal de Orban.
Así, pues, la autocracia sería una forma de gobierno ejercida por una sola persona con un poder absoluto e ilimitado, especie de parásito endógeno de otros sistemas de gobierno (incluída la llamada democracia formal) que, partiendo de la crisálida de una propuesta partidista elegida mediante elecciones libres, llegado al poder, se metamorfosea luego en líder Presidencialista con claros tintes totalitarios (inflexible, xenófobo y autoritario), lo que confirma el aforismo de Lord Acton: 'El Poder tiende a corromper; el Poder absoluto corrompe absolutamente'.
Se asistiría, finalmente, a una especie de dictadura invisible, sustentada en sólidas estrategias de cohesión (manipulación de masas y culto al líder) basadas en el control absoluto de los medios de comunicación, la censura y desprestigio social de los individuos refractarios al mensaje del líder, de lo que sería paradigma el primer ministro húngaro, Viktor Orbán.
Dicho político habría convertido a Hungría en la primera autocracia europea o 'democracia no-liberal', doctrina que por mimetismo adoptarán el resto de países del Grupo de Visegrado (Eslovaquia y Chequia), y que sería el espejo de un partido otrora partidario de la democracia liberal como el Partido Popular de Feijóo.
¿Hacia una democracia iliberal?
Vox habría devenido en un agente patógeno que podría arrasar con los principios de la sui generis democracia formal española, al portar un ADN dotado de la triple enzima tardofranquista (mantenimiento de la unidad indisoluble de España, control estricto de la inmigración y retorno al pensamiento único heteropatriarcal) y que implementará 'la democracia no liberal' en el supuesto de alcanzar el Poder en coalición junto a un PP que se habría contagiado de las bondades de la democracia no-liberal de Orban.
Acto seguido, vista su incapacidad para forzar unas elecciones anticipadas, el Partido Popular habría decidido implementar un golpe de mano judicial, sirviéndose de la mayoría conservadora en los principales órganos judiciales. Dicha ofensiva comenzó con la declaración en rebeldía de los jueces conservadores y su negativa a renovar tanto el CGPJ como el TC, y habría alcanzado el paroxismo, desde la reciente anulación -por un TC con cuatro de sus miembros caducados- de la reforma del Poder Judicial emprendida por el gobierno de Pedro Sánchez.
Dicha trama se habría cocinado en los fogones de la Fundación FAES, presidida por el ínclito Aznar, y tendría como objetivo confeso paralizar toda iniciativa legislativa del Congreso con miras a generar un caos institucional, el cual desembocaría en unos comicios generales anticipados. La certeza involucra el plan de consolidar una mayoría absoluta, contando con el respaldo de Vox.
En tal virtud, una hipotética mayoría electoral de PP y Vox en las próximas Elecciones Generales, se traducirá en una feroz ofensiva recentralizadora, que supondrá la progresiva asunción de las actuales competencias autonómicas (Sanidad, Educación, Policía y Prisiones) por parte del Estado Central y la posterior implementación de una democracia no-liberal que beberá de la fuentes del centralismo bonapartitsta y del paternalismo de las dictaduras blandas.