Diputada Rebeca Fleitas (La Libertad Avanza), al respecto de la sesión en pos de la eliminación de impuestos en la Ciudad

Una vez más, los ciudadanos han sido víctimas de las peleas ideológicas de la casta política, que solo se mira el ombligo debatiendo internas, o sobre si corresponde o no acatar una decisión  de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, o si cabe o no la quita de la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires, etcétera.


Sin embargo, podríamos haber terminado el año con la eliminación de un impuesto inconstitucional, como lo es el impuesto de sellos a los resúmenes de las tarjetas de crédito, tema que estaba llamado a tratarse el próximo-pasado 23 de diciembre, en la Legislatura porteña. Sin embargo, e infortunadamente, al no habilitarse el tratamiento de la tabla que permitía abordar la cuestión, la misma ni siquiera pudo debatirse adecuadamente; por reglamento, solo el jefe de bloque de cada espacio pudo tomar la palabra para clarificar las razones a fin de habilitar o no la tabla para la eliminación del impuesto.

 

Desde La Libertad Avanza, decidimos acompañar la habilitación de la tabla, por la sencilla razón de que supimos instalar este tema en febrero, cuando presenté el primer proyecto para eliminar el impuesto a los sellos en las tarjetas de crédito sin ningún tipo de condicionamiento, en virtud de se trata de un impuesto inconstitucional debido a que, entre otras razones, la Ley 23.548 de Coparticipación Federal de Impuestos establece expresamente que el impuesto de sellos debe aplicarse únicamente sobre contratos onerosos. En consecuencia, y amén de la injusta quita de coparticipación de que ha sido víctima la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es menester consignar que el Gobierno de la Ciudad actuó de manera arbitraria, al imponer un gravamen sobre los resúmenes de las tarjetas de crédito. El motivo es que el resumen de las operaciones no es susceptible de ser gravado con el impuesto a los sellos, por no configurar un instrumento en los términos del Código Fiscal y de la ley 23.548, dadi que de éste no surge el perfeccionamiento del negocio, sino que consiste -sencillamente- en un resumen de operaciones. Acto seguido, la liquidación por sí sola no es un título jurídico válido ni suficiente como para exigir el cumplimiento. Adicionalmente, el Gobierno de la Ciudad incurrió en una doble imposición, conforme el impuesto de sellos recae sobre operaciones que ya abonaban tributos al momento de su concreción. Esta realidad desnaturaliza al impuesto, convirtiéndolo en un tributo que grava materia imponible análoga a los impuestos nacionales coparticipados, mediando su aplicación en la forma de una suerte de 'IVA provincial'.

 

Pocos días atrás, la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió una medida cautelar que ordena la restitución del 2.95% de los fondos coparticipables, frente a lo cual el Gobierno Nacional anunció su intención de no acatar la resolución del máximo tribunal. Como réplica a esa insinuación, el oficialismo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires evaluó modificar el texto original del proyecto del ejecutivo con miras a derogar el impuesto, condicionando dicha derogación a contar con los fondos suficientes por parte del Estado Nacional. Esto llevó a que numerosas fuerzas políticas de oposición rechazaran habilitar el tratamiento del tema en el recinto de la Legislatura porteña, considerando inaceptable la existencia de esta condición. En contrapartida, el bloque de La Libertad Avanza votó afirmativamente la habilitación de la tabla, trasa considerar que era prioritario abordar el particular.

 

Asimismo, y una vez más, será preciso subrayar que el oficialismo -representado por el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta- se dispuso a ignorar las propuestas surgidas de la oposición, para imponer un proyecto propio; es de público conocimiento que, a lo largo del año legislativo, se presentaron en este cuerpo distintos proyectos para proceder a la eliminación del impuesto de sellos. El primero de ellos, presentado por quien escribe a comienzos del mes de febrero, dio inicio a la discusión parlamentaria. A continuación, nuestro espacio presentó un segundo proyecto en mayo, con la meta de hacer efectiva la devolución retroactiva del impuesto al momento de su sanción a los titulares de las tarjetas de crédito a quienes se les liquidó este tributo, en razón de la ya comentada naturaleza inconstitucional del mismo. No obstante, ninguno de los proyectos fue tratado en la Comisión de Presupuesto. De tal suerte que la recolección de hechos expone cabalmente la falta de voluntad política y de vocación a la hora de construir consensos de parte del espacio Juntos por el Cambio. A través del Jefe de Gobierno de la Ciudad, ese núcleo político administra arbitrariamente el funcionamiento de la Legislatura, ignorando sistemáticamente todo proyecto que, surgido de la oposición, busca aliviar el bolsillo de una mayoría de conciudadanos, notoriamente perjudicados por el volumen de la carga tributaria en el presente concierto de crisis.

A la postre, los hechos certifican que la prioridad del Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta se manifiesta en su ímpetu por manipular al electorado, mediando la reiteración de promesas de campaña. La problemática aquí tratada pudo, perfectamente, haberse resuelto con anterioridad, de existir una genuina división de poderes en la Ciudad.

Infortunadamente, la Jefatura de Gobierno insiste en hacerse del control de la mayor cantidad de fondos públicos que le sea posible, a sólo efecto de hacer campaña con los comicios presidenciales de 2023 como único objetivo.