Bien podría no tratarse de un '
Momento Sputnik', pero la ciudadanía estadounidense compartió su perturbación ante la novedad de que un
globo chino dedicado a monitoreo o vigilancia surcaba los cielos del país -violando su espacio aéreo. Esa preocupación se profundizó, cuando nos enteramos de que no se trató de un evento único. Pekín ha empleado globos aerostáticos similares para monitorear instalaciones militares estadounidenses en Guam y Hawaii -y, posiblemente, instalaciones dedicadas a sistemas de alerta temprana localizados en Canada.
Más perturbadora aún fue la réplica del gobierno de los Estados Unidos. La Administración Biden parecía no poder explicar qué estaba sucediendo, como tampoco tuvo claro cómo responder apropiadamente. Si se tratara de un evento exclusivo, podríamos vernos tentados de hacerlo a un lado y retomar nuestro café matutino. Pero emerge aquí un patrón ciertamente preocupante.
China es la principal amenaza estratégica con la que los Estados Unidos de América deben lidiar hoy. La defensa del territorio nacional es la responsabilidad primordial de Washington. Si Usted no me cree, pues entonces revise las declaraciones del Presidente Joe Biden en su Estrategia para la Defensa Nacional; lo consigna allí mismo.
Todo lo cual ofrece margen para una poco confortable pregunta: ¿qué está sucediendo con la inteligencia estratégica bajo el gobierno de Biden, particularmente cuando se trata de interpretar lo que hace China?
El mal día de Biden en lo que a globos respecta registra varios ecos. Repasemos, pues, algunas de sus 'tropelías chinas' en materia de inteligencia.
5. ¿Se desvanece el COVID-19?
Han transcurrido ya más de dos años desde que el 'COVID-19' ingresó a nuestro vocabulario diario, y aún está ausente una respuesta cristalina ante la obvia pregunta: ¿cuál fue el rol de China tras liberar el virus al mundo? Tras años de negarlo, algunos funcionarios ahora admiten que el virus bien pudo haberse escapado de un laboratorio chino.
Muy bien; gracias. Pero muchas personas se notificaron de ese dato ya en 2020. A estas alturas, Usted pensaría que el gobierno hubiese podido contarnos más sobre el origen y la diseminación de la enfermedad.
Quizás no pueden; y quizás no lo hagan. En cualquier caso, es sumamente infortunado.
4. ¿Y las cifras de armas nucleares?
¿Cuántas armas nucleares contabiliza hoy China? El gobierno de los Estados Unidos jamás se lo contará a Usted. Probablemente, ello se deba a que no lo saben.
La comunidad de inteligencia americana responderá al lector que China está ampliando rápidamente sus fuerzas estratégicas, de tal suerte que Pekín logrará empatar -o incluso superar- al arsenal nuclear ruso. Y también al nuestro. Y esto no es un gran hallazgo; los analistas dedicados a analizar documentos e informes Open Source (esto es, no clasificados) nos han estado advirtiendo lo mismo desde hace años.
3. ¿Decidirá China invadir Taiwan?
La comunidad de inteligencia carece de una evaluación basada en consensos sobre esta materia de vital importancia. Hemos visto que se han ensayado numerosas fechas para anticipar el evento pero, cuando examina Usted esos análisis, no hay argumento que respalde la elección del momento en que se dice sucederá. Tiene que haber, seguramente, métodos mejores -que no tengan que ver con arrojarle dardos a un calendario.
2. ¿Y la invasión a Ucrania?
En retrospectiva, ha quedado claro que Pekín dio luz verde a la invasión rusa. ¿Conocíamos ese dato de antemano, previo a la invasión sancionada por Moscú? Si así fue, ¿por qué no denunciamos a Pekín en ese momento? Y, ahora que lo sabemos, ¿por qué Washington no ha armado un escándalo a partir de ello?
1. ¿Y qué pasa con las eventuales derivaciones del ordenador personal de Hunter Biden?
Ahora, todos sabemos que la computadora portátil de Hunter Biden era... pues... la computadora portátil de Hunter Biden. Y sabemos también que Hunter llevaba numerosos acuerdos comerciales con China. De tal suerte que, ¿dónde está la muy necesaria evaluación que debió confeccionar la comunidad de inteligencia al respecto de los riesgos para la seguridad nacional que la novedad representó?
¿Produjo la comunidad de espionaje informe alguno? Si no lo hizo, entonces es un grave incumplimiento de su misión. Si lo hizo, ¿en dónde está? Usted pensaría que, de haberse desarrollado ese trabajo y de no haberse detectado irregularidades, estaría entre los titulares más destacados del Washington Post.
De haberse contabilizado irregularidades, y si alguien está reteniendo esa información -bueno, eso tampoco ofrece mucho confort que digamos.
Cuando conecta Usted todos los puntos, el cuadro no pinta agradable. O bien la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos no está recopilando ni evaluando información crítica respecto de la mayor amenaza contra nuestra seguridad, o bien la misma se niega a compartir sus conclusiones.
¿Se debe ello a que los datos son demasiado importantes como para compartirse, o será que es políticamente inconveniente hacerlo?
Ninguna de estas preguntas ofrece calma, al momento de evaluar cómo Joe Biden tutela a la comunidad de inteligencia del país.
Artículo original, en inglés