Investigación consigna que el Partido Comunista Chino buscó comprometer a críticos del régimen en un complot

Tres críticos del régimen chino se encuentran hoy en el centro de un complot por amenaza de bomba, sobre el cual se piensa ha sido ingeniado por el gobierno en Pekín, de acuerdo a una investigación de Axios.


Uno de los objetivos es Bob Fu, fundador y presidente de la organización ChinaAid, que se describe a sí misma como una 'organización sin fines de lucro internacional y cristiana, dedicada al resguardo de los derechos humanos y a la promoción de la libertad religiosa y del Estado de derecho en China'.

Fu experimentó la opresiva naturaleza del Partido Comunista Chino, como cristiano residente en la República Popular. El y su esposa 'fueron enviados a prisión durante dos meses por "evangelización ilegal" en 1996', según lo informa la biografía en el sitio web de ChinaAid.

Desde octubre pasado, 'perpetradores anónimos reservaron y pagaron docenas de onerosas habitaciones en hoteles de lujo en, al menos, seis países: Holanda, Bélgica, Alemania, Turquía, Hong Kong y Macau en China, y en los Estados Unidos de América', informaría Axios.

Perpetradores no identificados utilizaron información personal de Su Yutong, reportero de Radio Free Asia radicado en Alemania; de Wang Jingyu, ciudadano estadounidense que reside en Holanda; y de Fu, quien reside en los EE.UU., con el objeto de reservar habitaciones de hotel sin que ninguno de los tres se enterara de ello, detalló Axios. 

'Acto seguido, los perpetradores emitieron al menos catorce falsas amenazas de bomba contra algunos de esos hoteles, identificándose como los mencionados, lo cual resultó en una investigación policial y la breve detención de uno de los activistas, de lo que surge de entrevistas llevadas a cabo por Axios con Su, Wang y Fu -y de expresiones aportadas a Axios por fuerzas de policía y el staff de los hoteles', consignó el canal informativo.

'Lo que me sorprende es que ellos utilicen estas tácticas, sin mediar el menor escrúpulo, en Alemania, en los EE.UU. y en otras democracias, como lo hacen en China', dijo Su -quien se trasladó hacia Alemania en 2010- dijo a Axios. 'Cuando las víctimas informan delitos, en ocasiones, las democracias tratan esos casos como si fueran casos estándar vinculados a acoso, amenazas; espero que las democracias mencionadas vinculen estos desarrollos con la represión que el Partido Comunista Chino viene perpetrando en el extranjero'.

'ChinaAid continúa defendiendo a Bob y su pelea por la libertad en China', afirmó Jonathan Dingler, director de comunicaciones para ChinaAid, al medio estadounidense The Daily Signal, por vía de correo electrónico. 'Recomiendo a los líderes del concierto internacional que tomen nota de los intentos del Partido Comunista Chino en pos de silenciar todo disenso'.

El hotel JW Marriott Essex House en Nueva York, así como también un hotel de Houston, llamaron a Fu, en relación a las amenazas de bomba perpetradas en su nombre -dijo Axios.

'La única razón es que ellos utilizan estas tácticas para silenciarme', dijo Fu al canal La Voz de América.

Fu puso énfasis en su preocupación al respecto de su seguridad y la de su familia, en tanto compartió su deseo de que 'el Departamento de Justicia de los Estados Unidos investigue los hechos', reportó La Voz de América.

'Me consuela el que me hayan tomado como objetivo, dado que esto significa que algo debo estar haciendo bien', relató Fu.

Bryan Burack, consultor senior sobre política exterior con foco en China y en el Cuadrante Indo-Pacífico en el Centro de Estudios Asiáticos del think tank estadounidense The Heritage Foundation, comentó sobre el desarrollo.

'Estos peligrosos complots son resultado de años de fracasos a la hora de imponer costos al Partido Comunista Chino, dado su costumbrismo represivo en el extranjero, y su involucramiento en la represión de cualquier disenso', compartió Burack a The Daily Signal.

'El PCCh se ha involucrado en comportamientos ostensiblemente maliciosos en el extranjero, durante demasiado tiempo ya. Lo ha hecho organizando protestas contra el Tibet, acosando a las personas de etnia uighur, acosando a hongkoneses residentes en suelo estadounidense, silenciando críticas a China en universidades americanas, e inaugurando estaciones de policía en ciudades de los Estados Unidos', agregó Burack -completando, finalmente:

Estos complots que involucran falsas amenazas de bomba son una novedosa y malevolente táctica del Partido Comunista Chino. Hemos consolidado algún progreso a la hora de advertir tempranamente sobre estas tácticas, y asistiendo para que las autoridades federales estadounidenses y fuerzas de policía se enfoquen más frecuentemente en estos episodios. Pero, conforme lo ilustran los complots con falsas amenazas con explosivos, evidentemente hay mucho trabajo por hacer.

Las agencias de seguridad en los Estados Unidos, en Macau y Hong Kong, en Holanda y Alemania, están investigando actualmente estos desarrollos -reportó Axios.

'Cualquier formato de interferencia extranjera es en todo inaceptable', declaró a Axios el Ministerio de Asuntos Extranjeros holandés a Axios. 'Toda persona en suelo holandés debería sentirse segura, libre de padecer actos intimidatorios de parte de regímenes extranjeros. En caso de que se detecten signos de interferencia no deseada, llevaremos este asunto a lo más alto del vínculo bilateral, y tomaremos medidas, toda vez que corresponda hacerlo', agregaron desde el organismo.



Artículo original, en inglés

- La autora, Samantha Aschieris-Renck, se desempeña como productora senior de noticias, en The Daily Signal (EE.UU.)