El FBI arresta a dos residentes de Nueva York 'en relación a las estaciones de policía clandestinas'

La pasada semana, el FBI arrestó a dos residentes de la ciudad de Nueva York, 'en relación a la apertura y operatoria de estaciones de policía ilegales en el extranjero'.


Lu Jianwang, de 61 años de edad y residente del Bronx, y Chen Jinping, de 59, de Manhattan, fueron arrestados durante la mañana del pasado lunes, y fueron 'acusados de conspirar para actuar como agentes del gobierno de la República Popular China, así como también por obstrucción de la justicia, tras haber procedido a destruir evidencia de sus comunicaciones con un funcionario del MPS (Ministerio de la Seguridad Pública) chino', refirió un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América.

Lu, sobre quien se dijo asistió en la apertura de una estación de policía a comienzos de 2022, y Chen, 'trabajaron mancomunadamente para establecer la primer estación de policía en suelo estadounidense, operando la misma en representación de la rama Fuzhou del Ministerio de Seguridad Público chino', dijo el Departamento de Justicia.

'Actuando bajo la dirección y la tutela de un funcionario del MPS, Lu y Chen asistieron en la apertura y en la operación de la estación de policía clandestina', consignó el comunicado. 'Ninguno de los participantes de este mecanismo informó al gobierno de los Estados Unidos de América sobre lo que hacían, esto es, que ayudaron al gobierno de la República Popular China a abrir y luego operar, en forma subrepticia, una estación de policía ilegal en suelo estadounidense'.

De acuerdo al Departamento de Justicia, 'previo a inaugurar la estación de policía a inicios de 2022, Lu exhibía vínculos extendidos con la seguridad pública de la República Popular, incluyendo al MPS' y, 'desde 2015, mediando la operación de una estación secreta de policía, Lu recibió el encargo de ejecutar diferentes actividades, incluyendo el ayudar a las acrtividades represeivas del gobierno chino en territorio estadounidense', lo que involucró:
 

1. En 2015, en oportunidad de conocerse la visita del presidente Xi Jinping a los EE.UU., Lu participó en protestas que buscaban contrarrestar las manifestaciones llevadas a cabo por miembros de una religión que se encuentra prohibida por la ley de la República Popular China. Un director adjunto del MPS entregó a Lu una placa conmemorativa por el trabajo desarrollado a favor del gobierno en Pekín.
2. En 2018, Lu se apuntó en los esfuerzos tendientes a lograr que un declarado fugitivo por la República Popular regresara a suelo chino. Se informó entonces que la víctima fue acosada para que regresara a China, incluyendo amenazas de violencia en perjuicio de la víctima y su familia -residente en los EE.UU. y en la República Popular China.
3. En 2022, un funcionario del MPS buscó contar con la asistencia de Lu a efectos de localizar a una persona residente en California, conocida por su activismo en favor de la democracia en China. A su vez, Lu apuntó la asistencia de otro co-conspirador. Más tarde, al ser confrontado por el FBI en relación a esas conversaciones, Lu negó que las mismas hubiesen tenido lugar.

'Sencillamente, es intolerable que el Ministerio de Seguridad Pública de China crea que puede salirse con la suya, en su esfuerzo en pos de establecer una estación de policía secreta e ilegal en suelo estadounidense, con miras a asistir a su empeño de exportar represión y subvertir nuestro Estado de derecho', declaró Kurt Ronnow, director asistente de la División de Contrainteligencia del FBI, en un comunicado de prensa.

'Este caso sirve como poderoso recordatorio, al respecto de que la República Popular China no se detendrá ante nada para torcer la voluntad de las personas, y para silenciar aquellos mensajes que Pekín no ve con buen agrado'.

Ronnow agregaría después:

El FBI dedica todos sus esfuerzos a proteger a las personas en los Estados Unidos contra toda maniobra cuya finalidad sea poner en jaque nuestras libertades democráticas, y tomaremos a cualquier actor estatal -y a aquellos que los asistan- por responsables de buscar la ruptura de nuestras leyes.

Erin Walsh, fellow e investigadora senior en asuntos internacionales para el Centro de Estudios Asiáticos del think tank The Heritage Foundation, comentó sobre el arresto de los dos hombres.

'La novedad trae alivio. En noviembre pasado, el director del FBI declaró ante los miembros del Congreso de los Estados Unidos que estaban al tanto de la existencia de estaciones de policía ilegales en territorio estadounidense, pero no compartió comentarios adicionales, en razón de que había investigaciones en curso', dijo Walsh al medio estadounidense The Daily Signal. 'Infortunadamente, lleva tiempo confeccionar un caso judicial. Según se ha informado, en todo el mundo existe hoy un aproximado de un centenar de estaciones de policía chinas, y es altamente probable que la mencionada aquí no sea la única estación de policía tutelada por el Partido Comunista Chino en suelo estadounidense, en este momento'.

'De tal suerte que esperamos que el FBI pueda acelerar su paso, y que ciudadanos chinos o estadounidenses puedan colaborar, denunciando actividades sospechosas. Ha sido un desarrollo notablemente positivo que el FBI haya puesto en funcionamiento una línea telefónica especial para recibir datos de manera anónima', completó la analista.

Asimismo, Walsh explicó lo que los arrestos y las declaraciones posteriores dicen en relación al Partido Comunista Chino.

'Los arrestos examinados en esta oportunidad son otro ilustrativo ejemplo de la audacia que caracteriza al autoritario Partido Comunista Chino, y a sus esfuerzos maliciosos que portan el fin de intimidar, monitorear y amenazar a personas de origen chino, tanto en ese país como en el exterior', comentó. 'En rigor, esos esfuerzos no se limitan a sus propios ciudadanos. El PCCh cuenta hoy con una sofisticada red de programas que han establecido en territorio de los Estados Unidos a lo largo de las últimas dos décadas, los cuales han penetrado cada aspecto de la sociedad estadounidense a nivel local, estatal y federal'.

Tales actividades van de 'operaciones de espionaje e influencia, a los hurtos y la intimidación, Entre el asunto de los globos espía y la estación de policía clandestina en la Ciudad de Nueva York, se trata apenas de la punta del iceberg', puntualizó Walsh.

Artículo original, en inglés

- La autora, Samantha Aschieris-Renck, se desempeña como productora senior de noticias, en The Daily Signal (EE.UU.)