INTERNACIONALES: PHILIP GIRALDI | REALPOLITIK

Algo de teatro político en Vilnius, Lituania

Un quejumbrozo Zelensky se vuelve a casa con las manos vacías -aunque todavía podría iniciar una Tercera Guerra Mundial.

28 de Julio de 2023


Parece un golpe de suerte el hecho de que la Asociación de Actores de Cine haya montado una huelga en los Estados Unidos, por cuanto ello dará al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky una oportunidad para desempolvar sus credenciales, para buscar luego un nuevo empleo cuando, eventualmente, los rusos derriben a su gobierno. Hollywood y Las Vegas sin lugar a dudas competirán por ese joven talento judío con miras a revivir su vieja rutina cómica -como cuando tocó un piano con su miembro. Sin lugar a dudas, Zelensky fue, inevitablemente, la estrella protagónica en un reciente cónclave de la OTAN en Vilnius, Lituania, durante los días 11 y 12 de julio, y que también tuvo como vocero al presidente de los EE.UU., Joe Biden, quien ofreció algo de contexto, al citar que 'Rusia podría poner fin a esta guerra mañana ... cesando en sus ataques inhumanos contra Rusia'!.

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Zelensky se quejó y tartamudeó durante las dos jornadas, reclamando que una veloz admisión de Ucrania en la OTAN era su derecho para derrotar a los invasores rusos. Cuando, en lugar de ello, se le ofreció un proceso colaborativo en el que Ucrania debería 'prepararse' para el ingreso a través de la necesaria reconstrucción de sus fuerzas armadas junto con reformas institucionales para combatir la corrupción y fortalecer la democracia, Zelensky calificó la demora como 'absurda' y 'débil', enrostrándole estos caracteres a sus anfitriones. Y lo hizo también en redes sociales, para asegurarse de avergonzar a todos los involucrados. Asimismo, Zelensky no ayudó a su propia causa, desfilando en uniforme de fajina; menos cuando una foto grupal en la noche de gala lo exhibió en soledad -siendo ignorado por la muy bien vestida comitida de delegados y sus respectivas esposas. Todos los cuales le dieron la espalda, metafórica y literalmente.


Todo ello no implica que la cumbre fue -al menos, no retóricamente- un evento para celebrar a los notorios defensores ucranianos frente a las hordas rusas. La delegación estadounidense enfatizó que Washington estaría allí, sin importar lo que sea necesario para respaldar a los ucranianos 'hasta el final', o cuando la guerra termine con una 'victoria' -lo que sea que eso signifique. Esto ha sido descrito por algunos en los medios de comunicación americanos como un 'Modelo Israelí', en el que Usted le aporta a sus protegidos dinero y armas, previo a hacer la vista gorda cuando aquéllos utilicen estos instrumentos 'agresiva y unilateralmente' -por lo general, acción contraria a vuestro interés. Y, mientras tanto, la OTAN mostró firmeza en el respaldo a los pedidos para que la totalidad del territorio ucraniano sea regresado al control de Kiev, incluyendo Crimea, lo cual echaría por tierra cualquier posibilidad de acuerdo -si es que existe alguna chance de un punto final acordado para el conflicto. De tal suerte que parece ser que la guerra continuará.

Observadores del cónclave de la alianza apuntaron que el consenso entre sus participantes coincidió con arrojale algunas migajas a Zelensky, aunque en simultáneo se evidenció la necesidad de evitar cualquier compromiso que incremente el riesgo de una escalada hacia una guerra nuclear. La decisión de no meterse en la cama con un desesperado Zelensky reconoce, en parte, que él ha sido descuidado y que haría cualquier cosa para ampliar el alcance del conflicto, si es que se le brinda la oportunidad de hacerlo. Más allá de eso, el grueso de los jefes de Estado reunidos en Vilnius reconocieron que, desde una perspectiva de política doméstica, sus compatriotas se cansan cada día más de la guerra, en razón de que la misma sobreviene con consecuencias económicas negativas mientras se prorroga. Y también está el asunto de las elecciones que vendrán, no sólo en los Estados Unidos, hacia fines de este año y en 2024.

No obstante, Washington ciertamente encabezó los esfuerzos, para asegurarse de que Zelensky contase con las herramientas y el respaldo político necesarios para iniciar una Tercera Guerra Mundial, aún si ello exigiese mostrar disimulo. Biden remató su fugaz visita europea en Finlandia, hace una semana, celebrando la fortaleza de la alianza atlántica y expresando su desilusión al respecto de que Rusia gane la guerra contra Ucrania. Dijo, sin tartamudeos: 'Putin ya perdió la guerra. Putin tiene un problema genuino. Desde aquí, ¿hacia dónde puede ir? ¿Qué es lo que está haciendo?'.

En rigor, muchos creen que Rusia ya ha ganado la guerra y, haciendo a un lado el bizarro comentario de Biden, pareciera ser que él sabe exactamente lo que está en juego. El esfuerzo para rearmar la mayormente destruída fuerza aérea ucraniana con jets F-16 (capaces de transportar armas nucleares tácticas) fue acelerada por los miembros del encuentro, en lo que consignaría una escalada que Moscú sopesó particularmente, cuando el canciller Sergey Lavrov comentó, en terminología muy explícita, cómo 'apenas un ejemplo de un peligroso giro de los acontecimientos es el plan de los Estados Unidos para transferir aeronaves de combate F-16 al régimen de Kiev. Hemos sido informado a las potencias nucleares, los Estados Unidos, la Gran Bretaña y Francia, que Rusia no puede ignorar la capacidad de estos aviones de transportar armas nucleares. No existe garantía que pueda ser útil en este caso. En el curso de las operaciones de combate, muestro personal no verificará que cada aeronave en particular ha sido equipada para desplegar armas nucleares o no. Evaluaremos el hecho concreto de que las fuerzas armadas ucranianas cuentan con tales sistemas, como una amenaza nuclear originada en Occidente. Los Estados Unidos y los satélites de OTAN están creando riesgos de un enfrentamiento armado directo con Rusia, y se trata de un choque de consecuencias catastróficas. Las condiciones que sigue Rusia para el empleo de armamento nuclear han sido claramente definidas en nuestra doctrina militar. Son bien conocidas, y no volveré a repetirlas'.

Luego, habrá que atender a las bombas de racimo, prometidas por Biden dos semanas atrás -después de lo que seguro habrá sido una consulta con su astrólogo personal-, certificándose que al menos algunas de esas armas fueron entregadas la pasada semana. Este tipo de municiones se encuentran prohibidas en más de cien naciones del globo, aún por la mayoría de los Estados-miembro de OTAN, por cuanto muchos consideran su empleo como un crimen de guerra. Son particularmente letales cuando se emplean en zonas habitadas por civiles, dado que dispersan múltiples cargas explosivas en áreas extensas -mismas que, en ocasiones, no detonan, y pueden matar muchos años después, cuando son halladas por accidente. Las mismas fueron utilizadas ampliamente durante la Guerra de Vietnam, y aún ponen fin a las vidas de granjeros en Camboya, Laos y el propio territorio vietnamita. Irónicamente, los Estados Unidos habían acusado a Rusia de emplear munición de racimo el pasado año -tras invadir Ucrania-, calificándola como arma ilegal. Sin embargo, hoy se las despacha a un psicópata que no dudará en utilizarlas en territorio ruso para crear una escalada masiva, tras la cual él espera que NATO se involucre de lleno en el conflicto, para defenderlo. Inevitablemente, la Tercera Guerra Mundial progresa.

Las maniobras de carácter agresivo de Washington en pos de armar a Ucrania se completan con la reciente decisión del Reino Unido de proveer a Kiev de munición confeccionada a base de uranio enriquecido, cuyo empleo contamina con polvo radiactivo las áreas circundantes, tras su uso. Las evidencias recopiladas en sitios tales como Faluya (Irak) -geografía en la que fuerzas estadounidenses y británicas dispararon grandes números de este tipo de munición- sugiere que la contaminación conduce a un incremento de décadas en cifras de cáncer y defectos de nacimiento.

Finalmente, está la cuestión del gesto final de Biden para llevar paz a la tierra, y que tuvo lugar a través de una orden emitida por la Casa Blanca el día después de que llegó a término el cónclave OTAN. Expresa lo siguiente: 'Por la presente, determino que es de estricta necesidad aumentar la actividad de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en la ejecución efectiva de la Operación Firmeza Atlántica (Atlantic Resolve) en y alrededor del área de responsabilidad del Comando Europeo-Estadounidense ... no excediendo los tres mil miembros totales en un tiempo dado, en donde no más de 450 elementos podrán integrar la Reserva de Individuos Disponibles (Individual Ready Reserve), conforme se determine necesario, y poniéndose fin al servicio de aquellos miembros y unidades desplegados para servicio activo'. Mientras que las cifras no son abrumadoras y el lenguaje empleado es gubernamental, la orden sanciona el envío de más soldados a Europa para incrementar los recursos disponibles para un combate eventual contra los rusos. Podría ser la primera orden de este tipo desde que la OTAN aseguró a Zelensky -según se informara- que la alianza incrementaría sus fuerzas de despliegue de preparación inmediata (pasible de ser despachada en treinta días, o menos) a 300 mil. Ahora mismo, la cifra de soldados estadounidenses en toda Europa asciende a, aproximadamente, cien mil -agregándose un estimativo de cien oficiales de la CIA y algunos núcleos de soldados de operaciones especiales, que ya se encuentran en Ucrania. Uno no se sorprendería, de enterarse que el primer lote de soldados será localizado en Polonia, fronteriza con Ucrania, Bielorrusia y Rusia. En suelo polaco, ya se ha verificado un significativo aumento de tropas, incluyéndose a elementos de la 101a. Aerotransportada y a la 3era. División Mecanizada (ambas fueron enviadas a ese país para maniobras de 'entrenamiento' en 2022).


En paralelo, se han conocido informes al respecto de que la Casa Blanca ha movilizado bombarderos estratégicos B-52 desde sus bases en territorio continental de los Estados Unidos hacia bases en Alaska -esto es, más cerca de Rusia- a criterio de fungir como advertencia.

Podría uno esperar que, de alguna manera, esta locura llegue a su fin. Hemos elegido líderes con la expectativa de que nos mantengan seguros; no para que terminen involucrándose en apuestas suicidas con armamento nuclear. Si lo que vemos es un complot pre-electoral para lograr que Joe Biden sea reelegido el año que viene, intentándolo mostrar como un presidente en tiempos de guerra, pues alguien debería ya mismo clausurar este asunto y advertirle a Joe que es hora de jubilarse. Con ello, se lograría despedir a Joe y a todos los idiotas que le brindan consejo, más probablemente Antony, Jake y Victoria. Señor Presidente: está Usted empecinado en matarnos a todos, por nada.



Artículo original, en inglés


 

Sobre Philip Giraldi

Especialista en contraterrorismo; ex oficial de inteligencia militar de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos de América (CIA). Se desempeña como columnista en medios estadounidenses, y como Director Ejecutivo en el Council for the National Interest. Giraldi es colaborador frecuente en Unz.com, Strategic Culture Foundation y otros. En español, sus trabajos son sindicados con permiso en El Ojo Digital.